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Se trata de palabras complicadas, en inglés se escribe curator, en Latinoamérica es más común el término curador y en España, en teoría, debería llamarse comisario. Pero la pregunta importante es:

¿A qué hacen referencia estos términos?

Responder a esta pregunta es casi una necesidad, ya que generalmente son palabras que se desconocen por completo fuera del mundo artístico o cultural. Además, su aplicación puede llevar a confusión y algunas personas pueden pensar que el término comisario, por ejemplo, tiene unas connotaciones un tanto autoritarias.

Por eso, desde Croma Comisarios Culturales, queremos investigar de dónde provienen estos conceptos y saber cuándo se debe utilizar cada uno de ellos.

Los orígenes

Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española, la entrada “comisario” no ofrece ninguna definición relacionada con la creación, concepción y organización de exposiciones temporales. Sin embargo, la palabra curador sí dispone de una acepción más acorde (aunque no exacta) al significado al que aquí nos referimos: “persona que cura algo, como lienzos, pescados o carnes”, donde la palabra curar hace referencia a “secar o preparar algo convenientemente para su conservación” o “cuidar algo, poner cuidado”.

Sin embargo, siendo rigurosos, parece que la traducción exacta al español sería la de conservador, es decir, aquella persona que es responsable de la conservación (o cuidado) y adquisición de obras artísticas o piezas de valor que se encuentran en un museo.

secar o preparar algo convenientemente para su conservación” o “cuidar algo, poner cuidado

En España no se utiliza la palabra comisario como sinónimo de conservador de un museo sino que se establece una distinción entre ambos términos, el primero de ellos se asocia exclusivamente a exposiciones temporales, mientras que el segundo se refiere a los museos y el cuidado de sus colecciones permanentes.

Entonces ¿de dónde proviene la palabra comisario? Parece ser que proviene del francés commissaire, una voz proveniente del latín jurídico que hacía referencia a la potestad que se otorgaba a una persona para cuidar (curare, curator en latín) de una persona menor de edad legalmente. Todo indica que en inglés se tomó el término directamente del latín, mientras que en el país galo se afrancesó la traducción latina.

Usos recientes

Según expone el escritor Hans Ulrich Obrist en su obra A Brief History of Curating, el término se comenzó a popularizar en torno a las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX, con comisarios independientes que participaron en ferias de arte como la documenta de Kassel y otras bienales artísticas.

Por lo tanto, es un término muy ligado al arte y, en especial, al arte contemporáneo. De hecho, Obrist comenta que en los últimos años, el número de comisarios a nivel internacional ha aumentado muy considerablemente y que se ha puesto de moda la figura del “comisario-artista” como una especie de diseñador freelance de exposiciones temporales.

Características

Por tanto, podemos concluir que la palabra comisario hace referencia a la persona que concibe, organiza y diseña exposiciones temporales (no permanentes), en principio, de carácter artístico aunque no exclusivamente. Es preciso añadir también que puede tratarse de un profesional que trabaja de forma dependiente o independiente respecto de una institución pública o privada.

El ideal sería una persona que realiza una:

  • Selección y Ordenación de una serie de piezas y materiales con un criterio y un discurso propio.
  • Exhibición pública de ese material.
  • Explicación por todos los medios a su alcance: cartelas, paneles explicativos, catálogos, etc.
  • Salvaguarda y conservación de las piezas y materiales

Una nueva profesión: content curator

En la actualidad está surgiendo una nueva tipología de comisario, sobre todo en el ámbito anglosajón, que es el llamado content curator, es decir, la persona que se encarga de seleccionar el contenido de una determinada publicación digital, ya se trate de un diario, una web corporativa o un blog. Sería algo asó como lo que en el mundo editorial tradicional se conoce como la figura de editor, aunque es posible que existan diferentes matices que los distancien.

Se trata de una incipiente profesión que está surgiendo en esta nueva economía interdependiente, global y basada en el intercambio de información en la red. Una economía más participativa que probablemente obligará a replantear el papel del comisario tradicional, ya que: ¿podrán hacerse exposiciones sin contar con la opinión del público? Y ¿significa eso que caeremos en el populismo?

Se trata de una incipiente profesión que está surgiendo en esta nueva economía interdependiente, global y basada en el intercambio de información en la red

Nadie sabe la respuesta pero quizás en el futuro no exista distinción entre comisario, curador o content curator, e incluso es posible que estos términos acaben confluyendo en uno más amplio: el knowledge worker, aquel concepto que ya enunció Peter Drucker en su obra La Era de la Discontinuidad (1969). Un trabajador del conocimiento que se desenvuelva tanto el mundo real como en el virtual y que actúe, al margen de lo mencionado anteriormente, como:

  • Impulsor de debates.
  • Generador de opiniones.
  • Interpretador de obras.
  • Seleccionador de contenidos de valor.
  • Organizador de exposiciones en cuyo discurso intervenga el público.

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