El Modernismo en Cataluña coincidió con un periodo de fuerte desarrollo industrial. Este hecho favoreció el desarrollo del estilo gracias a los numerosos encargos de una enriquecida clase burguesa, que gustaba de constuir y decorar sus casas y palacios siguiendo esta nueva y fresca estética. Pero el Modernismo no solo se dejó sentir en las viviendas de esta burguesía, sino que también está muy presente en las fábricas que construia. A lo largo del territorio catalán son numerosos los ejemplos que podemos encontrar de arquitectura industrial modernista. A continuación vamos a destacar algunos de los más relevantes.

Fábrica Casaramona-CaixaForum (Barcelona)

Fábrica Casaramona-CaixaForum, Barcelona.

Fábrica Casaramona-CaixaForum, Barcelona.

CaixaForum Barcelona tiene su sede en uno de los edificios industriales modernistas más importantes de la capital catalana. Se trata de la fábrica textil propiedad de Casimir Casaramona i Puigcercós, especializada en la confección de tejidos de algodón.

El edificio fue construido por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch entre 1909 y 1912. Inspirado en las formas de un castillo, fue pionero en el uso de la electricidad como fuente de energía y en la implantación de medidas contra los incendios. Se trata de un edificio construido a base de ladrillo con acabados de hierro, de una sola altura y dividido en diferentes pabellones. La construcción a una sola altura facilitaba el traslado de las mercancías, mientras que la separación en pabellones impedía la propagación de incendios, los cuales también eran sofocados gracias al agua que se almacenaba en los depósitos de las torres. Otro factor que se tuvo presente en el diseño del edificio fue la correcta ventilación e iluminación del interior, por eso cuenta con amplios ventales y altos techos. Puesto que empleaba la electricidad como fuente de energía, carece de chimeneas.

Fábrica de Anís del Mono (Badalona)

Fábrica de Anís del Mono en Badalona.

Fábrica de Anís del Mono en Badalona.

La fábrica de Anís del Mono fue fundada el año 1868 por los hermanos Josep i Vicenç Bosch y acabó conviertiéndose en la destilería de anisados más importante de Badalona. El edificio modernista fue elevado hacia 1880 por arquitecto Joan Amigó i Barriga.

La fábrica está construida a base de naves rectangulares yuxtapuestas y con cubiertas a dos aguas. De entre estas naves, destaca la que corresponde a la sala de destilación: con cubierta a dos aguas de perfil ondulado, tiene el acceso a través de un vestíbulo al aire libre y de una puerta de vidrio decorada con el logotipo del licor. Las cubiertas cuentan, al exterior, con un recubrimiento de azulejería que dota al conjunto de mayor colorido; al interior, un entramado de vigas de madera las sustenta. La iluminación y la ventilación, no demasiado abundantes, se realizaban a través de filas regulares de ventanas.

Lo más llamativo del conjunto, sin embargo, es que sus interiores se han conservado intactos. En la actualidad es posible ver la sala de destilación, el despacho del gerente y el archivo con el mobiliario original. También es muy importante la cartelería y publicidad que desarrolló la empresa, que contó con diseños de Ramón Casas.

Cavas Codorníu (Sant Sadurní d’Anoia)

Cavas Codorníu, Sant Sadurní d'Anoia.

Pabellón de Expediciones de Cavas Codorníu, Sant Sadurní d’Anoia.

Entre 1902 y 1915, las bodegas de este famoso cava fueron reformadas por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Se encargó de la construcción del Porche de Prensas, la Bodega Grande y el Pabellón de Expediciones y de la reforma de la masía o Torre de Can Codorníu.

  • El Porche de Prensas es un edificio rectangular construido a base de naves transversales, cubiertas con bóvedas de cañón sustentadas por arcos de medio punto. Las naves se abren al exterior a través de amplios arcos ligeramente apuntados y coronados por un remate escalonado. Está construido a base de ladrillo visto, pieda y trencadís verde.
  • La Bodega Grande, por su parte, es otro gran espacio de planta rectangular construido a base de naves transversales. Las bóvedas de cañón son sustentadas por arcos de medio punto y se ha usado el ladrillo visto como material constructivo. Este espacio se abre al exterior a través de ventanas con celosías.
  • El Pabellón de Expediciones, muy próximo a la entrada, es el que cuenta con formas más originales. Es una nave alargada con arcos fajones parabólicos y con lunetos. Las ventanas que se abren al exterior también son de perfil parabólico. Está construido con ladrillo visto y, al exterior, los lunetos se separan con pináculos de inspiración gótica.
  • La Torre de Can Codorníu, que se eleva sobre una masía antigua, es de estilo neomedievalista. Es una casa de planta cuadrangular que gira en torno a un patio central y de la que sobresalen torrecillas circulares con tejados cónicos.

Vapor Aymerich, Amat i Jover-Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (Terrassa)

Vapor Aymerich, Amat i Jover-Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, Terrassa.

Vapor Aymerich, Amat i Jover-Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya, Terrassa.

El Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya se encuentra en al antiguo Vapor (porque usaba máquinas de vapor) Aymerich, Amat i Jover, uno de los mejores ejemplos de arquitectura industrial modernista de Cataluña. Esta fábrica, dedicada a la producción textil de lana, fue construida el año 1907 por el arquitecto Lluís Muncunill i Parellada. Se trata de un edificio de gran funcionalidad y de cuidada estética que consta de tres elementos claramente diferenciables: una gran nave de producción, un edificio de tres cuerpos que albergaba la maquinaria de dotaba de energía al conjunto y, separadas por un patio y de cara a la calle, las oficinas.

Destaca la gran nave de producción, de planta rectangular, que está cubierta por un tejado en forma de dientes de sierra. Esta original cubierta es una inteligente reintepretación de la típica bóveda catalana, que al ser dotada de un perfil campaniforme se eleva permitiendo la apertura de lucernarios, a través de los cuales el interior era correctamente iluminado. La cubierta es sustentada por 300 columnas de hierro que servían, a su vez, como bajantes de agua y como soporte a los sistemas de transmisión de energía a la maquinaria de la sala.

Vapor Amat-Sala Muncunill (Terrassa)

Vapor Amat-Sala Muncunill, Terrassa.

Vapor Amat-Sala Muncunill, Terrassa.

El espacio dedicado ahora a exposiciones temporales Sala Muncunill fue en origen parte del Vapor Amat. Es la única parte que se conserva de esta antigua fábrica textil, concretamente la que se destinaba a los tintes. La fábrica fue construida en 1921 por Lluís Muncunill i Parellada.

Esta nave rectangular está cubierta por una sucesión de bóvedas catalanas dispuestas en sentido transversal. En cada una de estás bóvedas se abren dos linternas (reformadas en 1940) que permitían la iluminación y la ventilación del interior. Al interior la nave queda dividida en dos espacios longitudinales mediante una fila de columnas de hierro que sustentan la cubierta.

Colonia Güell (Santa Coloma de Cervelló)

El caso de la Colonia Güell no es el de un edificio fabril más, sino que ejemplifica un modelo de industrialización que tuvo mucha presencia en la Cataluña de la época: la colonia industrial.

La colonia industrial catalana

La colonia industrial consiste en verdaderos pueblos pensados para albergar en un mismo espacio la población obrera (con sus casas, sus escuelas, sus iglesias…) y el complejo industrial propiamente dicho. En Cataluña tuvo especial relevancia la colonia industrial textil, que destaca sobre la de otros países por su abundancia, densidad y homogeneidad formal.

En el origen de este modelo hay infinidad de factores: el aprovechamiento de los recursos hídricos (especialmente como fuente de energía), el bajo coste de los terrenos rurales, las exenciones fiscales por la ocupación de terrenos despoblados, la influencia de modelos extranjeros, los bajos salarios, la paz social, etc. Sin embargo, el aprovechamiento del agua como fuente de energía fue uno de los aspectos más decisivos. Los problemas de abastecimiento de carbón para mover las máquinas de vapor obligó a muchas industrias a abandonar la ciudad para situarse al lado de los cauces de los ríos, donde podían explotar esta fuente de energía gratuita.

Pero la colonia industrial va más allá de ser un modelo productivo y se convierte en un auténtico modelo social. Lo que en principio nació, según parece, como respuesta a necesidades energéticas y a la búsqueda de beneficios económicos, acabó derivando en un modelo paternalista cuyo eje vertebrador era la fábrica y la producción. Así, aunque se miraba por mejorar la vida de los obreros ofreciéndoles diferentes instalaciones y servicios (escuela, iglesia, farmacia, médico, tiendas, hornos de pan…), siempre se daba prioridad a la producción.

Se pueden diferenciar dos tipos de colonias industriales: por un lado, aquellas que surgen de un modo más o menos espontáneo en torno a los edificios fabriles; por otro, las que surgen según un plan previo y con unos objetivos preestablecidos. Tienen, sin embargo, algunos elementos urbanísticos comunes, como la clara diferenciación de las viviendas según la jerarquía de quien las ocupa (propietarios, directores, encargados y obreros). Además, son muy comunes las fábricas de varias alturas, ya que permitían aprovechar el poco espacio de las cuencas de los ríos, especialmente en los cursos altos. Aunque son numerosos los casos conservados, cabe destacar por su valor artístico el de la Colonia Güell.

Colonia Güell (Santa Coloma de Cervelló)

Colonia Güell, Santa Coloma de Cervelló.

Cripta de la iglesia de la Colonia Güell, Santa Coloma de Cervelló.

La Colonia Güell es producto de la colaboración -tan frecuente- del arquitecto Antoni Gaudí con el empresario textil Eusebi Güell. En este caso se trata de una colonia industrial creada siguiendo un plan urbanístico claro y unos objetivos bien definidos, entre los que se encuentran el control social y el distanciamiento de los conflictos sociales del medio urbano. Fundada en el año 1890, Güell buscaba crear un núcleo urbano cohesionado cuya vida girara en torno a la fábrica.

Con vistas a mejorar la vida de los obreros, dotó a la población de numerosos equipamientos culturales y religiosos (escuela, ateneo, teatro, centro parroquial, convento…), en cuya construcción intervinieron diferentes arquitectos. Llama la atención la presencia constante del Modernismo, que invade cada rincón de la colonia, desde la iglesia a las viviendas. Entre estas destaca Ca l’Espinal, la vivienda del encargado, que fue construida por el arquitecto Joan Rubió y Bellver. Sin embargo, las construcciones más destacadas son la Cripta y la fábrica.

Se conoce como la Cripta a la iglesia de la colonia ya que es, en verdad, la nave inferior de un templo mucho mayor diseñado por Gaudí que quedó inconcluso. Fue construida entre 1908 y 1914, año en que se paralizaron las obras por falta de financiación. Esta construcción es de gran importancia porque es la primera vez que el famoso arquitecto utilizó de forma unitaria todas sus innovaciones.

La fábrica ha sufrido bastantes alteraciones con el paso del tiempo y ahora es un centro de negocios. En origen estaba destinada a la fabricación de panas y terciopelos, empleando como fuente de energía la máquina de vapor. El primer edificio, que albergaba la máquina de hilatura, se puso en funcionamiento en 1891; el resto, destinados a tintes, secados, telares…, se acabaron posteriormente. Como vemos, cada fase de transformación del tejido contaba con su propio edificio especializado. Todo el conjunto fabril se encontraba delimitado por un muro perimetral.

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(*) Imágenes: Wikimedia Commons. Creative Commons License.