Te ofrecemos una guía completa para visitar el Museo del Louvre y varios consejos para planificar la visita, comprar la entrada por adelantado y, con ello, evitar las colas y el cansancio. Aquí los tienes:

El Museo del Louvre, visita obligada en París

El Museo del Louvre es más que una de las visitas obligadas en París, se trata de uno de los museos referentes a nivel mundial por la importancia de sus colecciones, su dilatada historia y la influencia que sigue ejerciendo en el panorama internacional.

Atrae a diversos perfiles, turistas en su mayoría, pero también a locales. Gusta a entendidos de arte, profesionales de museos, estudiantes, así como aficionados. Incluso personas que nunca han pisado un museo deciden aventurarse por sus salas. Una de las consecuencias es la gran afluencia de público y las colas que se empiezan a formar, hecho que puede restar calidad y expectativas a la visita. Para evitarlo existen varias soluciones que te queremos proponer.

La Victoria de Samotracia, Museo del Louvre

Un poco de historia

Desde su apertura en 1793 como Múseum Central des Arts, auspiciada por la Revolución Francesa, trató de aunar todo el conocimiento humano posible, según los cánones de la Ilustración, siendo el pueblo el heredero, por lo que la investigación lo considera el primer museo público, ocurriendo la nacionalización de las colecciones reales, eclesiásticas y de la nobleza. Las guerras napoleónicas trajeron consigo botines de guerra, en parte en forma de obras de arte que engordaron la colección, bajo un discurso expositivo ideológico o político.

En 1803 pasa a denominarse Musée Napoleon, siendo Vivant Denon su director, quien ordenó los objetos con criterios cronológicos y artísticos, enfatizando la finalidad pedagógica. Las campañas por el Mediterráneo y Próximo Oriente, junto con importantes donaciones, terminaron por definir la naturaleza de la institución y el enorme número de obras de arte que hay actualmente en exposición, unas 35.000.

El edificio que alberga el Museo del Louvre

El edificio del Louvre fue primero castillo en el siglo XII, reconvertido en palacio en el siglo XVI por el rey Francisco I. Siendo residencia real de Luis XIV, se completó la Cour Carrée. Napoleón I y Napoleón III añadirían las alas y pabellones a la edificación; el segundo se encargó de conectar el edificio con el Palacio de las Tullerías, que a su vez fue incendiado y arrasado a finales del siglo XIX.

Pirámide del Museo del Louvre

Actualmente el ala norte se denomina Ala Richelieu y el ala sur Ala Denon, quedando el edificio central o viejo Louvre como Ala Sully, el cual delimita la Cour Carrée. El proyecto de Francois Mitterand dotó al museo de un espacio subterráneo para áreas de exposición, almacenamiento y otros servicios. La entrada principal está señalizada por la pirámide de hierro y cristal diseñada por Ieoh Ming Pei a finales del siglo XX, ubicada en la Cour Napoleón, convirtiéndose en la seña de identidad institucional del Louvre.

Accesos principales al Museo

La entrada principal y la más conocida es la Pirámide, desde donde se acede al vestíbulo que conecta con las tres alas del museo. Es en esta entrada donde se forman más colas de espera para entrar.

Acceso Museo del Louvre

Una entrada alternativa y menos frecuentada es a través del Carrusel del Louvre, un centro comercial situado bajo la Plaza del Carrusel y que conecta directamente con el vestíbulo del Museo del Louvre. Se puede entrar por el acceso en la 99 rue de Rivoli, desde la estación del Metro Palais Royal – Musée du Louvre siguiendo las señalizaciones o en una de las entradas junto al Arco del Triunfo del Carrusel del Louvre.

Los accesos a la entrada por la Puerta de los Leones y por del Pasaje Richelieu quedan restringidos a grupos.

Cómo entrar al Museo del Louvre sin hacer colas

Una de las imágenes más características del Museo del Louvre son sus largas colas, desde el interior del vestíbulo, serpenteando por la Cour Napoleón. Si lo que buscas es no hacer colas o evitarlas en la mayor medida posible existen otras vías.

Compra anticipada en la web del Museo

Una de las formas es la compra anticipada de la entrada desde la web del museo. Esta opción permite seleccionar el día y la hora de entrada, teniendo en cuenta que debe presentarse una copia impresa en el mismo formato y que la persona que adquiera la entrada tendrá un margen de media hora desde el tiempo especificado, perdiendo la prevalencia y la entrada pasado ese tiempo.

Hay que mencionar que todos los primeros domingos de cada mes, de octubre a marzo, la entrada es gratuita. Pero esta opción no se plantea si lo que se pretende es no hacer cola. Además, el aumento de visitantes dentro de las salas resta calidad a la visita. Del mismo modo, el Museo del Louvre dispone de otras modalidades exentas de pago.

Paris Museum Pass

Otra posibilidad es adquirir la Paris Museum Pass. Esta tarjeta da derecho a la persona titular de acceder a un amplio listado de museos y otros monumentos de la ciudad. Las modalidades disponibles son de 2, 4 o 6 días seguidos. Una de sus ventajas es que ofrece un acceso más directo que la entrada convencional.

Igualmente da la posibilidad de entrar al museo tantas veces como se quiera durante los días concertados. La principal desventaja es que obliga a visitar en ese tiempo todo lo que se pueda para amortizar el precio del pase, no siendo rentable si únicamente se pretende visitar el Louvre y algún que otro monumento.

Musement, una experiencia diferente en el Louvre

Si buscas una experiencia diferente, puedes contactar con empresas especializadas en tours y actividades. Una de las mejores opciones para visitar el Museo es Musement, que destaca por una oferta variada enfocada al Museo del Louvre.

Además de las modalidades de entrada prioritaria disponibles, dan la opción de visitas guiadas para grupos reducidos, con recorridos especiales por las obras más importantes del museo, una opción confortable para las personas que prefieran despreocuparse de prepararse la visita o que directamente no tengan tiempo de hacerlo.

Si además quieres añadir una experiencia complementaria, la misma empresa da la posibilidad de disfrutar además de una cata de vinos en una conocida enoteca de París situada en una mansión del siglo XVIII.

Una propuesta de recorrido para no cansarte

Tal como indica el plano informativo del Museo del Louvre, su colección abarca desde el séptimo milenio antes de nuestra era hasta la primera mitad del siglo XIX. Las obras se distribuyen en las mencionadas tres alas, las cuales quedan conectadas, en una extensión de cinco plantas.

El modelo de museo que crea el Louvre fue seguido por otras instituciones señeras como el Metropolitan Museum de New York y un sinfín de museos locales y provinciales. Por este motivo, vemos como la colección se divide en pintura, escultura, artes decorativas y antigüedades o arqueología.

Es importante tener esto en cuenta para planificar tu visita, según el tiempo del que dispongas. En la mayoría de los casos, el perfil del visitante del Louvre es un turista que dedicará parte o la totalidad de la mañana al museo, lo que se traduce entre dos y cuatro horas aproximadamente. Si es así, será imposible ver toda la colección expuesta. Por lo que puedes decidir ver solo una de las secciones que hemos mencionado antes, o bien un recorrido por las principales obras.

Interior Museo del Louvre

En cualquier caso, te recomendamos el siguiente recorrido para que tengas una idea general del Louvre:

  • Comienza en el Ala Sully, en la planta -1: yendo directamente a las salas donde se habla de la historia del edificio y se hace una breve introducción a las colecciones del museo. Desde aquí sube a la planta 2.
    En el Ala Richelieu, en la planta 2, se expone parte de la colección de pintura, concretamente de Europa del Norte con artistas como Rembrandt y Rubens, y sigue con artistas franceses entre los años 1350 y 1850, tales como Chardin, Fragonard o Corot.
  • Prosigue la pintura francesa en la planta 1, en el Ala Denon: con autores como Delacroix, David o Ingres. También se muestra pintura italiana, con los grandes maestros como Cimbaue, Veronés, Rafael, da Vinci, Tiziano o Caravaggio; pintura española, con Velázquez, Zurbarán, Murillo y Goya como principales protagonistas; y pintura de Gran Bretaña y Estados Unidos, con obras de Turner y Constable.
  • Sin abandonar la planta 1, puedes optar por conocer la colección de Artes decorativas: se ubica en su mayoría en el Ala Richelieu y continúa en el Ala Sully. La planta 1 por el Ala Denon da acceso en la planta 0 a las salas dedicadas a las Artes de África, Asia, Oceanía y América desde el 700 antes de nuestra era al año 1900. Saliendo por la sala 632 de Artes decorativas en el Ala Sully se accede a las Antigüedades egipcias, que conecta a su vez con Antigüedades griegas y romanas. En este espacio se expone el Escriba sentado o la colección de cerámica ática.
  • Siguiendo en el Ala Sully, descendiendo a la planta 0, se repite el mismo esquema: Antigüedades egipcias, Antigüedades griegas, prosiguen las Antigüedades itálicas, etruscas y romanas por el Ala Denon, y se suman las Antigüedades de Oriente Próximo por el Ala Sully y el Ala Richelieu. Se puede comenzar en Egipto, seguir por Grecia y Roma y finalizar en Oriente Próximo. Es en esta planta donde se encuentra la Afrodita, denominada Venus de Milo, o el Codigo de Hamurabi.
  • Descendiendo a la planta -1 por el Ala Richelieu, la ruta se dirige al Ala Denon: allí se encuentran las Artes de Oriente Próximo y Egipto, con especial dedicación al Egipto copto, Antigüedades griegas y Artes del Islam.
    En el mismo lugar comienza la colección de Escultura, primero de Europa entre los años 500 y 1600, y entre 1500 y 1850 en la planta 0, siguiendo a artistas como Donatello, los Della Robbia, Coligny, Miguel Ángel o Canova. En el otro extremo, el Ala Richelieu se encuentra la Escultura francesa, también distribuida en las plantas -1 y 0, con obras como la Tumba de Felipe Pot.
  • Para concluir, hay un Gabinete de Dibujos y Estampas en la planta -1: justo donde iniciamos el recorrido, antes de acceder al Ala Sully.

Esta es una propuesta que permite ver el museo en su totalidad, una de tantas posibilidades.

Consejos durante la visita

Para hacer más agradable la experiencia, es importante tener ciertas nociones básicas a la hora de visitar un museo. Una de ellas es hacer descansos durante el recorrido, una cuestión casi obligatoria en el Louvre. No hacerlo implica una alta probabilidad de fatiga y cansancio. Se pueden aprovechar los espacios de esparcimiento de los que dispone el museo en el vestíbulo.

Hay que subrayar que los horarios de apertura varían según el día de la semana, cerrando los martes. Igualmente, de lunes a viernes, el Louvre cierra parte de las salas con el objetivo de ir renovando los diferentes espacios, según muestra en su plan anual de cierres programados de 2018. Te sugerimos que lo consultes y elijas el día de visita según lo que quieras ver.

Página web y bibliografía

Antes y después de la visita te sugerimos que acudas a la página web del Louvre, donde se puede consultar la historia del museo, así como ver sus obras maestras y profundizar un poco más en su colección.

Es también recomendable hojear la bibliografía existente. Te facilitamos una referencia bibliográfica en español sobre el Louvre, para que conozcas más a fondo la evolución histórica y naturaleza de la institución:

  • Serullaz, Maurice y Pouillon, Christian (1997): Museo del Louvre. Océano, Barcelona.

¡Que disfrutes de tu visita!