Mujer en la tienda de un museo

Tras la visita al museo, antes de abandonarlo, apetece dar una vuelta por la tienda y echar un vistazo, ¿verdad? Además de ser un momento de relajación, es la ocasión perfecta para materializar los conocimientos o experiencias que has obtenido de la visita y, por supuesto, para ampliar información sobre lo que has visto y seguir disfrutando de ello en casa.

Además, todos sabemos que es una oportunidad para llevar algún detalle o regalo a alguien especial de quien te has acordado en el museo. Piensa que se trata de objetos exclusivos que no encontrarás en ningún otro lugar (al menos, en su versión original), a no ser que el museo disponga de un tienda online o de otras sedes.

En algunos casos, las tiendas cuentan con una cuidada sección editorial o incluso algunos museos tienen librerías especializadas independientes de las tiendas de recuerdos. Si eres estudiante, profesional, entendido o aficionado, aprovecha la ocasión, al menos de informarte de qué material bibliográfico disponen. Si has acudido a una exposición temporal que te interesa, es el momento de adquirir el catálogo de la misma.

Una exposición temporal sobre una temática concreta conlleva la elaboración de un catálogo al respecto por parte del comisario y de los investigadores, así como una búsqueda y selección exhaustivas de bibliografía relacionada por parte del comisario y de los profesionales del museo.

Por tanto, es un material con un contenido de gran valor. Además, algunos museos disponen de librerías especializadas en la temática de la colección, por lo que a veces resultan ser verdaderos depósitos
bibliográficos de carácter internacional. Incluso en los grandes museos te ofrecen la oportunidad de solicitar libros por encargo, que no se han editado en castellano y tienen que traerlos del país de origen.

Por otro lado, las tiendas de los museos son el lugar perfecto para adquirir:

Es una garantía de calidad y te proporciona la seguridad de estar adquiriendo un producto oficial.

No se trata de ser consumista

No se trata de comprar por comprar, dejándote llevar por la inerte necesidad de llevarte cualquier cosa del lugar; siempre serán más gratificantes los valores intangibles que has obtenido del museo (conocimientos, experiencias, recuerdos). Adquiere artículos que realmente te interesen o que creas que le pueden hacer ilusión o resultarle de utilidad a esa persona a quien deseas regalar.

Si tienes un bajo presupuesto, siempre existen artículos económicos para ti y que sirven como recuerdo de tu visita:

  • Postales.
  • Llaveros.
  • Imanes.
  • Lápices y bolígrafos.
  • Pósters de obras de arte, etc.

No obstante, los artículos más interesantes suelen ser los libros y catálogos especializados que podrás encontrar en la sección editorial o en la propia librería, que aunque supongan un mayor esfuerzo monetario, gozan de mayor autenticidad y adquieren mayor valor con el paso del tiempo.

Por otra parte, te recomendamos seleccionar bien el material, puesto que un museo es un lugar único y a veces no es fácil acudir de nuevo a cambiar un artículo adquirido, sobre todo si se trata de un catálogo que crees que le interesa a un familiar o amigo, una prenda de vestir o algún artículo de cierto valor económico (merchandising de joyería, lienzos impresos, etc.).

Si no estás seguro, siempre puedes visitar la tienda de la página web del museo y comprar desde allí (eso sí, con más que probables gastos de envío).

También podrás encontrar ofertas de precios en determinados productos, como por ejemplo catálogos y otros materiales de exposiciones pasadas que suelen estar a un precio muy rebajado. Aprovecha tu visita a la tienda, y dedica tiempo para inspeccionarla a fondo.

Así pues, intenta programar tu tiempo para darte al menos media hora para entrar en la tienda tras la visita; curiosear por ella puede resultar otra experiencia enriquecedora, o al menos entretenida.

Pero, eso sí, ten en cuenta que muchas cierran media hora antes que el museo, así que no esperes hasta el último minuto antes del cierre, ya que es probable que te la encuentres cerrada.

Lo dicho: ve a la tienda y ¡a disfrutar!

Ese extraño lugar llamado museo

Pd. Este artículo forma parte del libro Ese extraño lugar llamado museo. Te recomiendo que le eches un vistazo.