Pintura de El Greco

El Greco, El Caballero de la Mano en el Pecho, 1578-80, Museo del Prado, Madrid.

El guía turístico o informador turístico es una figura regulada por cada comunidad autónoma. Para conseguir el carnet que da licencia a ejercer esta actividad (un fin algo complicado en algunas zonas), tendrás que consultar la legislación de cada comunidad para conocer cuál es el procedimiento.  Por lo general, suele especificar cuál es el organismo competente que puede convocar los exámenes para conseguir la habilitación.

¿En qué consisten las pruebas?

Como norma general, lo que suelen pedir en el examen son conocimientos sobre el turismo, la historia y el patrimonio de la región y uno o dos idiomas del Marco de Referencia de la Unión Europea. Estos idiomas pueden ser ampliados posteriormente y serán en los que puedas trabajar, ya que aparecerán reflejados en tu carnet.

En algunas comunidades hace bastantes años que no se convocan las pruebas. Sin embargo, en otras como Andalucía, el acceso se ha liberalizado y basta con cumplir una serie de requisitos para conseguir el carnet.

¿Puedes trabajar en otras comunidades autónomas?

Si eres guía en una determinada comunidad autónoma y necesitas ejercer tu trabajo en otra, lo mejor que puedes hacer es consultar qué trámites debes realizar para conseguir la autorización, ya que estas normativas pueden sufrir
modificaciones.

Por otro lado, estos textos legales también determinan el número de personas que un grupo puede llevar y los idiomas en los que un guía puede hacer la explicación. Normalmente está limitado a unas 30 personas y a dos idiomas simultáneos.

¿Puedo asociarme con otros compañeros?

Una vez que tengas el carnet, puedes unirte a alguna de las asociaciones de guías que existen en cada ciudad. En ese caso deberás cumplir, además de con los deberes y obligaciones que exige la ley, con los que la asociación tenga en sus estatutos, así como con las tarifas oficiales que ellos dictaminen.

¿Es mejor ser empleado o trabajar por cuenta propia?

Por otro lado, puedes trabajar por cuenta propia o para una o varias empresas. Si trabajas para una empresa, ellos deben darte de alta en la Seguridad Social y pagar los impuestos que tu trabajo genere, así como pagarte tu sueldo.

Pero recuerda que, si lo haces por cuenta propia, tendrás que darte de alta como autónomo y pagar los impuestos habituales, como son IRPF e IVA. Cuando generes un presupuesto y una factura ten presente cuáles serán los impuestos y gastos que tendrán; ya que si pides una cantidad y comienzas después a restarlos puede que tus ganancias se vean reducidas drásticamente y que lo que te embolses sea una cantidad ridícula. Normalmente, las personas que nos dedicamos a las humanidades solemos tener poca idea de estas gestiones, por lo que contar con los servicios de un gestor para comenzar a trabajar no es una idea nada descabellada.

¿Debo seguir formándome?

Ser guía de turismo es una profesión en la que no debes dejar de formarte para que tus explicaciones estén siempre actualizadas y sean de calidad.

Otra alternativa: ser Intérprete del Patrimonio

Esta figura profesional, relativamente reciente en España (nació en 1957 en Estados Unidos vinculada a los guías de los parques nacionales), es distinta a la del guía de turismo.

¿Cuál es la labor del intérprete?

Si los guías turísticos realizan visitas guiadas a los distintos espacios o rutas patrimoniales, los intérpretes del patrimonio deben hacer comprender no solo la historia, sino también la importancia actual de los monumentos o rutas en las que trabaje. Se sirven de los medios interpretativos que consideren oportunos y que normalmente cada intérprete diseña según sus habilidades y aptitudes.

¿Qué requisitos son necesarios?

Como vemos, además de dotes de comunicación, el intérprete tiene que tener dotes creativas, ya que su trabajo puede consistir en desarrollar una serie de informaciones en diversos formatos para que otras personas las utilicen y no en guiar a un grupo. Así, su labor es interdisciplinar y se mueve entre la educación, la comunicación, la gestión y la creación de materiales afines a la cultura.

¿Cuál es el público de los intérpretes?

Los intérpretes del patrimonio normalmente tienen otro público objetivo que no son los grupos organizados o los operadores turísticos con los que trabajan los guías. Su abanico es más amplio y abarca colegios, grupos no organizados de personas que viven en la misma localidad donde se desarrolla la explicación, grupos profesionales especializados… Para cada uno de ellos los recursos que estos profesionales emplean son distintos, por lo que cada explicación, aunque pueda parecerse en el fondo, es sustancialmente distinta.

¿Cuáles son sus objetivos?

Un buen intérprete del patrimonio es aquel que en su interpretación no se limita a aportar datos, sino que busca una reacción en las personas. Busca una concienciación de la importancia que tiene el patrimonio y busca, de este modo,
promover su salvaguarda.

Actualmente esta figura se está consolidando en España. Desde hace años existe la Asociación de Interpretación del Patrimonio, donde puedes encontrar novedades y más información sobre esta figura profesional.

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