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Brunelleschi, Cúpula de la Catedral de Florencia, 1438.

Situada en la ciudad italiana de Florencia, constituye la cubierta del crucero de la Catedral de Santa Marí­a del Fiore. La cúpula representa desde el punto de vista arquitectónico el inicio del Renacimiento y se puede considerar una de las más importantes obras de edificación del siglo XV.

En 1418, se decide convocar un concurso público para completar con una cúpula la Catedral gótica de Florencia. Dicho concurso lo ganó el arquitecto florentino Filippo Bruneslleschi, quien presentó un proyecto revolucionario que muchos pensaron que era imposible de realizar.

Para dicho proyecto Brunelleschi no disponí­a de ningún modelo arquitectónico. Su precedente más próximo era el Panteón de Roma, obra perteneciente a la época clásica romana.

Como se puede observar desde el exterior, la cúpula presenta un perfil apuntado y se caracteriza por ocho nervios realizados en mármol blanco. Entre dichos nervios se utilizaron plementos cubiertos por tejas de barro planas de color rojizo. Esta imagen externa esconde la brillante solución arquitectónica del interior, que no necesitaba una cimbra de madera que soportase la estructura.

«Para dicho proyecto Brunelleschi no disponía de ningún modelo arquitectónico. Su precedente más próximo era el Panteón de Roma, obra perteneciente a la época clásica romana»

La cúpula se eleva sobre un tambor octogonal en piedra que mide cuatro metros de ancho, por lo que Brunelleschi pudo crear dos bóvedas, una interior más gruesa y otra exterior más fina, dejando un espacio vací­o entre ambas donde se crearon pasillos y escaleras que llevan a la parte superior de la cúpula. La bóveda exterior estarí­a parcialmente soportada por la interior durante el proceso de construcción. Pero una vez finalizada, descansarí­a básicamente sobre sí­ misma y sobre un sistema de vigas de refuerzo que se extienden horizontalmente entre los nervios.

Dos años después de la conclusión de la cúpula, en 1436, se realió la linterna prismática que la remata y que contribuye a la iluminación cenital del crucero. Dicha linterna fue construida en mármol blanco con contrafuertes rematados por volutas y todo el conjunto coronado por una esfera de cobre dorado sobre la que se colocó una cruz.

Las dimensiones de la cúpula de Santa Marí­a del Fiore, la convierten en la construcción más relevante del Quattrocento italiano y sí­mbolo de la importancia de la Iglesia cristiana en la sociedad florentina del momento. La obra en sí­ misma también simboliza la importancia de Florencia como núcleo del arte renacentista durante el siglo XV.