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El pasado lunes se celebró en el Centro de Turismo de Colón (Madrid) las jornadas “Cambiando el clima – realidades y retos del turismo frente a las alteraciones climáticas”, con motivo de la celebración del Día Mundial del Turismo Responsable.

CROMA Comisarios Culturales tuvo la oportunidad de estar presente en este encuentro organizado por el CETR (Centro Español de Turismo Responsable) y AEPT (Asociación española de Profesionales del Turismo), en el que participaron los ponentes: Javier Benayas, profesor titular de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid; Pablo Barrenechea, de la organización ECODES; y Jesús Blázquez del CETR.

Ponencias

Huellas de Carbono:

La primera de las ponencias llevó por título “Huella de carbono, turismo y espacios naturales protegidos de interés mundial (Antártida e islas Galápagos)” y fue impartida por el profesor Benayas. Con ella pretendió informar a los asistentes de las investigaciones que se han realizado recientemente sobre el impacto del turismo en la Antártida y las Islas Galápagos.

En cuanto a la Antártida, Benayas expresó que aunque el número de turistas sigue siendo considerablemente elevado para un espacio natural de gran fragilidad, lo cierto es que en los últimos años ha ido decreciendo debido a la crisis económica, lo que ha propiciado que el impacto ecológico sea menor. No obstante, se han establecido recientemente restricciones en cuanto al tamaño de los barcos y al tipo de fuel permitidos, lo cual ha contribuido a reducir considerablemente el tráfico turístico, y con ello, el riesgo ambiental.

Por lo que respecto al caso particular de las Islas Galápagos, el impacto del turismo de masas es más grave, ya que ha propiciado un aumento de la población residente en la zona y ha creado una incipiente economía turística que cada año atrae a un mayor número de turistas. Esto se traduce en un aumento de la riqueza pero también en un peligro para la supervivencia de las especies animales y vegetales autóctonas, debido a la construcción de grandes hoteles, mayor tráfico aéreo y en definitiva, mayor consumo de frágiles recursos naturales.

S.O.S. Nevados:

La segunda ponencia “S.O.S. Nevados” sirvió como complemento a la presentación anterior, ya que estuvo centrada principalmente en la crítica a los viajes de largo recorrido. Según Pablo Barrenechea, la emisión de CO2 por parte de las aeronaves es una de las causas principales del aumento de la temperatura de la Tierra. Para demostrarlo, puso el ejemplo de los Nevados de Perú, que cada año sufren un deshielo más evidente.

Su propuesta de resolución de este conflicto vendría determinada, según él, por dos vías:

  1. Reducir o incluso eliminar los viajes turísticos de largo recorrido propiciando el turismo de proximidad.
  2. Construir museos y centros de interpretación en la zona que pusieran de manifiesto la urgente necesidad de paralizar el deshielo que sufren las montañas cercanas a la ciudad de Cuzco.

Turismo y clima:

En último lugar, “Turismo y clima, descubriendo los límites” fue la ponencia que sirvió para resumir los postulados enunciados anteriormente y para concluir la jornada. Desde una perspectiva radicalmente ecológica, Jesús Blázquez abogó por una mayor concienciación social sobre el impacto del turismo en el medio ambiente y el cambio climático, ya que en definitiva todos somos o seremos turistas en algún momento. Concienciación que lleve a transformar nuestras actitudes individuales a la hora de afrontar un viaje.

Se viene hablando hace ya muchos años del cambio climático y de cómo está afectando y lo hará en un futuro al medio ambiente, a la sociedad y a nuestros hábitos culturales. En el ámbito del Turismo, se viene analizando el impacto que está teniendo sobre los destinos turísticos y sobre la propia industria turística, que ya están empezando a afrontar una nueva situación. Cada vez se oyen más voces que alertan de la necesidad de configurar un mercado turístico sostenible y unos viajeros más responsables. Ya existen sistemas de sostenibilidad a seguir por los operadores turísticos, como es el caso de TRAVELIFE, así como códigos de conducta a seguir por los propios viajeros, véase el Vademécum del Turista Responsable de EARTH (European Alliance for Responsible Tourism and Hospitality).

Algunas reflexiones finales

Desde CROMA nos planteamos algunas cuestiones:

  1. ¿Están dispuestas las empresas turísticas a reducir sus ingresos para contribuir a la sostenibilidad?
  2. ¿Renunciarían los turistas a viajar a grandes destinos internacionales para disminuir sus emisiones de CO2?
  3. ¿Sobrevivirían algunos destinos a tal transformación en los flujos turísticos?
  4. ¿Cambiaríamos los turistas nuestra cómoda forma de viajar para generar menos impacto ecológico?
  5. ¿Lleva implícito el turismo de masas el desplazamiento, la degradación o la banalización de las culturas locales?
  6. ¿Tiene mayor futuro el turismo cultural que el de sol y playa, el de nieve o el de naturaleza debido a sus recursos menos perecederos?

Las respuestas no están tan claras como podría parecer a priori; tendrán que pasar muchos años para comprobar si se produce la concienciación social necesaria para que los operadores cambien su modus operandi y para que los turistas adquieran actitudes individuales más comprometidas.

El aumento del nivel del mar provocado por el deshielo amenaza islas y zonas costeras, la escasez de lluvias y el aumento de la temperatura anuncian aridez en los paisajes…

  1. ¿Qué ocurrirá con las estaciones de esquí, algunos espacios naturales o con numerosos destinos de “sol y playa”? ¿Desaparecerán?
  2. ¿Se degradarán de tal forma que pierdan su atractivo natural, turístico y cultural?

En CROMA apostamos por una diversificación en la oferta turística de los destinos, impulsando especialmente los recursos culturales de cada lugar para conformar un patrimonio histórico-artístico lo suficientemente atractivo como para generar un turismo cultural importante, de tal manera que multitud de destinos turísticos puedan sobrevivir a las consecuencias del cambio climático.

Si en la construcción de esta red turística y cultural se implica a la población local (refuerzo de la identidad cultural, empleo, formación, etc.) y se realiza una buena gestión pública y empresarial, no sólo se conseguirá sostener la economía turística de la que dependen numerosos destinos (véase el ejemplo del litoral español y de los archipiélagos canario y balear), sino que ese turismo cultural podría extenderse a municipios y ciudades del interior, impulsando el interés cultural y el crecimiento económico de estas zonas. Por tanto, esta descentralización de los destinos podría dispersar los flujos turísticos a lo largo y ancho de las provincias, alejándonos así de un modelo de turismo de masas demasiado focalizado y excluyente.

Desde CROMA Comisarios Culturales añadimos: la Cultura es Futuro.

Autores

Jesús López y Javier Albelo.

(*) Imagen de Portada: Keithnonearth. Creative Commons License.