Machiaoli

A partir del 12 de septiembre podrás visitar la primera exposición realizada en España sobre el movimiento italiano llamado Macchiaioli. Un grupo de jóvenes artistas que entre los años 1855-1870 revolucionan la pintura italiana del siglo XIX mediante técnicas innovadoras que anticipan al Movimiento Impresionista Francés sobre todo por su oposición a la pintura académica de la época y por su interés por pintar al aire libre.

Esta exposición que puedes visitar en la Fundación Mapfre del Paseo de Recoletos 23 está producida por el Musée d’Orsay y el Musée de l’Orangerie de París donde se pudo visitar con anterioridad. Las aproximadamente setenta obras que se encuentran en ella proceden en su mayoría de Italia, tanto de colecciones privadas como de Instituciones importantes tales como Palazzo Pitti de Florencia, Istituto Matteucci, Macchiaioli en Viareggio (Toscana) la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, la Galleria d´Arte Moderna de Milán, la Fondazione Musei Civici di Venezia, la Galleria Internazionale d´Arte Moderna di Ca’Pesaro de Venezia, el Museo Cívico Giovanni Fattori.

¿Quiénes fueron los macchiaoli?

Los Macchiaioli fueron un grupo de artistas italianos procedentes de la Toscana, en su mayoría de Florencia y de otras partes de la península italiana que se dedicaron a la investigación de la pintura y cuya finalidad residía en alcanzar un nuevo arte opuesto a la pintura académica que imperaba en aquel momento, es decir, al Romanticismo y al Neoclasicismo. Su nombre Macchiaioli significa “manchistas”, es decir, procedente de la palabra italiana macchia, en español mancha. En un principio la palabra Macchiaioli tenía un sentido peyorativo, ya que desde el siglo XVI se llamaba macchia a la idea primera que se tenía de la obra, a los bocetos apresurados. Las obras de estos artistas fueron consideradas simples esbozos o ejercicios de pintura. Esto explica el escaso éxito que contaron en vida. Sin embargo, estos artistas van a protagonizar una importante revolución en la pintura europea rompiendo con el romanticismo y utilizando la técnica novedosa à plein air.

Buscaban una pintura verdadera y optaron por representar el paisaje del natural que les permitía alcanzar una nueva realidad. Fueron pintores de paisajes, de la vida campesina y de escenas costumbristas que reflejan la vida burguesa, son también pintores de historia, y representan temas relacionados el deseo de unidad italiana, por la que también son artistas que combaten como soldados.

En numerosas ocasiones se han señalado las afinidades entre el grupo de los Macchiaioli y los Impresionistas. No hay duda de que ambos movimientos compartían el mismo interés por la nueva visión de la naturaleza, por el color y por el distanciamiento con la pintura académica. Sin embargo, también se diferenciaban: por un lado los Impresionistas lograban alcanzar una nueva visión de la realidad mediante la luz y el color fragmentando la pincelada y los Macchiaioli, sin embargo, utilizan las manchas (macchia) para construir una imagen simplificando la visión tradicional y las perspectivas escenográficas y retomando así las fórmulas del siglo XV.

Aparte de esa influencia que ejerce esta pintura en Francia, es curioso cómo no nos es del todo ajena y se pueden observar influencias en nuestra pintura española del siglo XIX. Esto lo puedes comprobar sobre todo en la luminosidad de las obras, que nos recuerda en numerosas ocasiones a la pintura de Mariano Fortuny.

Entre los artistas protagonistas de esta exposición que ejercieron una gran influencia tanto dentro como fuera de Italia destacan: Giovanni Fattori, Telemaco Signorini, Giovanni Boldoni, Cristiano Banti, Silvestro Lega, Giuseppe Abbati, Odoardo Borrani, Vincenzo Cabianca.

En el Caffè Michelangiolo

Los Macchiaioli en el Café Michelangiolo. Fotografía de 1856.

Los Macchiaioli en el Café Michelangiolo.
Fotografía de 1856.

En el Caffè Michelangiolo, que se encontraba en lo que es ahora la Vía Cavour de Florencia, cerca de la Piazza del Duomo y de la Piazza San Marco y muy cerca de la Accademia di Belle Arti: reino de la pintura oficial, se reunían artistas e intelectuales en una sala donde se intercambiaban ideas y se reflexionaba sobre arte pero sobre todo fue el lugar que contribuyó a la renovación de la estética pictórica tradicional. A partir de 1855 este lugar empieza a ser frecuentado por los llamados Macchiaioli que además de entrar en contacto con otros artistas florentinos, lo hacían también con artistas extranjeros como Manet o Degas.

Diego Martelli será el elemento de unión de todos estos artistas y acabará siendo el crítico y principal mecenas del grupo.

La exposición inicia con una serie de retratos de algunos de estos pintores que dan testimonio de la amistad que los unía y de las innovaciones que iban marcando. Estos retratos se alejan de las directrices de la pintura académica, son retratos de pequeño formato donde los personajes se colocan en poses cotidianas, al natural y realizados mediante manchas.

Giovanni Boldini, Giovanni Fattori en su taller

Giovanni Boldini. Giovanni Fattori en su taller, 1866-1867.
Óleo sobre tabla. 13×24 cm. Coll. Intensa Sanpaolo, Galleria d´Italia.

Los orígenes

Algunas de las obras que encontramos en esta sección todavía utilizan una técnica rápida con grandes contrastes de claro-oscuro que siguen la práctica que tenían los artistas a la hora de realizar los bocetos de cuadros de historia. Lo realmente innovador quizás sea la elección de escenas de la vida moderna.

Destacan paisajes donde se observa el distanciamiento del Romanticismo histórico y se crean paisajes de mayor amplitud carentes de esa idealización académica. La perspectiva se realiza mediante planos sucesivos y se adopta una visión moderna del paisaje. La escuela napolitana también está presente con paisajes de ambientación histórica y con fuertes claroscuros realizados con manchas muy contrastadas.

Cabianca_Ritorno_dai_campi

Vicenzo Cabianca. Regreso de los campos, 1862.
Óleo sobre lienzo, 75×151 cm. E.Angiolini, Bottega d´Arte. Livorno.

Conquista del aire libre

La importancia de la revolución de estos artistas reside en su decisión de pintar al aire libre y su experimentación con las manchas. La representación de la naturaleza de manera directa y ausente de pautas académicas. En esta sección destacan los paisajes toscanos (La Spezia, Livorno o Castiglioncello) bañados por una intensa luz y por fuertes claroscuros. Los Macchiaioli colocan las manchas de color unas junto a otras en oposición para provocar esos contrastes de luz y sombra.

Los formatos de estas obras son rectangulares y muestran amplios paisajes de espacios bastante abiertos que dotan a las obras de una gran monumentalidad. Destacan numerosas escenas de campesinos.

Telemaco Signorini. La Sirga en Le Cascine de Florencia

Telemaco Signorini. La Sirga en Le Cascine de Florencia, 1864.
Óleo sobre lienzo, 54×173,2cm. Colección particular.

El desarrollo de la «Macchia»

Muchas de las obras de estos artistas fueron realizadas en tablitas de madera de pequeño formato, algunas de ellas de apenas 15 centímetros de alto. Muchas de ellas eran reutilizadas y permitían ser transportadas con facilidad para poder pintar al aire libre. Los artistas aplicaban el color del óleo dejando al descubierto algunas vetas de la madera con tonos ocres que ayudaban a acentuar esos contrastes lumínicos. La utilización de estas tablitas de madera responden a influencias que proceden del Trecento y del Quattrocento italiano.

Compromiso con la unidad italiana

Giovanni Fattori. La Guardia

Giovanni Fattori. La Guardia.
Óleo sobre lienzo. 1871.

El movimiento de los Macchiaioli coincide con importantes acontecimientos en Italia. Durante la primera mitad del siglo XIX surge un importante movimiento patriótico-nacional llamado Risorgimento cuya finalidad es la creación de un Estado Nacional italiano. A pesar de que surgieron numerosas divisiones políticas, a la vez fue surgiendo un sentimiento nacional en todas las clases sociales.

Los Macchiaioli se ofrecen como voluntarios en las campañas a favor de la unidad italiana. Estos cambios y luchas también influyeron decisivamente en su deseo de crear un arte nuevo de acorde con los nuevos cambios. En este sentido empiezan a reflejar fieles a su compromiso la batallas patrióticas.

El retrato

A pesar de la cantidad de paisajes realizados por los Macchiaioli, el retrato también gozó de mucha popularidad y como resultado del alejamiento de esa pintura académica, estos artistas estaban interesados en el posado natural del modelo y la cotidianeidad del ambiente que lo rodeaba. En sus retratos también influyó decisivamente la fotografía, en la instantaneidad del momento y en la espontaneidad.

Pintura de la intimidad y dispersión del grupo

Signorini - Non potendo aspettare

Telemaco Signorini. Sin poder esperar la carta. 1867
Óleo sobre lienzo, Galleria di Piazza Scala, Milán.

Posteriormente al período de experimentación de la mancha que tiene lugar en Castiglioncello, algunos artistas se instalan en Piagentina concretamente Silvestro Lega, Odoardo Borrani y Telemaco Signorini . Estos artistas huyen de la ciudad de Florencia, que a partir de 1866 sufre importantes cambios en su trazado urbanístico, sobre todo debido al derribo de las murallas y la expansión de la ciudad más allá del centro histórico para así parecerse a las demás ciudades europeas y americanas. Es por este motivo que algunos artistas se aíslan en Piagentina y empiezan a realizar retratos íntimos de la burguesía, que, para los macchiaioli, debía de ser la clase dominante de la nueva nación italiana. Se produce una relectura del Quattrocento italiano y vemos también cómo se pone de manifiesto la necesidad de recuperar el Quattrocento florentino como una tradición propia, transformando un vocabulario antiguo en un lenguaje renovado y adecuado a los tiempos modernos y acorde con el sentimiento nacional italiano.

La dispersión del grupo tuvo lugar un año después del cierre del Caffè Michelangiolo. Las muertes de dos de sus componentes marcan el agotamiento de esta experimentación. Muchos de estos artistas se sienten atraídos por el ambiente parisino. Algunos se establecen definitivamente allí y otros pasan largas temporadas.

Influencias en la pintura española: Mariano Fortuny

Para finalizar la exposición se ha querido dedicar una sección al pintor catalán Mariano Fortuny, uno de los más importantes representantes de un género que se estaba cultivando en Europa al mismo tiempo que el movimiento de los Macchiaioli. Esta pintura de pequeño formato, ambientada en siglos pasados y mediante una técnica depurada y preciosista.

Este género fue criticado por los mismos Macchiaioli ya que consideraban que el arte debía de ser verdadero. La consideraban una pintura fácil y comercial: destinada al mercado burgués europeo y americano.

En esos mismos años en Italia, surgía un intenso debate entre los que defendían esta pintura de género más comercial y los defensores de la “macchia”, de una pintura verdadera y libre.

Sorprendentemente en estos mismos años, el artista Mariano Fortuny se cansa de seguir las pautas dictadas por esa pintura más comercial y decide encaminarse hacia una pintura mucho más libre y personal más acorde con los Macchiaioli.

En el año 1861, Fortuny visita la Exposición Nacional en Florencia donde se exponían algunas obras de los Macchiaioli entre los que destacaban Domenico Morelli o Vincenzo Cabianca donde aplicaban esos contrastes de claroscuros mediante manchas en temas históricos. Anteriormente a este viaje Fortuny había estado en África donde pudo percibir esos fuertes contrastes lumínicos que se observan en sus obras.

fortuny

Mariano Fortuny. Corral de Toros. 1866. 27×84,5 cm. Musée des Beaux-Arts, Lyon.

Poco después de su viaje a Florencia, Fortuny empieza a utilizar un formato apaisado y una concepción espacial muy acorde con el movimiento de los Macchiaioli, sobre todo en sus obras de 1862 realizadas en su segundo viaje a Marruecos. Ese interés por la pintura al aire libre y por los fuertes contrastes lumínicos posteriormente quedarán reflejados en sus obras de temática orientalista por lo que podemos destacar la fuerte influencia de los Macchiaioli en la pintura española de finales del siglo XIX, primero en Fortuny y posteriormente en Pinazo y Sorolla.

La exposición termina con un interesante vídeo sobre la película Gattopardo del director italiano Luchino Visconti y es que Visconti siempre estuvo atraído por la pintura de los Macchiaioli, por sus paisajes, los trajes que representa y la temática bélica del Risorgimento. Características que vienen reflejadas en dos de sus películas: Gattopardo y Senso.

En definitiva, los Macchiaioli son un movimiento aún por descubrir. Se han realizado pocas exposiciones de este movimiento todas en Italia y la pasada temporada en de l´Orangerie de París, por lo que nos encontramos ante una oportunidad única de conocer un movimiento aún poco conocido que revolucionó la pintura. ¿Te lo vas a perder?