Todo historiador del arte tiene que enfrentarse, antes o después, al estudio de la mitología grecolatina, al menos para comprender el arte occidental.

Y es que los mitos han sido fuente de inspiración para los artistas mucho después de que desaparecieran las personas que creían en ellos. Es más, algunos de los dioses y héroes clásicos han sabido adaptarse a los tiempos para convertirse en símbolos y alegorías morales, buenas o malas según el momento, y por ello vemos surgir temas como Hércules en la encrucijada de Carracci o el concepto de la mujer fatal en las Esfinges de von Stuck.

Pero a lo que íbamos, que hay que saber de mitología, y dependiendo de la época artística que más te interese, ese conocimiento debe ser más o menos amplio.

Así, para estudiar la Antigüedad, la Edad Moderna y gran parte del siglo XIX es fundamental, tanto como saber sobre iconografía cristiana. Nombres como Renacimiento o Neoclasicismo ya dan las claves de por dónde van a ir los intereses, pero el Barroco no se queda atrás. Si lo que más te interesa es el arte medieval o el del siglo XX tampoco te libras, pero sí es cierto que no es tan necesario profundizar demasiado.

El primer libro de mitología griega

La mitología clásica es un mundo complejo y adentrarse en él, superando lo meramente superficial, puede dar vértigo. Imagina que cuando se escribió el primer libro de mitología griega del que tenemos constancia, allá por el siglo VIII a.C., estaba recopilando historias que llevaban generaciones transmitiéndose de forma oral en un territorio de ciudades-estado, muchas separadas por el mar, es decir, que cada población contaba su propia versión.

Añade que hasta el siglo III d.C. siguió estando vigente, con los añadidos y modificaciones propios de once siglos de escritura (y algunos antes de difusión oral). En un mismo mito nos podemos encontrar distintas versiones, tanto de nombres como de sucesos, o fallos cronológicos (que aparezca alguien que no debería haber nacido aún, por ejemplo).

Para comprender a lo que nos enfrentamos, yo lo visualizo como si se tratara de una red, cada personaje es un hilo que, al cruzarse con otro, genera un nudo, es decir, no se puede estudiar de forma lineal, sino que siempre hay que volver hacia detrás o hacia los lados.

¿Conocer la mitología a través del cine?

Para colmo, a diferencia de otras cuestiones relacionadas con el arte el cine, más que ayudarnos, entorpece, y mucho. No se puede conocer mitología a través de él, o mejor dicho, se podría si no se inventaran los hechos, pero como es lo que suele ocurrir en la práctica totalidad de las películas (no importa si es cine clásico o más actual), si no estáis familiarizados con el mito alejaos de ellas.

Las hay que sólo toman los nombres y alguna característica del personaje, como, por ejemplo, Furia de titanes (Louis Leterrier, 2010). Otras, más fidedignas, se permiten licencias impensables, sólo hay que recordar que en Troya (Wolfgang Petersen, 2004) Héctor mata a Menelao, cuando es de los pocos supervivientes del conflicto.

Hay excepciones, claro, por ejemplo Las troyanas (Michael Cacoyannis, 1971), que sigue de manera fidedigna el texto de Eurípides, pero no esperéis acción ni efectos especiales, sólo mucho texto.

Pero tampoco hay que asustarse y darlo todo por perdido. De hecho, es justo al contrario, hay que tener cuidado porque el estudio de la mitología clásica engancha, os lo confiesa una profesora de Mitología clásica a través del arte desde hace ya varios años.

Así que aquí os traigo mi lista de libros básicos para adentrarse en este fascinante mundo. Faltan muchos, muchísimos libros, pero estos son los que yo uso constantemente para mis clases, a los que vuelvo continuamente.

Diccionarios y manuales de mitología

Casi toda la mitología en un único libro, con los mitos resumidos en lenguaje actual y en ocasiones, explicando su significado. Cuando las hay, suelen incluir distintas versiones de un mismo mito. Para mí, los dos fundamentales (que además se complementan muy bien) son:

GRIMAL, Pierre, Diccionario de mitología clásica. Barcelona, 1981

Es El Libro, con mayúsculas, si sólo pudiera tener un libro de mitología sin duda sería éste. Aunque fuera escrito en 1951, nadie lo ha superado todavía y es de consulta obligada para cualquiera que quiera adentrarse en el tema.

De hecho, se lo conoce simplemente como “el Grimal”.

Es un diccionario de prácticamente todos los personajes mitológicos ordenados alfabéticamente, claro, conciso, sin rodeos pero sin escatimar datos.

Marca los que son netamente romanos, para poder distinguirlos sin romper la idea de diccionario, y al final tiene un índice de personajes con las páginas en los que se han nombrado.

Además, cada personaje incluye a pie de página las referencias a los textos clásicos en los que aparece mencionado, por lo que es el punto de partida para una consulta más profunda.

GALLARDO LÓPEZ, María Dolores, Manual de mitología clásica. Madrid, 1995

Es un gran libro, muy completo y bien explicado sin ser una lectura pesada. Aporta informaciones más allá de los propios mitos que vienen muy bien para entender mejor el contexto y al propio personaje. Su estructura es muy original: a los dioses por generaciones y elementos y a los mortales por geografía.

También un clásico:

GRAVES, Robert, Los mitos griegos. Madrid, 1985 (dos volúmenes)

Algo menos completo que los anteriores, es decir, deja más personajes sin tratar, aunque es muy minucioso en los que sí incluye, incorporando además notas al pie de las fuentes de las que toma los datos.

Es una narración más novelada, por algo a Graves se lo conoce por su Yo, Claudio, lo que facilita su lectura sin dejar de ser lo que es, un manual y no una novela. Reconozco que, de los tres, es el que menos uso con diferencia, pero merece ser citado en esta lista.

Temas concretos de mitología

ELVIRA BARBA, Miguel Ángel, CARRASCO FERRER, Marta, Los mitos en el Museo del Prado. Madrid, 2018

El título ya lo dice todo: explica las obras mitológicas del Prado (no todas, por supuesto, eso sería inabarcable), ordenadas cronológicamente, con explicaciones artísticas en referencia a cómo el arte acude a la mitología clásica en cada época.

Y es que no podemos olvidar que este museo atesora una colección espectacular de temas mitológicos de artistas de primer nivel. Su primera edición es de 2018, así que se trata de un libro nuevo.

Los dos siguientes están en italiano. Los compré así y consultando en Internet no veo que se hayan traducido al español, es una lástima pero aún así me parece que merecen estar en esta lista, porque los he usado bastante.

Más que de mitología propiamente dicha, sirven para entender a las personas que crearon y creyeron esas mitologías, cada uno partiendo de uno de los grandes temas de la humanidad: la muerte en el caso griego y el amor para el romano.

No creo que se pueda entender realmente en profundidad un sistema de creencias, tradiciones, modos de entender el mundo y organizar la vida, como es una religión, sin conocer a las personas que hay detrás, y precisamente para eso sirven estos dos libros.

PORCARO, Michele, Thanatos, la visione della morte nel mondo greco. Mozzecane, 2017.

Una aproximación a cómo los griegos entendían y convivían con la muerte, desde varios enfoques: el mitológico, por supuesto, incluyendo los lugares de ultratumba y los cultos mistéricos. Pero también trata el plano legislativo y el filosófico, la cultura funeraria y las tumbas, el suicidio y la muerte por la patria, los juegos y rituales fúnebres y la venganza.

DOSI, Antonietta, Eros, l’amore in Roma antica. Roma, 2008

Aunque la base sea el amor entendido desde un concepto amplio (quizás mejor sería hablar de sexualidad), es un interesante libro sobre la evolución de la moralidad romana desde Catón al cristianismo. Sirve para entender la esencia del romano en cada época: su educación, sus costumbres (tradiciones, ritos, matrimonio, fiestas, qué estaba bien visto y qué no), la bisexualidad, el cambiante interés por Grecia.

Fuentes clásicas

Acabo por donde, quizás, debería de haber empezado, acudiendo a los escritores griegos y romanos.

Los he dejado para el final deliberadamente, puesto que enfrentarse directamente a un libro escrito hace 2500 años o incluso más puede ser contraproducente, ya que en ocasiones son lecturas pesadas con estructuras complicadas, con repeticiones y enumeraciones interminables, o situaciones incomprensibles para el hombre actual.

Cuando ya conoces las historias y el contexto que las rodea te mueves con más soltura, aunque siga habiendo partes (o libros completos) que te cueste la vida leer. Mi consejo es tan simple como que, si tras un esfuerzo razonable sigues sin disfrutarlo, lo dejes, ya que afortunadamente no son necesarios para tener la información sobre el mito.

Dale una oportunidad y no lo abandones en la primera carilla, porque muchas veces simplemente necesitamos acostumbrarnos a una manera diferente de escribir, pero tampoco te desesperes si ves que no, porque de verdad, no pasa nada.

Eso sí, es importante que tengan una buena introducción, comentarios y notas al pie para aclarar cuestiones y añadir información. Y si al final incorporan un índice de personajes con las páginas en las que aparecen, os puede venir muy bien.

Para mí, los dos principales son:

HESÍODO, Teogonía

Es una lectura sencilla y rápida a pesar de ser del siglo VII a.C., y no es muy largo. Parte del caos y cuenta la formación de la tierra, los dioses primordiales y los primeros dioses, las dinastías hasta que Zeus logra el poder y el origen de algunos de los hijos de los dioses olímpicos.

OVIDIO, Metamorfosis

Básico por la cantidad de información que incluye, ya que al ser romano (de época de Augusto) los mitos están ya totalmente desarrollados. Es fácil y cómodo de leer. Como su nombre indica, se trata de una sucesión de mitos en los que hay una transformación física. Se puede leer completo o simplemente el mito que interese, porque se abren y cierran con claridad (por eso es importante que la edición tenga índice).

Aparte de estos dos, el abanico de lecturas es muy amplio: las tragedias teatrales se centran prácticamente en exclusiva de un tema concreto de la mitología pero no siempre son una lectura fácil (Esquilo, por ejemplo, no suele serlo).

Algunas de las grandes sagas se conocen principalmente por el teatro, destacando los ciclos de Clitemnestra-Electra-Orestes y de Edipo y sus descendientes, pero los hay de muchísimos pasajes mitológicos. Es curioso ver cómo cada dramaturgo modifica el mito o le da un enfoque diferente. Si os interesa un tema concreto, es una buena idea que tras informaros acudáis al teatro.

Por supuesto, están las grandes epopeyas, recalcando Homero con la Ilíada (final de la Guerra de Troya) y la Odisea (aventuras de Odiseo de regreso a Ítaca), y Virgilio con la Eneida (viajes de Eneas).

Son obras muy largas que requieren mucho tiempo y paciencia, Homero tiene capítulos especialmente lentos y densos. Tampoco hay que leerlas completas, sobre todo los dos libros de viajes, sino que puedes centrarte en el pasaje que interese en ese momento.

Evidentemente faltan muchísimas obras, pero es que ésta no es una bibliografía exhaustiva ni pretende serlo, sino la mía, la que más uso para prepararme las clases, para recordar y ampliar conocimientos.

Breve pero da para mucho, ya veréis.