Existen en España tres únicos ejemplos de iglesias románicas de planta poligonal, lo que hace de ellas casos excepcionales y de gran originalidad: la Iglesia de Santa María de Eunate (Navarra), la Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río (Navarra) y la Iglesia de la Vera Cruz de Segovia. A causa de la rareza de sus plantas, tradicionalmente se habían asociado sus fundaciones a la Orden del Temple, arguyendo en pro de esta teoría que estas iglesias imitaban el Santo Sepulcro de Jerusalén. Sin embargo, las investigaciones modernas han demostrado que no existe ninguna prueba firme que apoye dicha teoría más allá de la propia configuración de la planta. De este modo, la vinculación de estas iglesias con la Orden del Temple no es, en principio, algo demostrable.

Sean cuales sean sus orígenes, unas veces conocidos y otras no, lo cierto es que a su alrededor se ha desarrollado bastante literatura y no son pocas las teorías que sobre sus nacimientos y funciones han surgido.

Iglesia de Santa María de Eunate (Navarra)

Iglesia de Santa María de Eunate (Navarra)

Iglesia de Santa María de Eunate (Navarra).

La Iglesia de Santa María de Eunate se eleva en mitad del campo cerca del pueblo de Puente la Reina, muy próxima al Camino de Santiago. Se levanta sobre un polígono de ocho lados y cuenta con un pequeño ábside –también poligonal– y dos puertas de acceso. Tal vez lo más llamativo del conjunto sea la arquería que rodea la iglesia al exterior, igualmente octogonal pero de planta irregular. De esta solo se conserva una parte –la que luce columnas dobles–, ya que la que apoya sobre pilares pertenece a una reconstrucción del siglo XVII.

Dada la escasa documentación que existe sobre el edificio, son numerosas las dudas y las hipótesis sobre su origen y fundación. Etimológicamente, siempre se ha interpretado que Eunate quiere decir cien puertas en vasco. Sin embargo, este término es bastante moderno y se trata de la evolución de un término originario, seguramente Onat, cuyo significado sería entonces la buena puerta o el buen portillo.
No se conoce con exactitud la fecha de su construcción, aunque se supone construida en la segunda mitad del siglo XII. La referencia más antigua del monumento la tenemos en el documento de cesión del mismo a la Cofradía de Santa María de Eunate en 1219.

El objetivo de su construcción ha permanecido oculto durante mucho tiempo. Esto, unido a la rareza de su configuración, ha dado pie a que a lo largo de los años hayan nacido diferentes hipótesis, todas ellas desestimadas por falta de pruebas documentales:

  • Iglesia parroquial de un pueblo desparecido.
  • Iglesia fundada por una reina puesto que el territorio era morada de vándalos y ladrones.
  • Iglesia de la Orden del Temple.
  • Capilla funeraria y linterna de los muertos.
  • Hospital de peregrinos y albergue.
  • Cementerio de peregrinos.

Lo único que se puede asegurar es que esta iglesia estuvo asociada a la Cofradía de Santa María de Onat casi desde el primer momento (en 1219 se documenta la cesión) y que estuvo en su poder hasta el siglo XVII. Esto hace suponer que su construcción fue llevada a cabo por los propios cofrades como sede central de la congregación. De este modo, todo apunta a que la Iglesia de Santa María de Eunate fue el lugar de oración y de reunión de los cofrades y también su lugar de enterramiento. Pero se sabe que al mismo tiempo fue un sitio importante para las comunidades que se encontraban alrededor, pues se servían de ella como lugar de reunión.

Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río (Navarra)

Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río (Navarra).

Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río (Navarra).

La iglesia de Torres del Río es una iglesia octogonal, a cuyo cuerpo se adosan un ábside circular y una torrecilla también circular que aloja la escalera de caracol de acceso a las partes altas; por encima del cuerpo central se eleva una linterna octogonal. Del conjunto, destaca la esbeltez de la construcción, la cúpula de clara influencia islámica y, en general, toda su belleza y elegancia.

Erigida en pleno Camino de Santiago, su fundación se sitúa en la segunda mitad del siglo XII. Pocos datos se conocen de esta iglesia y de su origen. Se supone que este vino de mano de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén o del cercano Monasterio de Irache. Tradicionalmente se la ha considerado una iglesia de carácter funerario, destinada a dar sepulcro a los peregrinos que iban hacia Santiago. Asimismo, se ha venido aceptando que su linterna alojaría un fuego que serviría de guía a los peregrinos por la noche. Sin embargo, por lo que parece son pocas las pruebas que corroboran dichas afirmaciones.

Iglesia de la Vera Cruz de Segovia

Iglesia de la Vera Cruz de Segovia

Iglesia de la Vera Cruz de Segovia.

La iglesia segoviana consta –a diferencia de las anteriores– de doce lados, a los que se adosaron con posterioridad tres ábsides semicirculares, la sacristía y una torre cuadrangular. Su austero exterior encierra un sorprendente interior, presidido por un edículo central de dos pisos que sustenta una bóveda anular.

Fundada a principios del siglo XIII, se la supone obra de la Orden del Santo Sepulcro. En 1531, a raíz de la unión de esta orden con la de San Juan de Jerusalén, la iglesia pasa a pertenecer a la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, que surge como resultado de la fusión. En la actualidad ha pasado a pertenecer de nuevo a esta orden, que tomó posesión del templo en 1951. En el intermedio la iglesia fue, entre otras cosas, iglesia parroquial del cercano pueblo de Zamarramala.

Se desconoce el uso exacto que la orden hizo del templo, pero se piensa que en la parte superior del edículo se velaban las armas antes de las cruzadas y en la parte inferior se llevaban a cabo actos penitenciales.

Si estás cerca de alguno de estos monumentos y te es posible visitarlo, te invitamos a que lo hagas, disfrutes de su exótica belleza y compartas tu experiencia con nosotros.