Estamos en una época de grandes efemérides. 2014 fue el año de El Greco, 2015 el de Santa Teresa de Ávila, 2016 el de El Bosco y 2017 será el de Murillo. Así que en Croma también queremos conmemorar el 500 aniversario del fallecimiento de El Bosco, en este caso mediante varios artículos repartidos a lo largo del año en los que vamos a ir profundizando en su vida y en su arte.

Contexto histórico y datos vitales

El Bosco se llamaba realmente Hieronymus van Aken, lo que hace suponer que su familia podría provenir de Aquisgrán, si bien desde finales del siglo XIV o principios del XV ya estaban establecidos en ‘s-Hertogenbosch (Bolduque en español, significa “valle del duque”), una ciudad comercial y agrícola que desde la Edad Media había sido fortificada por su posición estratégica y que en el presente pertenece a los Países Bajos.

De El Bosco no se conoce su fecha de nacimiento, pero a partir de la datación aproximada de un dibujo, un supuesto autorretrato que se conoce por copias y que debió de realizar al final de su vida, se considera que debió de acaecer hacia el año 1450.

Autorretrato de El Bosco

Autorretratro de El Bosco, copia anónima.

Cuando nació, era uno de los principales centros del ducado de Brabante junto a Bruselas, Lovaina y Amberes. A diferencia de las otras tres ciudades, no contaba con vida cortesana, diócesis (que fue establecida en 1559) o universidad, sino que en ella predominaba la clase media.

La vida religiosa estaba presente a través de monasterios, de conventos y de las dos casas de los Hermanos de la Vida Simple, seguidores de la devotio moderna, una corriente tardomedieval que buscaba vivir el cristianismo desde una perspectiva más personal y simple y que contaba con la Imitatione Christi de Thomas Kempis como uno de sus principales baluartes.

Fue en ‘s-Hertogenbosch donde El Bosco nació, vivió y falleció. No se tiene constancia de que abandonara la ciudad, aunque se le presupone un viaje juvenil a Utrecht y otro de madurez al sur de los Países Bajos. Algunos investigadores han propuesto un viaje al norte de Italia en relación con su Crucifixión de Santa Julia, por ser una temática propia de esta zona y poco habitual en Brabante, pero habría que considerarlo más como un encargo de uno de los comerciantes italianos que pasaban por ‘s-Hertogenbosch.

Escultura de El Bosco en Markt, s'-Hertongenbosch

Escultura de El Bosco en Markt, s’-Hertongenbosch.

Su padre, Antonius van Aken (+1478), tres de sus tíos y su hermano Gooseen eran pintores, por lo que su formación como artista acaecería en el seno familiar aunque, de nuevo, no hay datos que lo corroboren. De hecho, su primera aparición es en 1474 junto a dos hermanos y una hermana, en un registro municipal. Pocos años después, entre 1479 y 1481, se sabe que se casó con Aleyt Goyaerts van den Meervenne, una mujer mayor que él, con fortuna propia y de buena familia, que sin duda contribuiría a su estabilidad económica y social.

Su familia estaba relacionada con la Hermandad de Nuestra Señora, de la que recibía encargos, su padre aconsejó a sus dirigentes en algunas ocasiones y se tiene constancia de que Hieronymus ya era miembro hacia 1486-1487. Para ellos realizó, entre 1493 y 1494, una vidriera que se situó en la nueva capilla, un crucifijo hacia 1511-1512 y un candelabro el año siguiente. Además, efectuó una serie de pinturas que se han perdido, probablemente tras la toma de la ciudad en 1629 por las tropas holandesas del príncipe calvinista Federico Enrique, que supuso la destrucción de gran parte del patrimonio religioso figurativo.

detalle el vendedor ambulante el bosco

El vendedor ambulante (detalle), Museum Boijmans Van Beuningen, finales XV-principios XVI.

La última mención que tenemos de El Bosco está fechada el 9 de agosto de 1516, cuando aparece en el registro de la Hermandad de Nuestra Señora la misa de difuntos en su honor.

El Bosco no dejó escritos, por lo que hay que rastrear sus datos vitales en los archivos notariales de ‘s-Hertogenbosch y en los de la Hermandad de Nuestra Señora. Es decir, que en realidad no se tienen más que algunos datos concretos de su persona, y estamos lejos de poder precisar cuestiones como su carácter, su religiosidad y, más aún, qué quiso representar en realidad en sus pinturas.

Jardin de las Delicias

El Bosco, El Jardín de las Delicias. Museo del Prado. 1500-1505.

Estas lagunas infranqueables convierten su figura en una imagen difusa sumamente atractiva, puesto que no hay datos que obstaculicen la interpretación pero, a su vez, la ausencia de cimientos sobre los que sustentar su biografía, su pensamiento y su personalidad se convierten en un inminente peligro ante la imaginación del investigador.

El Bosco es un ser misterioso, tanto por lo hermético de su pintura como por sí mismo, y sin embargo es uno de los artistas más reconocibles y conocidos de la historia de la pintura occidental, admirado prácticamente por todos y, sin duda, un creador que no deja nunca indiferente.

(*) Imágenes: Norio.NAKAYAMA, jimforest y Wikimedia Commons. Creative Commons License.