Iglesia del Corpus Christi, Sinagoga Mayor de Segovia.

Iglesia del Corpus Christi, Sinagoga Mayor de Segovia.

Como en muchas ciudades españolas en Segovia existía un barrio judío, cuya comunidad llegó a ser una de las más numerosas y prósperas de Castilla. Este barrio, que se extiende en torno a la Catedral, podemos visitarlo en la actualidad y disfrutar no solo del ambiente de sus intrincadas callejuelas, sino también de las huellas que aquellos habitantes dejaron en ellas.

Los judíos en Segovia

Se tiene constancia de la presencia de judíos en Segovia desde principios del siglo XIII. Al parecer las comunidades judías y cristianas convivieron en la ciudad sin ningún problema durante mucho tiempo, compartiendo barrios y calles y mezclándose los unos con los otros.

Pero la situación cambia en 1390 tras la muerte de Juan I. La inestabilidad política generada por el vacío de poder provocó el ataque a las comunidades judías de numerosas ciudades españolas, en parte instigadas por Ferrand Martínez, arcediano de Écija. Poco después, en 1412, tuvo lugar la promulgación de las Leyes de Ayllón, las cuales establecían fuertes restricciones a la comunidad judía castellana: se les limitó su independencia jurídica y administrativa, se les vetó el ejercicio de ciertas profesiones y se los obligó a vivir todos juntos en un barrio separado del resto de la ciudad. Así se estableció la primera judería de Segovia, que se extendía entre la plaza de la Merced y la Puerta de San Andrés.

A pesar de todo, parece que con el tiempo la presión sobre los judíos se relajó, especialmente con los reinados de Juan II y Enrique IV, y existen noticias de judíos que vivían fuera de la judería. Fue una época de prosperidad para la comunidad, que aumentó su número de individuos y su riqueza. Los Reyes Católicos, por su parte, continuaron con la protección a la comunidad judía, si bien es cierto que al mismo tiempo tomaron algunas medidas restrictivas contra ellos y en 1480 ratificaron las Leyes de Ayllón, con lo que los obligaban de nuevo a vivir en un barrio separado. En Segovia esta nueva judería quedó cerrada con siete puertas, dos de las cuales pertenecían a la propia muralla (San Andrés y del Sol).

Un punto de inflexión fue el establecimiento en 1486 del Tribunal de la Inquisición en Segovia. A raíz de este hecho surgieron enfrentamientos entre las comunidades judía y cristiana, en parte por la liberación de tensiones que venían arrastrándose desde hacía décadas. De este modo, las relaciones entre ambas comunidades quedaron definitivamente enrarecidas. A esto hay que añadir las tensiones que se generaron dentro de la propia comunidad judía y los enfrentamientos entre sus miembros.

El 1 de mayo de 1492 llegó a Segovia la orden de expulsión de los judíos, un mes después de que fuera redactada en Granada. Para no tener que irse de la ciudad y abandonar ahí todos sus bienes y riquezas, muchos judíos decidieron convertirse al cristianismo. Los bienes comunales, sin embargo, tuvieron que ser entregados: la nueva Sinagoga Mayor, la Sinagoga del Campo y su hospital, el cementerio, la carnicería, el horno y los baños.

La judería segoviana

Juderia-segovia

El barrio judío abarcaba el espacio que se extiende actualmente en torno a la Catedral, cuya construcción el en siglo XVI supuso el derribo de parte de la judería. Ocupaba la parte del recinto amurallado que va desde la plaza de la Merced hasta la Iglesia del Corpus Christi. Tras la expulsión de los judíos, esta zona de la ciudad pasó a llamarse Barrio Nuevo. Las casas de este barrio eran pequeñas, generalmente humildes y de dos o tres alturas; estaban hechas de ladrillo y entramados de madera, muchas veces revocadas con cal. Solían contar en su interior con patios y corrales, en torno a los cuales se desarrollaba la vida familiar. Un buen ejemplo de este tipo de arquitectura se conserva en la calle Almuzara.

A partir de 1480 este barrio quedó aislado del resto de la ciudad, con la que se comunicaba a través de siete puertas. Algunos de estos accesos se han perdido, como las puertas que estaban en las calles Judería Nueva y Judería Vieja, mientras que otros podemos seguir viéndolos en la actualidad, como el Postigo del Sol o la bella e imponente Puerta de San Andrés (ambas en la muralla exterior de la ciudad).

A pesar de que las casas eran generalmente humildes, existían también residencias más ricas y lujosas. Así, la casa del Rabí Mayr Melamed (calle Isabel la Católica) disfrutaba del privilegio de tener acceso tanto desde la parte judía como desde la parte cristiana gracias al elevado estatus social de su dueño. Los ricos artesonados que lucían sus techos son visibles en la actualidad. Otra casa importante fue la de Abraham Seneor (calle Judería Vieja), contador mayor de Castilla y hombre de confianza de los Reyes Católicos. Aunque el edificio se conserva, fue muy alterado durante los siglos XVI y XVII. En esta casa también vivió el ilustre doctor Andrés Laguna, descendiente de judíos conversos, y en la actualidad es la sede del Centro Didáctico de la Judería.

Además, el barrio contó a lo largo del tiempo con tres carnicerías: una en la calle Almuzara, otra junto a la Casa del Sol (donde estaba el matadero) y otra muy cerca de la Puerta de San Andrés, en el Corralillo de los Huesos. También se tiene constancia de la existencia de un horno (también cerca del Corralillo de los Huesos) y de dos midrash o escuelas talmúdicas (en la calles Infanta Isabel y Almuzara).

La primera Sinagoga Mayor

La judería segoviana contó a lo largo del tiempo con varias sinagogas:

  • Sinagoga Vieja: desaparecida, se situada en la plaza de la Merced. En 1412 fue cedida al convento de Santa María de la Merced como compensación por los terrenos dados para el agrupamiento de los judíos tras la promulgación de las Leyes de Ayllón.
  • Sinagoga de Burgos: desaparecida, se la supone localizada en la calle Escuderos. Posiblemente fue levantada por una comunidad de judíos procedentes de Burgos.
  • Sinagoga del Campo: desaparecida, se elevaba en la calle Martínez Campos, cerca de la Puerta de San Andrés. Fue levantada en 1456 junto al Corralillo de los Huesos, al lado de la carnicería y del horno. Esta sinagoga contaba con un hospital anejo del que poco se sabe.
  • Sinagoga de los Ibáñez de Segovia (segunda Sinagoga Mayor): se trata de la que sustituyó a la primera Sinagoga Mayor. Se encontraba donde ahora se levanta el colegio de las Jesuitinas, donde se encontraron hace poco algunos restos de la sinagoga. En 1507 fue adquirida por Bartolomé Ibáñez, en cuya familia permaneció hasta el siglo XIX.

Sin embargo, la más importante de todas es la primera Sinagoga Mayor, la cual ha llegado hasta nosotros como la Iglesia del Corpus Christi. En 1410 un grupo de judíos fue acusado de profanar una hostia consagrada en la Sinagoga Mayor, lo que provocó la expropiación de dicha sinagoga y su reconversión en Iglesia del Corpus Christi. En la actualidad es visitable y en su interior podemos ver tres naves separadas por arcos de herradura que apoyan sobre columnas octogonales. Destacan los capiteles vegetales cargados de piñas por su gran belleza, así como el segundo nivel de arquitos de herradura. El aspecto que presenta en la actualidad es fruto de recientes obras de restauración y reconstrucción, pues la iglesia sufrió un grave incendio en 1899.

La necrópolis

Centro Didáctico de la Judería, antigua casa de Abraham Seneor.

Centro Didáctico de la Judería, antigua casa de Abraham Seneor.

En Segovia, además de conservarse la judería con algunos de sus edificios más emblemáticos, se ha conservado también la necrópolis judía. Se encuentra extramuros al otro lado del río Clamores, en la ladera de la colina –en la zona que se conoce como el Pinarillo–. Cumple los requisitos de cualquier cementerio judío: ser tierra virgen, estar en pendiente y estar orientado hacia Jerusalén. Tenía que tener acceso directo desde la ciudad, pero estar fuera de esta para evitar que los funerales discurrieran por sus calles.

Se desconoce la cronología de utilización de esta necrópolis a causa de la ausencia de losas sepulcrales (en parte debida a que en 1492 los reyes autorizaron el empleo de las piedras de los cementerios judíos como material constructivo). Las tumbas respondían a dos tipologías claras: por un lado hipogeos –con cavidades excavadas en la roca–, y por otro lado tumbas antropomorfas, también excavadas en la roca (unas marcan la forma de la cabeza y otras son simplemente trapezoidales). Todas las tumbas se orientan de este a oeste. Cuando esta necrópolis fue excavada pudo observarse que todos los cuerpos estaban enterrados boca arriba y con la cabeza hacia el oeste.

Cerca de la necrópolis se encuentra la Casita Blanca, un espacio dedicado a la muerte en el mudo judío y en el que se exponen diferentes objetos cedidos por la Comunidad Judía de Madrid.

Centro Didáctico de la Judería

En la casa de Abraham Seneor se ha instalado un centro interpretación dedicado a los judíos segovianos. En él, mediante exposición de objetos, paneles e instalaciones interactivas, se nos muestra cómo era la vida de la comunidad judía segoviana durante la Edad Media. Además de recorrer sus salas, existe la posibilidad de unirse a las diversas actividades que organizan, desde cursos y conferencias hasta visitas guiadas por la Segovia judía.