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Mies Van der Rohe, Nueva Galería Nacional de Berlín.

En 1962 el arquitecto alemán Mies van der Rohe recibió el encargo de construir en Berlín Oeste un edificio que sirviera para albergar las colecciones de arte del siglo XX de la ciudad y para realizar exposiciones temporales.

Estas dos instalaciones debían reunirse en la que iba a ser la Galería del Siglo XX, pero en 1965 la colección del siglo XX se fusionó con la de la Nationalgalerie de la Fundación para el Legado Cultural Prusiano y el conjunto fue rebautizado como Neue Nationalgalerie, una de las principales estructuras del centro cultural de los alrededores de la Kemperplatz.

Centro Cultural de Berlín Occidental

El gobierno de Berlín había adquirido varios años atrás un solar para el nuevo centro cultural (KulturForum) en una zona de la ciudad devastada por la guerra donde antes de 1939 se alzaban mansiones y embajadas. La idea era crear en esta zona de la ciudad un espacio que fuera el reflejo del nuevo Berlín occidental en contraposición al Berlín soviético, por este motivo, se decidió contar con el trabajo del arquitecto moderno por excelencia, es decir, Mies van der Rohe, que además había trabajado en Berlín desde principios del siglo XX y había sido director de la prestigiosa escuela de diseño bauhaus en esta misma ciudad.

Para poder comprender el alcance del proyecto de construcción de la Nueva Galería Nacional, es preciso atender a los criterios que se tuvieron en cuenta en la redacción del proyecto inicial, en el que se especificaba que el edificio debía contar con un largo espacio para exposiciones temporales de pintura y escultura, pequeños espacios para la colección permanente y un jardín de esculturas al aire libre, además de espacios interiores destinados a la administración y servicios.

El Proyecto de Mies Van der Rohe

Atendiendo a estos requerimientos diseñó un edificio moderno, en el que puso en práctica todas aquellas enseñanzas que había adquirido a lo largo de su trayectoria como arquitecto y particularmente en su etapa americana.

Desde la década de los cuarenta, Mies había estado investigando acerca de la posibilidad de cambiar la tipología arquitectónica tradicional del museo para, por una parte, adaptarla a las exigencias de las nuevas formas artísticas y, por otra, mejorar la forma en que se exponían las pinturas y esculturas.

En Nueva York tuvo la inspiración

Mies conocía perfectamente cuáles eran las principales problemáticas que planteaban los museos para exhibir obras de arte. En este sentido, se sabe que durante sus estancias en Nueva York solía estar en contacto con el importantísimo conservador del MoMA y luego director del Museo Guggenheim, Johnson Sweeney y además frecuentaba con su amigo Karl Nierendorf una conocida galería neoyorkina en la que aprovechaban el fin de semana para descolgar los lienzos de las paredes y entretenerse creando exposiciones.

Por otro lado, ya desde 1942, en su proyecto de museo para una pequeña ciudad, Mies había propuesto una solución que era la antítesis de la práctica consagrada a los museos y en la que ya se intuían las necesidades que plantearían las nuevas formas artísticas y la afluencia masiva de público.

La Planta Libre

En lugar de recurrir a la tradicional sucesión de estancias en las que se almacenaban las piezas siguiendo un criterio histórico-artístico, propuso una nueva tipología de museo consistente en una única área de exposición de planta rectangular sin compartimentar –planta libre– para que el público pudiera asociar el museo a un centro de gozo, no de encierro del arte.

Más tarde, entre 1954 y 1968 Mies pudo ensayar con el uso de la planta libre, primero en la intervención que llevó a cabo en el Cullinan Hall del Museo de Bellas Artes de Houston, luego en el proyecto -no finalizado- de construcción de un museo en la ciudad alemana de Schweinfurt y, en tercer lugar, en la Nueva Galería Nacional de Berlín.

Propuso una nueva tipología de museo consistente en una única área de exposición de planta rectangular sin compartimentar

En Houston amplió el edificio original con una construcción de nueva planta en la que no dispuso ningún tipo de compartimentación por estancias y logró de esta forma dotar al antiguo museo de nuevas posibilidades expositivas.

En Schweinfurt proyectó un museo que no se llegó a construir pero cuyo esquema constructivo sirvió de base para la realización del museo de Berlín y que consistía en el uso estructural de la malla de acero para levantar un edificio con sólo cuatro elementos básicos:

  • Losa en el suelo
  • Columnas sustentantes
  • Cristal para las paredes
  • Placa para la cubierta

El legado de Mies a la Arquitectura de Museos

Estas son las verdaderas novedades que Mies llevó a cabo en la Nueva Galería de Berlín y, por eso, este museo es considerado unánimemente por la historiografía como un hito arquitectónico clave para comprender la evolución de la construcción de museos a lo largo de la Historia.

(*) Imagen de Portada: Wikiarquitectura. Creative Commons License.