Si acudimos a visitar un museo con niños hemos de tener en cuenta que su capacidad de atención, de asimilación y su interés es mucho menor, y que para ellos es muy pesado aguantar una visita a un museo. Esto se acentúa al tratarse de niños muy pequeños. Tampoco podemos exigir a los niños que se comporten como lo haríamos nosotros. Es normal que cuando se cansen traten de distraerse, o les cueste mucho estarse quietos y en silencio.
Las visitas desde edades muy tempranas fomentan los hábitos de disfrute intelectual. Los niños aprenderán a comprender y valorar los bienes culturales y a comportarse correctamente en un museo. También estaremos fomentando valores como la concienciación de la importancia de conservar y proteger el patrimonio cultural.
En este caso, te proponemos dos soluciones, por un lado, puedes unirte a actividades programadas por el museo, y por otro, diseñar tú mismo una visita para los más pequeños.
En caso de que te sumes a las actividades del museo
La mayoría de museos cuentan con un departamento de didáctica que se encarga de organizar talleres y actividades muy interesantes de acuerdo a cada nivel de edad, y para que los más pequeños conozcan de forma amena el museo y sus fondos. Por ello es importante consultar la página web del museo para poder hacer una visita didáctica o para participar en los talleres. Algunos organizan actividades innovadoras y de gran calidad. Tal es el caso del Área de Didáctica del Museo Thyssen-Bornemisza y los recursos educativos que promueven, como las guías didácticas de sus exposiciones temporales, o las visitas taller para familias.
Es recomendable que te informes con antelación sobre las actividades y recursos didácticos del museo para poder aprovecharlos; muchos de ellos están diseñados para hacer una visita en familia. Si el museo dispone de espacios de ocio y descanso para niños, una opción es que se queden allí, y entonces los padres pueden continuar con la visita independientemente.
Diseña tú mismo una visita para los más pequeños
Sobre todo si se trata de un museo de grandes dimensiones o bien de una exposición que implica un cierto grado de madurez/complejidad, es importante hacer con ellos pequeñas visitas adaptadas a su ritmo y que resalten aquellos valores que les puedan llamar más la atención, como por ejemplo el cromatismo o la temática. Te proponemos diseñar una pequeña visita al museo haciendo hincapié en las obras que más puedan llamar la atención del niño. Se trata de hacer una pequeña selección de lo que más pueda interesarle.
Debes informarte previamente y hablarle de la temática del museo, las piezas y su significado, los autores y los coleccionistas, haciendo hincapié a su vez en aspectos puramente estéticos y pequeños matices que el niño es capaz de apreciar sin prejuicios adquiridos. Recuerda que es recomendable que la visita sea breve.
Debes enseñar a los niños a visitar un museo en una actitud respetuosa con el resto de visitantes. No olvides que algunas exposiciones, sobre todo de arte contemporáneo, muestran imágenes no aptas para menores o que pueden herir la sensibilidad del público (los museos deberían señalarlo), por tanto evita enseñar este tipo de contenidos a los más pequeños.
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(*) Imágen: Wikimedia Commons. Public Domain.