Escorial-sur

Monasterio de El Escorial, Fachada Sur, Madrid. (*)

Patrimonio Mundial es una categoría otorgada por la UNESCO a determinados bienes culturales o naturales de todo el mundo.

Esta categoría nace en 1972, en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura, en su 17ª reunión, celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972. Uno de los mayores avances de esta convención fue el reunir en una misma categoría tanto a los bienes culturales como a los naturales, asumiendo así la importancia que ambos tienen para el desarrollo del ser humano.

Antecedentes

Aunque la conferencia tuviera lugar el año 1972, lo cierto es que estos ideales se venían gestando desde décadas atrás. En lo que se refiere a la conciencia de la protección del patrimonio cultural, un importante punto de inflexión fue la decisión de construir una presa en Asuán (Egipto), en el curso del Río Nilo. En 1956 el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser anunció su intención de construir dicha presa, la cual inundaría enormes extensiones de terreno, entre las que se encontraban los templos de Abu Simbel y el Templo de Debod (Suscríbete para descargar tu audioguía gratuita).

En 1959 la UNESCO hizo un llamamiento internacional para alertar del problema, que trajo como consecuencia la realización de excavaciones arqueológicas en la zona, el desmontaje de los templos y su nuevo ensamblaje en un nuevo emplazamiento.

Estos trabajos fueron posibles gracias a las donaciones que realizaron los diferentes países para salvar el patrimonio egipcio. Con este hecho, y algunos otros de igual naturaleza que lo siguieron (la laguna de Vencia, Mohenjo Daro en Pakistán o Borobudur en Indonesia), se puso de relieve el compromiso internacional para la salvaguarda de un patrimonio excepcional, cosa que incitó a la UNESCO, junto con el ICOMOS (Consejo internacional de los museos y los sitios), a iniciar el proyecto para una convención sobre la conservación del patrimonio.

Por su parte, la idea de asociar la conservación del patrimonio cultural con el natural proviene de Estados Unidos. En una conferencia que tuvo lugar en la Casa Blanca, en 1965, se pidió la creación de una fundación que promoviera la cooperación internacional en pro de la salvaguarda del patrimonio natural y cultural para legarlo a las futuras generaciones en buen estado de conservación. En 1968 se planteó la misma cuestión dentro del seno de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), que con posterioridad la trasladó a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el entorno humano (1972).

La Convención

El 16 de noviembre de 1972 la Conferencia general de la UNESCO adoptó la Convención para la protección del patrimonio mundial. Los países que se han unido a ella han asumido, al hacerlo, una serie de derechos y obligaciones. Derechos y ventajas adquiridas con la adhesión:

  • Pertenencia a una comunidad internacional destinada a la salvaguarda de los bienes culturales y naturales, que une esfuerzo y compromiso para asegurar la conservación del patrimonio universal.
  • Ser miembro de la Convención y tener bienes dentro de la Lista del patrimonio mundial otorga prestigio a los países y favorece la sensibilización por la conservación del patrimonio.
  • Acceso a los fondos del patrimonio mundial, que cada año destinan cuatro millones de dólares a ayudar al estudio, conservación y difusión del patrimonio, al mismo tiempo que ofrecen una asistencia de urgencia para hacer frente, entre otras cosas, a las catástrofes naturales.
  • Los bienes inscritos en la Lista del patrimonio mundial en peligro reciben una atención especial para garantizar su conservación.
  • Los bienes inscritos en la Lista disfrutan de un prestigio que favorece la inversión de capital por parte de diferentes agentes para garantizar su salvaguarda.
  • El patrimonio de la Lista se beneficia del desarrollo de planes de gestión y preservación, y su puesta en práctica por personal especializado.
  • Los bienes incluidos en la Lista cuentan con una mayor sensibilidad por parte del público que lo visita, ya que es consciente de su valor, al mismo tiempo que se convierte en un foco de atracción turística y de regeneración local.

¿Cómo ser miembro?

Pero ser miembro de la Convención y contar con bienes inscritos en la Lista implica también asumir una serie de deberes y obligaciones, pues no hay que entender la inscripción como un fin en sí mismo, sino como un medio para garantizar la conservación de ese bien:

  • Han de identificar sitios que potencialmente puedan entrar en la Lista.
  • Se comprometen a asegurar la conservación del patrimonio inserto en su territorio -tanto si está inscrito en la Lista como si no lo está-, mediante programas de gestión regional, la contratación de personal, la realización de actuaciones de restauración-conservación y la inserción del bien dentro de la comunidad.
  • Han de informar regularmente al Comité del patrimonio mundial sobre el estado de conservación sus bienes inscritos en la Lista.
  • Se los insta a que favorezcan la sensibilización del público para con el patrimonio mundial, mediante el desarrollo de programas de educación e información.

La entrada en la Lista

Existen una serie de criterios que delimitan la entrada de los bienes a la Lista del patrimonio mundial. Estos bienes tienen que contar con un valor excepcional y responder como mínimo a uno de los diez criterios que se exponen a continuación:

  1. Representar a un gran maestro creador.
  2. Ser testimonio de un intercambio de influencias considerable durante un periodo o era cultural determinado, en lo que respecta a la arquitectura, la tecnología, las artes monumentales, o la planificación de las ciudades y de los paisajes.
  3. Ser testimonio único o excepcional de una tradición o una civilización (desaparecida o no).
  4. Ofrecer un importante ejemplo sobre un tipo de construcción, o de un conjunto arquitectónico, tecnológico o de paisaje, ilustrativo de un periodo histórico.
  5. Constituir un ejemplo relevante de un asentamiento humano tradicional, de un uso tradicional de un territorio o del mar; que sea representativo de una cultura, o de la interacción del hombre con el entorno, sobre todo si este se ha vuelto vulnerable.
  6. Estar relacionado con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias u obras artísticas y literarias con una significación universal excepcional.
  7. Representar fenómenos naturales o áreas naturales de una belleza y una importancia excepcional
  8. Ser ejemplo eminentemente representativo de grandes periodos de la historia de la Tierra, comprendiendo testimonios de la vida, de procesos geológicos en curso o de elementos geomórficos o fisiográficos de una gran significación.
  9. Ser ejemplo eminentemente representativo de procesos ecológicos y biológicos de la evolución y del desarrollo de ecosistemas y comunidades de plantas y animales.
  10. Contener los hábitats naturales más representativos y los más importantes para la conservación in situ de la diversidad biológica, comprendiendo especies amenazadas de un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia y la conservación.

Procedimiento

Si el bien responde a alguno de estos criterios y cumple los requisitos requeridos, puede entrar en la lista con la categoría de patrimonio cultural, patrimonio natural, o paisaje cultural en el caso de zonas donde sea evidente la interacción del hombre con el entorno.

Para incluir un bien dentro de la Lista, además de cumplir uno de los criterios anteriormente expuestos y ser miembro de la Convención, se ha de seguir un procedimiento para la solicitud del ingreso del bien.

  • Lista indicativa. Es el primer paso a dar, y consiste en un inventario de los sitios naturales y culturales más importantes del Estado. En los siguientes años (entre cinco y diez), cualquiera de esos bienes puede ser propuesto para la entrada en la Lista.
  • El dossier de proposición de inscripción. Ha de ser enviado al Centro del patrimonio mundial, quien se lo remitirá a la organización consultiva competente para la evaluación.
  • Las organizaciones consultivas. Los bienes propuestos para el ingreso en la Lista son evaluados por dos organizaciones consultivas independientes designadas por la Convención: ICOMOS y UICN, que evalúan y analizan los casos propuestos, elevando un informe al Comité del patrimonio mundial. Un tercer órgano consultivo, ICCROM (Centro internacional para el estudio de la preservación y la restauración del patrimonio cultural), aconseja sobre cuestiones relativas a la conservación y a las actividades formativas.
  • El Comité del Patrimonio Mundial. Es al Comité, que se reúne una vez al año, a quien le corresponde tomar la decisión final sobre el futuro de un bien.

Bienes del Patrimonio mundial en España

España cuenta con un total de 44 bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, de los cuales treinta y nueve son culturales, tres naturales, dos mixtos:

Cultural, natural y mixto

  1. Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada (1984)
  2. Arquitectura mudéjar de Aragón (1986)
  3. Arte rupestre de la cuenca mediterránea de la Península Ibérica (1998)
  4. Catedral de Burgos (1984)
  5. Centro histórico de Córdoba (1984)
  6. Camino de Santiago de Compostela (1996)
  7. Iglesias románicas de la Vall de Boi (2000)
  8. Conjunto arqueológico de Mérida (1993)
  9. Conjunto arqueológico de Tarragona (2000)
  10. Conjunto monumental renacentista de Úbeda y Baeza (2003)
  11. Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España (1985)
  12. Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla (1987)
  13. La Lonja de la seda de Valencia (1996)
  14. Las Médulas (1997)
  15. Monasterio de Poblet (1991)
  16. Monasterio y sitio del Escorial (1984)
  17. Monasterio real de Santa María de Guadalupe (1993)
  18. Monasterios de San Millán de Yuso y de Suso (1997)
  19. Monumentos de Oviedo y del Principado de Asturias (1985)
  20. Palacio de la música catalana y Hospital de San Pau de Barcelona (1997)
  21. Palmeral de Elche (2000)
  22. Patrimonio de mercurio. Almadén e Idrija (2012)
  23. Paisaje cultural de la Sierra de Tramuntana (2011)
  24. Paisaje cultural de Aranjuez (2001)
  25. Puente de Vizcaya (2006)
  26. Murallas romana de Lugo (2000)
  27. San Cristóbal de la Laguna (1999)
  28. Sitio arqueológico de Atapuerca (2000)
  29. Sitios de arte rupestre prehistórico del Valle de Côa y de Siega Verde (1998)
  30. Torre de Hércules (2009)
  31. Universidad y barrio histórico de Alcalá de Henares (1998)
  32. Ciudad antigua de Ávila con sus iglesias extramuros (1985)
  33. Ciudad antigua de Cáceres (1986)
  34. Ciudad antigua de Santiago de Compostela (1985)
  35. Ciudad antigua de Salamanca (1988)
  36. Ciudad antigua de Segovia y su acueducto (1985)
  37. Ciudad histórica de Toledo (1985)
  38. Ciudad histórica fortifiacada de Cuenca (1996)
  39. Obras de Antoni Gaudí (1984)
  40. Parque nacional de Doñana (1994)
  41. Parque nacional de Garajonay (1986)
  42. Parque nacional del Teide (2007)
  43. Ibiza, biodiversidad y cultura (1999)
  44. Pirineos-Monte Perdido (1997)

Nota: Aquí puedes consultar un mapa interactivo en el que figuran todos los bienes que están dentro de la Lista.

(*) Imagen de Portada: Wikimedia Commons. Creative Commons License.