Pintura de Murillo

Bartolomé Esteban Murillo, Mujeres en la Ventana, 1665-75, Galería Nacional de Arte de Washington D. C.

Tanto durante la etapa de estudiante como durante la etapa profesional tendrás que consultar a menudo muchas fuentes. Es necesario que sepas dónde y qué buscar para optimizar el tiempo, y también cómo trabajar con la bibliografía correctamente.

Bibliotecas

1. La biblioteca de tu facultad: Por norma, la biblioteca de tu facultad debe tener una web con un buscador que te permita hacer búsquedas generales, por términos, por autor, por título… Durante tu etapa de estudiante seguramente encuentres todo lo que te haga falta dentro de ella. Hazte el carnet para poder sacar libros si no te sirve el de estudiante e infórmate de cuáles son las condiciones para el préstamo de libros, ya que cada biblioteca tiene unas normas, si bien similares, siempre distintas.

2. Biblioteca Nacional: Aparte de las bibliotecas de las universidades, está la Biblioteca Nacional. Se trata de una biblioteca estatal, donde podrás continuar tu labor investigadora. La consulta de libros suele estar más limitada que en tu centro de estudios y normalmente te exigen un carnet de investigador para poder acceder a ella. En su web podrás encontrar un catálogo de los títulos existentes. Esta biblioteca se encuentra en Madrid, pero en otras comunidades seguro que hay otras de características similares. En Barcelona, por ejemplo, está la Biblioteca Nacional de Catalunya.

3. Museos: Otras instituciones culturales que suelen contar con bibliotecas son los museos, cuyos catálogos acostumbran a estar especializados en la temática de la que tratan. Seguramente puedas consultar estos catálogos en sus páginas web. Si tu labor investigadora está en relación con la temática de un museo o sabes que hubo una exposición sobre aquello que necesitas documentarte, es más que probable que también encuentres información en estos espacios.

4. Bibliografia digitalizada: Cada vez son más los títulos que están siendo digitalizados, sobre todo aquellas publicaciones más antiguas que eran más delicadas y, por tanto, de más difícil acceso. Pero no queda ahí este avance tecnológico, sino que hay otras instituciones científicas que ofrecen de forma gratuita libros y revistas para su consulta y descarga online.

Dos ejemplos: si lo que buscas son los primeros catálogos del Museo del Prado de Luis Eusebi, basta con que los busques en la web de su biblioteca, mientras que si quieres consultar una noticia de un periódico, quizás la puedas encontrar en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Madrid.

Cuando consultes catálogos bibliográficos en la web, no estaría de más que miraras qué publicaciones te ofrecen para descargar. Te pueden ser útiles tanto para tus trabajos o investigaciones como para saber qué títulos tienes disponibles para leer en tus ratos libres.

Recursos Web

5. Dialnet: Un recurso web que debes anclar a tu barra de marcadores es Dialnet. Desarrollado por la Universidad de la Rioja, se trata de un metabuscador de publicaciones, ya sean revistas, tesis o libros.

En él puedes realizar búsquedas con diversos parámetros que te darán una serie de resultados. Si realizas la búsqueda sencilla, podrás ordenar los resultados posteriormente por tipo de publicación: artículo de revista o de libro, tesis o libro. En esta pantalla de resultados, debajo de los datos bibliográficos de cada título, se te informará de si existe un resumen del texto o si se encuentra el texto completo en formato digital, en cuyo caso lo podrás descargar y consultar en tu ordenador.

Otro punto a favor de Dialnet es que, cuando aparece un artículo de una publicación periódica en los resultados de búsqueda, te permite ir al índice de la misma haciendo clic en el nombre de la publicación, con lo que podrás consultar qué se ha publicado en cada número. Al mismo tiempo, te permite enlazar con Rebiun.

6. Rebiun: Rebiun (Red de Bibliotecas Universitarias) es otro metabuscador que te permite saber los títulos que existen en todas las bibliotecas universitarias de España y en las de otras instituciones como la Biblioteca Nacional, el Instituto Cervantes, la Casa Velázquez… Si no encuentras en la biblioteca de tu universidad el título que buscas, tal vez te sea útil buscarlo en esta plataforma, sobre todo si tienes acceso a otra biblioteca cercana.

7. Herramientas y aplicaciones: Tanto en la web como en plataformas para dispositivos móviles podrás encontrar gran cantidad de recursos y aplicaciones que te pueden ayudar a organizar tus materiales. Un ejemplo es Zotero. Se trata de una herramienta gratuita para Mozilla Firefox que te permite guardar, ordenar, citar y compartir tus fuentes, algo bastante complejo cuando manejas cientos de ellas para un trabajo de investigación que requiere de una bibliografía extensa.

Otro escenario probable es que se te ocurran ideas acerca del trabajo sobre el que estés investigando y necesites apuntarlas. Antes de la era de la comunicación era habitual llevar un papel y un bolígrafo, aunque era frecuente que ese papel se acabara perdiendo. Por ello te recomendamos que uses aplicaciones para el smartphone en las que puedas apuntar esta información. Por defecto suelen traer un bloc de notas, aunque hay otras, como Google Keep, que te permiten más opciones. Pero si lo que deseas es escribir un párrafo, la recomendación es que tengas alguna plataforma de almacenaje en la nube. Hay algunas opciones básicas gratuitas, como Google Drive, OneDrive o Dropbox, que son bastante sencillas de usar y que probablemente ya conocerás.

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