Os proponemos descubrir parte de la provincia de Almería: pero no aquella que es más visitada por sus playas, sino la alpujarra almeriense. Y para ello, vamos a compartir un recorrido por la Alpujarra almeriense y el Valle de Almanzora hasta Cabo de Gata-Níjar, por siete municipios que se encuentran a una hora de Almería y que muchos aún son bastante desconocidos.

7 pueblos a una hora de Almería

Un recorrido por la Alpujarra Almeriense, y el Valle de Almanzora hasta Cabo de Gata-Níjar.

Padules

Padules, Almería

Comenzamos nuestra ruta en Padules, un pueblo de la Alpujarra Almeriense, cuyo nombre significa “lagunas pequeñas o pequeños manantiales”. Y es que, este municipio goza de mucha agua. Por su territorio pasa el río Andarax, con un caudal considerable. Junto a él transcurre el sendero de Las Canales, ubicado entre Sierra de Gádor y Sierra Nevada, en el que disfrutamos de una ruta de senderismo acuático. Antes de seguir, hicimos una parada en el chiringuito Molinillo de la abuela, un sitio con mucho encanto en plena naturaleza.

La provincia de Almería sorprende por la variedad en sus paisajes.

Completamos la ruta con un paseo por el centro de la localidad, visitando la iglesia mudéjar de Santa María la Mayor, una degustación en la bodega, descubriendo un pueblo de tradiciones, que cuenta en la actualidad con unos 430 habitantes. Su historia queda ligada a la sublevación morisca y la posterior Guerra de las Alpujarras en el siglo XVI, celebrándose actualmente cada mes de mayo la representación de la Paz de las Alpujarras.

Almócita

Almócita, Almería

Siguiendo en el Valle de Andarax, Almócita es el municipio más pequeño que recorremos en esta ocasión, y también uno de los más especiales. Al igual que Padules y que otros tantos municipios del interior de Andalucía, se encuentra en pleno proceso de despoblación y encuentra en el turismo actualmente uno de sus pilares de desarrollo. Para hacer frente a este problema, el municipio ha puesto en marcha un proyecto global de sostenibilidad y de ocupación del espacio público por sus habitantes.

A nivel de patrimonio, su urbanismo andalusí aún pervive, conservándose la Judería, siendo también ejemplo de arquitectura morisca. También es referente en los eventos ocurridos durante la Guerra de las Alpujarras.

Almócita cuenta, además, con un museo al aire libre, que se traduce en arte en la calle que queda impreso en sus muros. Es un pueblo de la alpujarra almeriense de 170 habitantes que te invita a vivir en él, no es casualidad que en el último año cuente con veinte nuevos vecinos.

Fondón

Fondón

En la alta Alpujarra se encuentra Fondón. Desde su mirador se puede contemplar el Mulacén, el pico más alto de la Península Ibérica. Cuenta con senderos para visitar El valle del río Andarax o su patrimonio natural, como fallas, cauces de antiguos ríos, acequias, y también su vegetación. Es el lugar perfecto para degustar platos típicos de la cocina almeriense, como pueden ser el potaje de trigo o unas migas, en bares tradicionales como el Café-Bar Vimar.

Su patrimonio cultural refleja la prosperidad de ciertas fortunas relacionada con la agricultura y la minería entre los siglo XVII y XIX en varios de sus caseríos, como la Casa Palacio de las Godoyas. Es recomendable también la visita a la antigua almazara de Fernando Aguilera, ubicada en un edificio de 1802 y actualmente en desuso, pero en trabajos de recuperación para reconvertir el edificio en un museo donde nos explicaron todo el proceso de elaboración del aceite. Cuentan que su aceite era de una calidad extraordinaria y que en los años 50 contaba con una tecnología muy novedosa.

Laujar de Andarax

Luajar de Andarax, Almería

‘Laujar’ significa regalo; y ‘Andarax‘, era de la vida. Curiosa toponimia la de este municipio en la que los siglos de dominación andalusí aún están muy presentes en su callejero o en sus recetas. Son muy conocidos sus vinos, y, en un paseo por sus calles sorprende la cantidad de fuentes o pilares, como se las llama aquí, ya que se conservan un total de diecisiete.

Esta población es conocida históricamente por ser residencia oficial de Boadbil tras abandonar Granada y entregarla a los Reyes Católicos. La calle principal de Laujar de Andarax tiene por nombre Alcazaba, y se debe precisamente a que era el emplazamiento de la alcazaba, cuyos restos de los siglos XIII-XV aún se asoman por el vecindario.

Alcolea

Alcolea, Almería

Finalizamos la jornada por la Alpujarra almeriense en Alcolea, repitiéndose el mismo esquema de pueblo enclavado en la sierra, arquitectura y pasado andalusí y morisco, rodeado de olivares. A través de una ruta a pie, desde la iglesia de San Sebastián a la Ermita de San Sebastián y San Ildefonso conocimos su historia. En una finca colindante a la Ermita, pudimos apreciar varios olivares centenarios.

Los Gallardos

Los Gallardos, Almería

En la segunda jornada nos dirigimos a la comarca del Valle del Almanzora, en el municipio de Los Gallardos. Cuenta con unos 3000 habitantes, incluyendo una importante comunidad inglesa. La miel es uno de sus productos locales más conocidos. Miel Sierra Cabrera nos dio a probar panal de abeja.

Destaca su cultura teatral. Desde hace 37 años, en la primera semana de agosto celebran la Semana de Teatro. Su Auto de los Reyes Magos es una tradición bien consolidada que se representa desde la Segunda República, siendo recuperado posteriormente hacia los años cuarenta por unos jóvenes, que lo retomaron en los años ochenta al volver a Los Gallardos, tras emigrar en la década de los cincuenta.

Garrucha

Garrucha, Almería

Pueblo de pescadores en origen, mantiene esa actividad junto con la exportación de yeso a través de su puerto comercial y deportivo. Es también uno de los reclamos turísticos de Almería por sus playas y su gastronomía, de la que es conocida sobre todo la gamba roja, que puede probarse en alguno de los restaurantes del paseo marítimo, como el Restaurante Escánez. En su puerto deportivo se puede disfrutar de actividades como travesías en velero, con la Escuela náutica y de ocio Party Levante.

Gamba Roja de Garrucha

El Castillo de las Escobetas, del siglo XVIII, erigido para luchar contra los piratas berberiscos, señala su importancia costera. Su desarrollo llegó en el siglo XIX, de la mano del auge minero, albergando sedes consulares para las embajadas de países como Francia o Inglaterra. A esta época pertenece la chimenea levantada en la zona más alta de Garrucha.

Gracias a la iniciativa de GuadalinfoA una hora de, visitamos varios municipios de la provincia de Almería, descubriendo su historia, sus paisajes, su patrimonio cultural y su gastronomía.

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