Hirst-Love-Of-God

Damien Hirst, For the Love of God, 2007. (*)

A raíz de la reciente polémica respecto a la subida del IVA de las actividades culturales desde un 8% hasta un 21% debido a que éstas son susceptibles de ser consideradas como mero entretenimiento, Croma Comisarios Culturales ha creído oportuno hacer una reflexión sobre si es incompatible que la cultura sea considerada a la vez como un entretenimiento y como una necesidad humana de desarrollo intelectual.

La filosofía de Croma Comisarios Culturales al respecto es clara: no entendemos las actividades culturales como espectáculo en el sentido peyorativo del término, es decir, no fomentamos el entretenimiento vacío (como ya explicamos en los artículos Nuestra Filosofía: Se acabó el espectáculo comienza el conocimiento y La Civilización del Espectáculo de Vargas Llosa explicada en 12 puntos).

Sin embargo, esto no significa que adquirir un cierto nivel cultural no pueda ser un proceso entretenido. De hecho, la cultura misma proviene del juego, tal y como demostró el historiador holandés Johan Huizinga en su influyente ensayo Homo Ludens. Entendiendo por juego aquella actividad que:

Adorna la vida, la completa y es, en este sentido imprescindible para la persona como función biológica, y para la comunidad, por el sentido que encierra, por su significación, por su valor expresivo y por las conexiones espirituales y sociales que crea, en una palabra, como función cultural

Por tanto, la cultura puede considerarse entretenimiento (o juego) pero no por ello deja de ser necesaria para la realización personal o para el desarrollo de la sociedad. El problema reside en identificar qué actividades son entretenimiento y cuáles no, ya que según los baremos actuales, dependiendo de esta categoría se aplica la subida o no.

El Teatro y el Cine

Por ejemplo, el IVA aplicado a las funciones teatrales y al cine son los que sufren la mayor subida, pero desde luego no está nada claro que una representación de La Vida es Sueño de Calderón de la Barca o la proyección de la película Persona del cineasta sueco Ingmar Bergman pueda ser considerado como simple entretenimiento.

Los Museos y Galerías de Arte

Mientras que las entradas de los museos y exposiciones en galerías de arte, por ejemplo, pasan del 8 al 10%, lo que nos indica que la visión que se tiene de los museos es que no son lugares de entretenimiento sino de conocimiento o, algo peor, de aburrimiento. Todo esto ocurre cuando desde hace más de dos décadas, se viene denunciando la política de exposiciones temporales de algunos museos, que sólo buscan la afluencia masiva de visitantes y cuando hemos asistido a exposiciones «espectáculo» como la que tuvo lugar en la galería White Cube de Londres en el año 2007 en la que se expuso una calavera humana cubierta de diamantes valorada en 50 millones de libras esterlinas realizada por Damien Hirst.

Reflexión Final

En conclusión, como podemos observar, existe una falta total de criterio con respecto a la denominación de “actividades de entretenimiento” y “actividades culturales” y, además, se contraponen como si en ningún caso pudieran existir actividades culturales entretenidas pero a la vez instructivas para los asistentes. Quizás sería más recomendable establecer la división entre actividades de “espectáculo” y actividades “culturales” y no en función del grado de entretenimiento de cada una de ellas, por cierto, factor bastante complejo de medir con exactitud.

(*) Imagen de Portada: Tyrenius. Creative Commons License.