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Museo-Centro de Interpretación de Medina Azahara, Córdoba. (*)

Uno de los sitios arqueológicos más importantes de Europa no contaba con un espacio para que el visitante pudiera comprender la magnitud del mismo. Hablamos, como no, de Medina Azahara y su Museo-Centro de Interpretación, que ha dotado a esta antigua ciudad de lo necesario para que vuelva a brillar por sí misma. Desde 2009, quien visite la medina podrá también ver las principales obras que surgieron de las manos de los omeyas que allí vivían al servicio del califa Abderramán III.

Arquitectura del Museo

Los arquitectos de este proyecto, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, se dieron cuenta de la extrema importancia que tenía el paisaje para la comprensión del conjunto, por lo que decidieron realizar la sede bajo tierra, tan sólo sobresaliendo unos metros sobre el nivel del terreno, encontrándose como si fuera un resto de la propia excavación De esta forma el aparente problema de encontrar la armonía entre la arquitectura contemporánea y el respeto por la arqueología quedaba resuelto.

Malla ortogonal:

Lo primero en realizarse fue la traza de una malla ortogonal en el perímetro de lo que iba a ser el edificio con lo que se ve el interés de los creadores por que el proceso fuera una metáfora de una excavación. Tras esto se removió la tierra hasta conseguir un espacio para un edificio de tres plantas que diera cabida al museo, al auditorio, a los almacenes y a otros servicios necesarios.

El edificio:

La nueva edificación se articula siguiendo a la arquitectura hispano-musulmana de la época de esplendor del califato de Córdoba, esto es, realizando una conjunción armoniosa de espacios llenos y vacios, en los que la luz y el agua juegan un papel muy importante. Por otro lado, los materiales también juegan con el recuerdo de esta arquitectura. Se eligieron a tal efecto hormigón blanco y acero corten, que no es más que una trasposición moderna de los estucos blancos y rojos que se encontraban en cualquier casa de Córdoba o de Medina Azahara.

El patio:

Su patio es el articulador de los recorridos y de las estancias de la sede. En este espacio los tres elementos anteriores, agua, luz y llenos y vacíos se conjugan en un mismo sitio como si fuera el patio de un palacio y a su alrededor están todos los servicios de la institución a modos de dependencias palatinas. Otro patio articula la zona privada, y otro último sirve de terraza y zona de descanso para el visitante.

Recorrido por el Museo

Salón de actos:

En cuanto al recorrido se comienza en el salón de actos, dónde se proyecta una película sobre la historia de la ciudad, Madinat al-Zahra, la ciudad brillante. En ella se han reconstruido virtualmente los edificios más importantes por lo que se da una primera aproximación a la ciudad viendo cómo era en su esplendor y en la actualidad, lo que facilita en gran manera la comprensión posterior de las piezas y de los propios edificios del yacimiento.

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Vista de la Sala de Exposiciones. (*)

Sala de exposiciones:

Tras ello se pasa a la sala de exposiciones. Este espacio se configura a dos niveles, pudiendo comenzar la visita por cualquiera de los dos ya que las diferentes secciones en que se dividen son complementarias unas de las otras y no hay un recorrido lineal sino global.

De este modo se puede comenzar por la construcción de la ciudad y concluir por su actualidad, o comenzar por su actualidad y acabar en su época de esplendor conociendo no sólo qué pasaba entre sus muros sino qué relación tenía con el resto de Córdoba, de Andalucía y del mundo. Son diversos aspectos que sumados dan la historia y la realidad de la ciudad desde sus diferentes puntos de vista.
No obstante la exposición se ha divido en cuatro bloques temáticos:

  1. La fundación de la ciudad y su contexto.
  2. La planificación y las infraestructuras de la ciudad.
  3. La ciudad y sus habitantes.
  4. La destrucción y recuperación de Madinat al-Zahra.

Lo que podía haber quedado como un museo más de arqueología, donde lo que prima es la obra en sí y la historia local, ha traspasado las fronteras ya obsoletas de esa museografía y ha dado importancia a elementos hasta entonces casi siempre olvidados como:

  • La economía y sus productos
  • El territorio en el que se encuentra
  • Los materiales de construcción por sí mismos
  • La historia reciente de la excavación

Museografía

La museografía presentada es versátil e independiente para cada pieza expuesta, primando criterios de exposición donde la obra se exponga aislada o en conjunto con otras similares dependiendo de cada caso particular. El visitante es guiado a través de la exposición, sin ser consciente de ello, por el propio mobiliario, que es el único que establece un camino por donde transcurrir.

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Vista del Patio Central. (*)

La visita no finaliza con la salida de la sala sino que se ha programado un paseo por la zona de trabajo, donde se puede ver aquellas zonas que generalmente quedan ocultas al público, como son los almacenes, oficinas o talleres de restauración, a los que si bien no se puede entrar si se pueden ver a través de una cristalera, por lo que se pretende acercar no sólo la obra sino también los sistemas de trabajo al gran público, desconocedores de ellos, para que pueda comprender mejor el proceso que conlleva una investigación.

Por otro lado, nada de esto tendría sentido sin una visita in situ al propio yacimiento, algo que está previsto tras la conclusión del recorrido por el edificio.

Conclusión

Sin duda alguna, el visitante a Medina Azahara quedará mucho más satisfecho de su visita que antes de la existencia de este edificio. Croma Comisarios Culturales ya lo ha visitado y disfrutado y espera que vosotros podáis hacerlo también en vuestra próxima visita a Córdoba, mientras tanto os dejamos el enlace a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, gestora de este conjunto.

Referencias:

Soberano, E. y Nieto, F: “Museo Madinat al-Zahra, Córdoba” AV Monografías nº 129-130. 2008.

(*) Imágenes de elaboración propia. Luis M. García.