Entre los días 30 de enero y 3 de febrero se ha celebrado en Ifema la 33 edición de la Feria Internacional de Turismo. FITUR se concibe como un lugar de encuentro entre investigadores y profesionales dedicados al sector turístico. Es además un escaparate del mundo hacia el visitante, invitándole a conocer una amplia oferta de maneras de viajar por todo el globo. Así pues, su carácter ambivalente provoca una doble perspectiva a la hora de acercarnos a FITUR, ya sea como profesional o como visitante.
FITUR como punto de encuentro entre profesionales
Sin duda, FITUR ofrece una buena oportunidad para establecer relaciones entre profesionales dedicados al turismo, y sacar adelante proyectos nacionales e internacionales, potenciando de este modo el sector terciario.
…algo que predomina (…) son sillas y mesas vacías a nuestra disposición, para comenzar lo que puede convertirse en un futuro proyecto de trabajo.
El discurso expositivo es el siguiente: ofrecer un conjunto de servicios dispuestos para el posible turista. En su mayoría, los expositores ofrecen paquetes completos de transporte, hospedaje y rutas turísticas, con claro predominio de aerolíneas y hoteles.
Además de presentar productos turísticos, se realizaron jornadas y otras actividades dirigidas a una especialización profesional dentro del sector, y que convierten FITUR como vía de coloquio entre profesionales e investigadores. Si hay algo que predomina en la Feria Internacional de Turismo son sillas y mesas vacías a nuestra disposición, para comenzar lo que puede convertirse en un futuro proyecto de trabajo.
FITUR como herramienta para el turista
A modo de escaparate del mundo, FITUR nos invita a darnos una vuelta por el mundo. Como posibles clientes del país, sea mediante el organismo público o el sector privado, los stands muestran una recreación de lo que sería una pequeña parcela de terreno de su lugar de origen: nos muestran su cultura a través de su comida, sus gentes o su patrimonio, mediante el merchandising. Como visitantes de FITUR podemos aprovecharnos de ofertas de viaje, sorteos, artículos, regalos y otros souvenirs, además de disfrutar de una puesta en escena muy dinámica y participativa: bailes regionales, degustaciones, y otras actividades que invitan a la participación directa.
A corto plazo, FITUR nos da acceso a una parte del mundo; a largo plazo, nos convierte en posibles futuros turistas de aquel país cuyo expositor más nos haya agradado.
Más allá de FITUR
Como feria internacional de cara al turismo, FITUR es un reflejo de la demanda turística actual, y el estado del mundo actual.
El turismo de masas sigue liderando la demanda social, ya que sacia las necesidades sociales de un viaje complejo en un corto espacio de tiempo por un módico precio, con la posibilidad de poder ofertar una amplia gama de paquetes turísticos que se adapten a nuestro perfil. Del mismo modo, podemos optar por otras vías, como un turismo de alto nivel adquisitivo, o bien un turismo más comprometido con el desarrollo sostenible.
…FITUR es un reflejo de la demanda turística actual, y el estado del mundo actual.
De cara a la Interculturalidad, FITUR ensalza el folclore de cada región como seña de identidad, si bien en muchos casos debería distinguirse cuando es un disfraz y cuando una manera de vivir. La otra cara de la moneda reside en el atuendo y comportamiento de los profesionales turísticos, mezcla de la pervivencia tradicional con las influencias resultantes de la globalización. En cualquier caso, el acercamiento cultural en FITUR, sea como sea, es incuestionable.
FiturSobre la forma de entender el Turismo Cultural, aún queda mucho por cambiar el enfoque del uso de la cultura en general, y de cara al turismo en particular. La explotación del patrimonio natural y cultural a la hora de vender el producto es inapropiada (a veces hasta de mal gusto) en cuanto a la participación masiva, lo cual puede llegar a poner en peligro la conservación de dicho patrimonio, a la vez que tergiversa un modo de vida que ya no existe o que es fruto de la imaginación. Croma Comisarios Culturales entiende el Turismo Cultural como método y herramienta para hacer un turismo más comprometido, mediante la participación directa de la vida diaria del lugar elegido, palpando la experiencia no a través de una burbuja estéticamente diseñada pero hermética al fin y al cabo, siendo el doble objetivo final el desarrollo local del lugar visitado, y nuestro propio disfrute.
La explotación del patrimonio natural y cultural a la hora de vender el producto es inapropiada (a veces hasta de mal gusto).
Croma Comisarios Culturales os invita a que compartáis vuestra experiencia en FITUR, así como vuestra visión a la hora de viajar:
- ¿Cuál es vuestra preferencia a la hora de elegir destino, si campo o ciudad?
- ¿Participáis de la oferta cultural que se os ofrece?
- ¿Planificáis vuestras rutas con antelación?
- ¿Qué tipo de experiencia buscáis?
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(*) Imágenes: Francisco Alvarado.
Natalia García Barriuso
5 febrero, 2013 |
Yo en una ocasión tuve la oportunidad de trabajar en uno de los stand de una feria de turismo (no era FITUR), y la verdad es que la experiencia me resultó de lo más chocante. Digo esto por varias razones, en parte por la gestión interna en algunos aspectos (hablo de mi stand en concreto), pero sobre todo por la actitud del público. Había gente que visitaba la feria con maletas y carros de la compra para llenarlos de folletos (algunos de ellos profesionales del sector, en cuyo caso es perfectamente comprensible, pero otros muchos público en general), que evidentemente cogían compulsivamente y sin mayor interés. Como mucha de esta gente visitaba la feria los primeros días, cuando un visitante realmente interesado en algo te solicitaba información, tu ya no tenías nada para darle porque se había acabado, lo cual resultaba muy frustrante.
El tema merchandising es otra cuestión que me llamó la atención. Para ilustrar lo que quiero decir exactamente contaré una anécdota que ocurrió el último día que estuve ahí: en mi stand se regalaban lápices, y yo cogí un par de ellos para apuntar cosas mientras trabajaba; el útlimo día, cuando ya teníamos el mostrador vacío porque se había acabado todo, dejé un momento el lapicero encima, y en un abrir y cerrar de ojos apareció una mano de una mujer deseosa de hacerse con cualquier regalo que se lo llevó.
Como conculsión, lo que quiero decir es que a este tipo de ferias mucha de la gente que va (y lamentablemente me parece que no es una minoría) lo hace solo para llenarse los bolsillos con regalos, folletos o cualquier otra cosa que sea gratis. De modo que, si la gente se limita a coger compulsivamente la información, el impacto de esta será bastante limitado, lo cual me hace plantearme la efectividad real de dichos acontecimientos. Yo no hablo de las ferias de turismo a nivel profesional, como lugar donde crear contactos e intercambiar ideas, porque en este sentido desconozco las dinámicas; tan solo hago alusión a lo que puede ver trabajando en una durante tres días. Tal vez alguien con más experiencia pueda aportar más.