Teatro Anatómico Padua

Teatro Anatómico de la Universidad de Padua. (*)

En cierta medida, viajar a Italia es viajar en el tiempo, ya que su rico patrimonio histórico nos transporta a otro momento histórico. Normalmente pensamos en visitar sus maravillosas iglesias, los restos que nos dejó la Roma clásica, renacentista o barroca y los espacios donde se albergan las obras de sus principales artistas.

Sin embargo, y es algo que no se nos debería olvidar, en Italia se encuentran algunas de las más antiguas e importantes universidades de Europa, por donde han pasado un gran número de personalidades tales como Guglielmo Marconi o Nicolás Copernico.

Los Teatros Anatómicos

Lección de anatomía del Dr. Tulp - Rembrandt

Rembrandt, Lección de anatomía del Dr. Tulp, 1632. (*)

Llegados a este punto nos gustaría que todos pensarais en la Lección de anatomía del Dr. Tulp, de Rembrandt, o en algún retrato grupal del estilo, que eran tan habituales en la época. Hoy nos parecería extraño aprender de esa forma, pero era lo común cuando los avances tecnológicos brillaban por su ausencia.

Afortunadamente se han conservado algunos espacios donde se estudiaba anatomía en Italia, los llamados teatros anatómicos, donde, como en el cuadro de Rembrandt, el profesor diseccionaba un cadáver ante la atenta mirada de los alumnos que, sentados en las gradas de estas aulas, aguantaban como podían los fuertes olores y la atmósfera casi irrespirable mientras atendían a la explicación.

En Italia se encuentran algunas de las más antiguas e importantes universidades de Europa, por donde han pasado un gran número de personalidades tales como Guglielmo Marconi o Nicolás Copernico

Antes de que estos espacios fueran permanentes, las clases se realizaban en lugares provisionales que se montaban y desmontaban para ello, pero la creciente necesidad de saber cómo funcionamos internamente hizo que se crearan salas dedicadas a este fin.

El Teatro Anatómico de la Universidad de Padua

Es el teatro anatómico permanente más antiguo donde se empezó a estudiar anatomía, gracias a una bula papal que permitía diseccionar los cuerpos de extranjeros ajusticiados en Padua. Todo aquello que hayas escuchado acerca de la existencia de canales en el subsuelo de la ciudad que llegaban a la Universidad y que eran usados como medio para transportar cuerpos de manera ilegal hay que dejarlo en el apartado de leyendas porque nunca existieron, aunque siempre es interesante conocer los dimes y diretes de la población.

Este espacio se completó en 1595 dentro del Palazzo del Bo’, donde aún hoy se encuentra. Todavía sigue asombrando a propios y extraños debido a su forma, un verdadero anfiteatro de madera con forma de embudo con estrechos bancos corridos para que los alumnos se sentaran, y eran angostos para que, si se desmayaban, no cayeran al suelo, y con un espacio central con un sillón para el profesor y con una mesa que se subía desde una pequeña sala inferior por donde se “acomodaba” al cadáver.

No debemos imaginar este teatro como un espacio cómodo, sino más bien todo lo contrario:

  • Clases largas, con unas 200 personas.
  • Fuertes olores.
  • Sin apenas ventilación ni luz natural, solo la de las velas.

Es ahora cuando entendemos el por qué de los espacios angostos por si ocurrían desmayos

Habitualmente se ha venido creyendo que fue Girolamus Frabricius ab Acquapendente quien financiara este proyecto ya que su nombre aparece en la puerta y su escudo en el Salón de Medicina anterior al teatro, pero lo más probable es que se construyera con fondos públicos. Lo que sí es cierto es que Acqupendente fue el más brillante anatomista de su tiempo y el único que impartió clase en este teatro durante 30 años.

El diseño de este espacio, aunque tampoco se sabe con total certeza se ha atribuido a Fray Paolo Sarpi. Sea como fuere, este teatro anatómico sirvió de modelo para otros como el de Leyden, Copenhague, Berlín o Amsterdam. Entre sus más famosos profesores hasta su cierre en 1872 cabe destacar a Gabrielle Fallopio, Andrea Vesalio, William Harvey o Gianbattista Morgagni.

Teatro Anatómico de la Universidad de Bolonia

Teatro anatómico Bolonia

Teatro anatómico de la Universidad de Bolonia. (*)

Posterior en el tiempo al de Padua, este teatro fue un cambio en el diseño de estos espacios. Construido en 1637 en el Archiginnasio, antigua sede de la Universidad, siguiendo el diseño de Antonio Levanti, presenta una sala cuadrangular más amplia que el anterior aunque construido también en madera.

En el centro está la mesa de disecciones y alrededor de ellas las gradas. aquí el problema de estrechez con que contaban los profesores de Padua ha desaparecido y éstos se podían mover con más soltura por el aula en el caso de que tuvieran que hacerlo.

La Cátedra del Lector

Teatro anatómico Bolonia

Cátedra del Lector, Teatro anatómico de la Universidad de Bolonia. (*)

En uno de los lados más cortos de la sala se encuentra La Cátedra del Lector, cubierta por un baldaquino sostenido por dos figuras llamadas gli spellati (los despellejados), que hace alusión a la función que tenía este teatro dentro de la Universidad.

Frente a ella, en la pared opuesta, se encuentra la escultura de Gaspare Tagliacozzi, médico boloñés y precursor de la rinoplastia, tanto es así que sostiene en su mano una nariz. Junto a él, en el primer cuerpo, aparecen una serie de esculturas de los médicos más importantes en la historia de la medicina como:

  • Galeno.
  • Hipócrates.
  • Girolamo Fracastoro.
  • Mondino de Liuzzi.

Más arriba hay un friso con escudos y una galería de bustos de otros médicos y anatomistas.

La Cubierta

Teatro anatómico Bolonia

Cubierta del Teatro anatómico de la Universidad de Bolonia. (*)

Concluyendo la decoración nos encontramos con una maravillosa cubierta acasetonada, atribuida a Matteo Barboni y Lorenzo Tinti, donde aparecen los dioses paganos y signos zodiacales, y es que era frecuente en Europa, debido a las tradiciones médicas difundidas por los árabes, asociar las diversas partes del organismo a un signo astral, una forma de concebir al hombre y su biología dentro del cosmos. En el centro aparece Apolo, protector de la medicina y padre de Asclepio, dios de la medicina, rodeado de Hércules, Perseo, Andrómeda o la Hidra entre otros.

Lamentablemente, durante la II Guerra Mundial, Bolonia fue bombardeada y una de estas bombas cayó en el Archiginnasio, y aunque por suerte lo hizo en el patio, fueron muchos los daños causados en el edificio y en la sala del teatro anatómico, que rápidamente fue reconstruido, ya finalizada la contienda, usando sus propios restos encontrados entre los escombros.

En conclusión

Como hemos podido comprobar, el patrimonio italiano no sólo es histórico-artístico, sino que también conserva un gran legado educacional que nos puede servir, entre otras cosas, para analizar como ha evolucionado la enseñanza.

Si vas a ir a algunas de estas dos ciudades no dejes de visitar sus teatros anatómicos porque seguro que no te defraudarán.

(*) Imágenes: Wikimedia Commons / Elaboración propia. Creative Commons License.