Antes del Diluvio

Bajo este título nos recibe una de las últimas exposiciones que podemos visitar en el CaixaForum de Barcelona. Comisariada por Pedro Azara, nos ofrece una visión general del mundo mesopotámico entre el 3500 y el 2100 a. C. a través de más de 400 piezas originales procedentes de diferentes colecciones de todo el mundo.

Llama la atención el título por esa referencia al Diluvio, pues nos hace sospechar que tras él se esconde una extraña mezcla entre datos científicos y arqueológicamente demostrados y una cronología bíblica, algo no muy del gusto de aquellos que se dedican profesionalmente a la investigación arqueológica. Pero nada más lejos de la realidad, y queda prontamente aclarado una vez que nos adentramos en el recorrido de la exposición. Recorrido que, por cierto, se nos ha planteado a modo de ciclo vital a través de un nacimiento, una vida y una muerte; tres fases abordadas desde diferentes puntos de vista, lo cual permite tratar aspectos muy diversos de esa cultura milenaria.

La primera parada durante la visita sería el nacimiento, que se nos muestra mediante los mitos y leyendas mesopotámicos, es decir, se nos explica cuál era el origen del hombre y del universo según sus creencias religiosas. Dichas creencias son contadas al visitante a través de un audiovisual, y a medida que se desarrolla la historia no dejan de llamarnos la atención algunas alusiones a diluvios y a hombres creados a partir del barro.

En segundo lugar se pasa a la vida —el desarrollo de esta gran civilización—, que es ilustrada con un conjunto de piezas originales de gran valor y belleza. A través de ellas se nos explican algunos rasgos fundamentales que caracterizaron esta cultura: las construcciones, la escritura, el sistema de pesos, la estructuración social, la administración,… Finalmente se concluye con una alusión a la muerte, a algunos ritos funerarios y al infierno mesopotámico, un infierno habitado por “gusanos, larvas y espectros”.

…muchos de los rasgos definitorios de nuestra cultural actual provienen del mundo mesopotámico.

En verdad es una exposición cuyo contenido no deja indiferente, no sabemos muy bien si por descubrir que en el 3500 a. C. se estaban realizando cosas extraordinarias para esa cronología (no debemos olvidar que en la península ibérica, en aquellas fechas, estábamos en pleno Neolítico) o, y esto es más sorprendente todavía, por la cantidad de vínculos con el presente. Y es que no debemos olvidar que muchos de los rasgos definitorios de nuestra cultural actual provienen del mundo mesopotámico: las urbes, la escritura, los sistemas de regadío, sistemas de pesos y medidas,… e incluso muchos de los mitos que ahora forman parte de nuestras creencias religiosas. No es poco lo que debemos a esta civilización a pesar de la gran distancia temporal que nos separa, y precisamente por esto nos sorprendemos al vernos a nosotros mismos reflejados en ella mientras recorremos las salas de esta exposición.

Para aquellos que quieran verla en Barcelona todavía están a tiempo, pues estará hasta el día 24 de febrero; para los estén en Madrid, la exposición pasará por ahí del 27 de marzo al 30 de junio. Tal vez sea una de las últimas oportunidades de ver una muestra gratuita en los CaixaForum de estas dos ciudades, pues han anunciado que a partir de mayo comenzarán a cobrar entrada a los visitantes (excepto para aquellos que sean clientes del banco).