Autorretrato Gustave Courbet

Gustave Courbet, Autorretrato, 1843-45, Colección privada.

Enfrentarse a la selectividad es un trance bastante duro por el que todos hemos pasado y que la mayoría ha superado con éxito (tenlo en cuenta antes de desesperarte). Sé que estando a las puertas de los exámenes parece algo insuperable e imposible, pero te aseguro que después acabarás pensando que no era para tanto. Y sé que pensarás esto porque es lo pensé yo y es lo que piensa siempre todo el mundo. Pero eso no significa que puedas relajarte, hay que trabajar duro.

Consejos para preparar el examen de Historia del Arte

Para ayudarte te ofrezco algunos consejos para que puedas superar con éxito el examen de selectividad de Historia del Arte. Ten presente que son consejos generales y no centrados en un modelo de examen concreto, porque la prueba cambia de una comunidad autónoma a otra.

1. Consulta modelos de exámenes de años anteriores

Es muy importante que antes de llegar al examen sepas exactamente con qué te vas a encontrar: las sorpresas no nos gustan. Esto no solo te dará tranquilidad porque conocerás bien el modelo de prueba, sino que te permitirá ser mucho más eficiente a la hora de estudiar. El tipo de examen determinará tu modo de estudiar, porque según qué te pregunten y cómo te lo pregunten necesitarás asimilar un tipo de información u otra. Así que no pierdas tiempo memorizando cosas que luego no te van a servir: analiza bien las muestras de exámenes y céntrate en aquello que te van a pedir.

Modelo de examen de Historia del Arte del año 2014-2015.

2. Practica

Si además de consultar el modelo de examen, te pones a prueba haciendo alguno, mucho mejor. Quizás en la parte teórica no sea tan necesario, pero este ejercicio te va a ser fundamental en las partes más prácticas. En casi todas las comunidades autónomas piden hacer un comentario de una imagen, ¿sabes hacer un comentario de una obra de arte? En algunos sitios piden definir conceptos, ¿sabes construir una definición? Me refiero a que no solo es necesario tener los conceptos en la cabeza, sino que hay que saber darles la forma correcta y llevarlos al papel. La mejor forma de aprender a hacer esto es practicando.

Un modo de practicar los comentarios, por ejemplo, es dedicar unos minutos del estudio a comentar de las obras que memorizas; pero también puedes coger cualquier libro de arte, abrirlo por una página cualquiera y comentar la primera foto que veas, sin saber el autor, sin saber la fecha, sin saber el estilo… porque sin saber nada siempre hay muchas cosas que decir. Esto es fácil que te ocurra en el examen, así que, si vas preparado para enfrentarte a la situación, mucho mejor.

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3. Cuidado con la redacción

Ahondando en la idea anterior, es muy importante que cuides tus textos. La redacción, la ortografía, la estructura, la limpieza… son fundamentales. No basta con que tengas la cabeza llena de datos, tienes que saber plasmarlos sobre el papel de manera adecuada. En primer lugar, porque esto es algo que también se evalúa en los exámenes y especialmente en una asignatura de letras; y en segundo lugar, porque tu examen puede marcar la diferencia con una buena presentación.

Tú ponte en el lugar de ese profesor que tiene que corregir cientos de exámenes que dicen prácticamente lo mismo: algunos tendrán la letra horrible, otros estarán mal redactados… todo lo cual no hará más que aumentar su tedio. Bien, pues tú pónselo fácil: sé claro y ordenado, cuida la caligrafía y la ortografía, subraya, divide en apartados o usa colores si hace falta… cualquier recurso es bueno para ganarte la simpatía de ese profesor que está deseando leer un texto con algún toque un poco diferente. (Este consejo sirve para cualquier examen o trabajo que tengas que hacer en adelante, por cierto).

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4. Si no llegas a todo, simplifica

Memorizar un temario que abarca toda la historia del arte es bastante complicado, lo sé. Pero en el examen te tocará responder preguntas sobre periodos muy diversos, así que estudiarse solo una parte quizás no sea buena opción, porque te arriesgas a dejar en blanco la mitad del examen.

Una solución es aprendernos las cosas de un modo más simplificado para poder tener una visión más global. Por ejemplo, si te es imposible aprender fechas concretas, redúcelas a cuartos de siglo o mitades de siglo. De este modo, aunque no puedas decir un año exacto, puedes aproximarte bastante y dejar claro que sabes a qué periodo pertenece. Si no te da tiempo a estudiarte un estilo entero con todos sus artistas y sus características particulares, apréndete las características generales del estilo –que siempre podrás aplicarlas a todos los artistas que a él pertenezcan– y las obras más importantes de cada artista.

Aunque de este modo no puedas dar muchos detalles, sí podrás ofrecer una visión general y dejar claro que sabes de qué se trata.

Y tú, ¿qué trucos usas?

Por qué estudiar Historia del Arte

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