Sant Feliu de Guíxols es un pequeño pueblo situado en plena Costa Brava que destaca, sobre todo, por los restos de su monasterio. Es, por tanto, un sitio perfecto para combinar una visita cultural con un día de playa.

Monasterio de Sant Feliu de Guíxols

Monasterio de Sant Feliu de Guíxols.

El monasterio benedictino de Sant Feliu de Guíxols fue fundado en la primera mitad del siglo X y elevado sobre unos restos romanos que todavía son visibles en algunos puntos.

Por lo que se refiere a la iglesia, existió una primera fortificada -con muralla, torres y foso- que fue destruida durante un ataque sarraceno el año 965. El templo fue reconstruido y se elevó una iglesia de estilo románico entre dos torres preexistentes. Sin embargo, un nuevo ataque, esta vez por parte de los franceses en 1285, volvió a causar grandes daños en el edificio, que tuvo que ser restaurado otra vez. Ya en 1317 el templo fue modificado de nuevo, esta vez con el fin de renovar y ampliar la iglesia, lo que le dio en gran medida el aspecto que podemos observar en la actualidad.

Por su parte, el resto de dependencias monacales son posteriores. Una primera ampliación del siglo XVI situó la hospedería, la mayordomía y la cámara abacial sobre la sacristía, mientras que el resto de dependencias fueron construidas en el siglo XVIII en torno a un claustro que nunca se acabó, de ahí su disposición en forma de L.

Porta Ferrada (s. X)

Porta Ferrada

La Porta Ferrada es elemento más característico de este conjunto. Se trata de la fachada de un edificio preexistente que, separada unos tres metros de la fachada románica de la iglesia, hace las veces de atrio. Fue sacada a la luz durante unas obras de restauración en 1931, ya que había quedado oculta por construcciones posteriores.

Esta fachada es el único resto de un edificio prerrománico que pudo ser o bien el palacio de un abad o bien el de un gobernador carolingio. Está dividida en tres niveles: una galería de arcos de herradura sobre columnas, un primer piso de vanos triples también con arcos de herradura y, finalmente, una cornisa de arquillos ciegos de estilo lombardo. Su nombre, al parecer, no viene de la forma de herradura de sus arcos, sino de una antigua puerta dotada de un aparatoso forrellat (cerrojo).

Torres

Flanqueando los pies de la iglesia hay dos torres de carácter defensivo, una de base semicircular y la otra cuadrangular. La primera de ellas es la llamada Torre del Fum (s. X), nombre que le viene de ser la destinada a hacer señales de humo para avisar de posibles peligros. Esta torre se levanta sobre los restos de un mausoleo bajoimprerial que son visibles en su interior.

La segunda torre es la Torre del Corn (s. X), cuyo nombre hace alusión, en este caso, a ser la destinada a dar señales de alarma con un corn marí (una caracola). En su base destacan una serie de grandes sillares cuadrangulares que son los restos de una construcción bajoimperial de carácter defensivo.

Iglesia

Iglesia monasterio sant feliu guíxols

La iglesia, como se ha dicho antes, ha sufrido diferentes modificaciones a lo largo del tiempo. La última gran reconstrucción fue en el siglo XIV y consistió en sustituir el edificio románico por otro gótico. Dicha reconstrucción se inició por cabecera y fue avanzando hacia los pies; sin embargo, no se llegó a concluir del todo, de modo que el último tramo de la nave todavía es románico.

Iglesia Sant Feliu

Se trata de un templo de cruz latina, de una nave, crucero muy pronunciado y cabecera de tres ábsides poligonales comunicados entre sí. Está cubierta con bóveda de crucería simple a excepción del tramo de los pies, que conserva la bóveda de cañón románica. Estas bóvedas se apoyan sobre los antiguos y pesados muros románicos, que después fueron abiertos para construir una serie de capillas laterales. El coro, situado a los pies de la nave, data del siglo XVII. Al exterior destaca el carácter fortificado de la cabecera, tanto por el remate almenado de algunos ábisdes como por el camino de ronda que los comunica entre sí.

Arco de Sant Benet

Arco de San Benet

El Arco de Sant Benet -ahora conservado como una puerta aislada en mitad de una explanada- fue en su momento la puerta principal de acceso al monasterio. Es de estilo barroco y data del siglo XVIII.
La puerta está dividida en dos pisos. El primero consta de un arco carpanel flanqueado por pares de columnas de capitel jónico. Dichas columnas se elevan sobre un plinto y sustentan un entablamento irregular que se abre en el centro para enmarcar un escudo. En el segundo piso unos jarrones llameantes sobre el entablamento rematan las columnas y flanquean una hornacina central.

Espai Carmen Thyssen

En las antiguas dependencias monacales existe, desde 2012, el Espai Carmen Thyssen. Se trata de un espacio dedicado a dar a conocer la Colección Carmen Thyssen a través de exposiciones temporales. Carece de exposición permanente y solo exhibe entre los meses de junio y octubre.

Museu d’Història

También situado en las dependencias monacales, el Museu d’Història nos ofrece una colección de objetos arqueológicos, etnográficos y artísticos ligados a la historia de Sant Feliu de Guíxols.

Playas

Playa Sant Feliu Guíxols.

Aparte del monasterio, en Sant Feliu de Guíxols también puedes disfrutar del modernismo a través de sus edificios y de algunas de las esculturas de su cementerio, así como de alguno de sus múltiples espacios culturales. Aunque quizás lo que más apetece es darse un baño en sus refrescantes aguas. Puedes acceder fácilmente a la Playa de Sant Feliu y a la Playa de Sant Pol o bien ir a buscar algunas de sus muchas y pequeñas calas. Aunque hay calas a ambos lados del pueblo, te recomendamos las que están al lado este, ya que son mucho más accesibles y se puede llegar a ellas a pie dando un paseo por el camino de ronda.

(*) Imágenes: Creative Commons License.