Vista Aérea de los Museos Vaticanos

Vista aérea de los Museos Vaticanos
Foto: Jean Paul Grandmont.

Cola Vaticano

La cola para entrar a los Museos Vaticanos puede llegar hasta la Plaza de San Pedro. Foto: Diliff.

Los Museos Vaticanos son unos de los más visitados en Roma. Sus obras y su fama le preceden y es una visita obligada si no has estado nunca en la ciudad. Sin embargo, haciendo turismo y visitando museos, la experiencia es un grado, así que nos gustaría aconsejarte algunos detalles que a nosotros mismos nos hubiera gustado conocer antes de nuestra primera visita a estos museos.

1. Ve con tiempo

La afluencia de visitantes a los Museos Vaticanos es masiva. Tanto es así, que puedes incluso llegar a estar esperando para entrar hasta 3 y 4 horas. ¿Te imaginas estar todo ese tiempo de pie y sin un lugar para sentarte? ¿Te imaginas que durante ese tiempo tengas que soportar las inclemencias del tiempo? Ahora que estás en casa delante del ordenador puede que no lo veas tan desagradable, pero es muy agotador. Entonces, te estarás preguntando ¿qué puedo hacer? Si no has reservado tu entrada por internet la única opción es estar allí a las 8.00 de la mañana, porque de esa manera tardarás muy poco tiempo en entrar.

2. Si puedes, evita los días de más aglomeración

Si la agenda te lo permite evita ir los fines de semana y los meses fuertes de verano a ver los Museos Vaticanos. Es preferible ir entre semana y muy temprano. Los Museos abren a las 9.00 de la mañana, esa es la mejor hora. Tendrás a menos personas con las que tropezarte, habrá menos colas y, en definitiva, la visita se hará mucho más agradable. De lo que se trata es de disfrutar al máximo de tu estancia en los Museos del Vaticano, no de estar constantemente sufriendo porque estés rodeado de grupos organizados con su correspondiente guía turístico, niños pequeños correteando alrededor, etc.

3. Si no tienes tiempo reserva la entrada por internet

La otra opción es que reserves tu entrada de forma online. Si te es posible, hazle un favor a tus piernas y reserva por internet. Eso sí, tienes que saber que la entrada tendrá un recargo de 4 euros, pero el incremento del precio te va a compensar la espera. La página para reservar las entradas tiene un diseño un poco obsoleto, recuerda a las primeras webs de los años 90, pero es efectiva y tiene todo lo que necesitas: información de los precios, calendario, pasarelas de pago, etc.

4. ¡Aprovecha los descuentos!

Tanto si decides reservar la entrada por internet como si no, puedes beneficiarte de los descuentos correspondientes si eres estudiante (hasta 26 años) o si tienes hijos entre 6 y 18 años. La entrada normal tiene un precio de 16 euros y la entrada reducida es exactamente la mitad, es decir, 8 euros. Recuerda que si reservas por internet, tendrás un cargo adicional de 4 euros.

5. Planifica qué quieres ver

Los Museos Vaticanos reúnen entre todos miles de obras de arte de distintos estilos. Es conveniente, antes de que visites el museo, que hagas un listado de aquello que quieres ver.

Quizás no quieras ver un museo al completo y tan sólo buscas una obra en concreto, o quizás te interese una cronología o una tipología de objetos. En ese caso deberías saber aproximadamente dónde puedes encontrar lo que buscas.

En su web viene la distribución de los museos, y una vez allí sólo tendrás que seguir las señales (son bastante claras). Si lo que buscas es una obra en concreto nuestra recomendación es que conozcas previamente su ubicación, pero que no vayas rápidamente hacia ella sino que veas el resto de la exposición. ¡Te puedes llevar gratas sorpresas!

Vista de la cúpula de San Pedro

Vista de la cúpula de San Pedro desde uno de los
espacios abiertos de los Museos Vaticanos.

6. Disfruta y descansa en los espacios abiertos

Los Museos Vaticanos ocupan una superficie enorme y si has estado haciendo una inmensa cola para entrar vas a estar agotado nada más entrar. Si has reservado la entrada por internet (¡no me cansaré de sugerirte esta opción!) no estarás cansado justo al comenzar la visita, pero luego te cansarás. Si no quieres saturar tus sentidos con miles de obras de arte, te recomiendo que utilices los espacios abiertos disponibles para descansar entre salas y salas. Es importante que dosifiques la visita, incluso que decidas por adelantado si no quieres ver determinadas salas, porque para poder ver con detenimiento todo necesitarías semanas enteras allí dentro.

7. Puedes comer dentro del museo

Es habitual que dediques bastante tiempo a contemplar las obras que vas buscando e tu visita o que prefieras dedicarlo a sorprenderte con aquello que no conocías. Sea como fuere es probable que entre algo de hambre.

Si ese es vuestro caso debéis saber que los Museos Vaticanos cuentan con un bar donde poder desayunar o merendar y un restaurante donde podréis comer pizza, paninni o focaccia. Las pizzas las hacen en el momento y se acaban rápidamente por lo que siempre la comeréis recién hecha.

¡Lo mejor es que los precios son económicos!

8. Lleva tu cámara de fotos

vaticano

Salvo en la Capilla Sixtina podréis hacer tantas fotos como podáis y os dejen los grupos.

En los Museos Vaticanos está permitido realizar fotos, otro asunto es que la cantidad de público que hay en determinados momentos o fechas te permita hacer fotografías de calidad. Las obras más importantes suelen estar rodeadas de personas, pero siempre encontrarás un hueco entre ellas, o entre los grupos de turistas para poder llevártela a casa en tu cámara.

El único sitio donde está prohibida la realización de fotografías es la Capilla Sixtina donde, además, hay varios vigilantes pidiendo silencio y evitando que se realicen fotografías. Y te preguntarás por qué en uno de los sitios más emblemáticos de El Vaticano no se pueden hacer cuando, por ejemplo, en Las Estancias si está permitido. La respuesta es sencilla: la última restauración estuvo financiada por una compañía fotográfica que se aseguró de tener los derechos de reproducción.

9. Viste con decoro

Sabemos que en Roma puede hacer mucho calor, pero si decides visitar El Vaticano te aconsejamos que vistas como si fueras a ver la Basílica de San Pedro o cualquier otra iglesia en la que te pidan vestir con unos mínimos. Así que nada de pantalones por encima de las rodillas, camisetas sin mangas o enseñar el ombligo. Lo peor que os puede pasar es quedaros en la puerta por no ir adecuadamente vestidos después de esperar la larga cola.

10. Envía postales desde allí. El matasellos es distinto

El Vaticano, aunque pequeño, es un Estado. Es por ello que tiene moneda propia, al igual que tienen servicio postal propio. Al finalizar el recorrido podrás comprar postales y enviarla sin salir del museo. Junto a la Escalera Simonetti hay una estafeta de la Posta Vaticana donde, si envías una carta te la franquearán con su matasellos, no con el italiano.

Si sois aficionados a la numismática o a la filatelia también podréis adquirir monedas y sellos.

Esperamos que estos consejos os sean de ayuda para planificar vuestra visita a los Museos Vaticanos. Si ya habéis estado estaremos encantados de leer vuestros consejos y recomendaciones, así que no dudes en escribirlos.