Opositar es la salida más conocida, más ofertada y más recurrente dentro de las humanidades. Entre los titulados en Historia del Arte, Historia y otras carreras afines es muy común elegir la opción de las oposiciones a profesores de secundaria. Sin embargo, existen otras opciones menos conocidas, como es el caso de las oposiciones a museos.

La oferta de este tipo de oposiciones es considerablemente menor, tanto en número de plazas como en convocatorias, respecto a las oposiciones de secundaria. Por arrojar un dato: las últimas oposiciones para conservadores de museos estatales fueron convocadas en el año 2009, para un número total de 4 plazas.

Normalmente, suelen transcurrir dos años entre convocatorias. No obstante, la siguiente convocatoria no salió hasta el 2015, con un total de 32 plazas. Existen varias pruebas selectivas a través de oposición o concurso-oposición, según sea el ámbito de actuación de la institución (público o privado) y en función de la normativa aplicable (por ejemplo, en lo que respecta a las competencias autonómicas).

En el presente 2017 se han vuelto a convocar las oposiciones al Cuerpo Superior Facultativo de Conservadores de Museos y al Cuerpo de Ayudantes de Archivos, Bibliotecas y Museos

De entre las oposiciones a museos ofertadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, según la titulación requerida, puedes elegir entre:
1. Conservador: Grupo A, subgrupo A1. Requiere una titulación universitaria de grado. Con un total de 142 temas distribuidos en seis bloques temáticos (tres generales y tres específicos), se trata de una oposición que consta de cuatro pruebas.
2. Ayudante: Grupo A, subgrupo A2. Solicita una titulación universitaria de grado. Son un total de 80 temas distribuidos en tres bloques y se desarrolla en tres ejercicios.
3. Auxiliar: Grupo C, subgrupo C1. Demanda un título de bachiller o técnico. El último temario constaba de 45 temas, con dos pruebas de acceso.

La transmisión de ciertas competencias por parte del Estado en materia de cultura, entre otras, hace que las comunidades autónomas tengan su propio proceso de selección para acceder a aquellos museos, conjuntos y colecciones de titularidad estatal ubicados en su territorio.

Del mismo modo ocurre con los organismos autónomos como el Museo Nacional del Prado o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Además, existen museos que son de titularidad municipal, así como otros que son de titularidad eclesiástica, privada, fundacional, etc.

El temario para acceder a estos museos mantiene una parte común al de las oposiciones estatales en cuanto a museología y legislación, si bien te encontrarás con un contenido y cantidad de temas variable en función de la entidad titular. Trata de mantenerte informado de todos los procesos selectivos a través de los canales de difusión de cada administración o institución: web, redes sociales o suscripción mediante el correo electrónico.

¿Debería presentarme a unas oposiciones a conservador de museo?

Los profesionales de los museos. Un estudio sobre el sector en España es una publicación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que analiza la situación de los profesionales de museos en España, tanto en activo como desempleados. Mediante unas encuestas se profundiza en materia de condiciones laborales, formación
y funciones.

En este apartado recojo algunas notas de interés que pueden ser útiles de cara a decidir si estudiar o no unas oposiciones.

1. Titulaciones: Un 65,2 % de los profesionales de museos es licenciado en Geografía e Historia, con una especialidad en Historia del Arte o en Historia. Cifra significativa sabiendo que los museos estatales y locales son mayoritariamente histórico- artísticos.

2. Acceso a ofertas de empleo: El acceso a puestos de trabajo en la Administración pública está regulado mediante procedimientos selectivos más rígidos. En las instituciones privadas se tiende a realizar el proceso a través de la selección curricular y entrevistas. Dos tercios de los profesionales de museos, según el estudio en cuestión, acceden al puesto a través de una oposición, concurso-oposición o concurso público de méritos.

3. Museos públicos: El 91 % de los profesionales trabajan en museos de titularidad pública y suelen ser instituciones cuyas colecciones son de naturaleza histórico-artística. Son menos los profesionales que desarrollan su actividad en museos privados, cuyas colecciones giran, sobre todo, en torno al arte contemporáneo y las ciencias.

4. Estabilidad: El estudio indica que uno de cada tres profesionales conserva el mismo empleo desde su incorporación. En cambio, los profesionales de museos más recientes albergan la mayor tasa de desempleo.

5. Formación continua: El 87,8 % de los profesionales de museos declara haberse formado en los últimos tres años en materia de museos y patrimonio. Existe también una amplia mayoría que ha recibido formación complementaria en otros campos no relacionados con esta temática. Esta tendencia es más común entre los profesionales de incorporación más reciente al sector, lo que el estudio interpreta como una situación de mayor competencia y dificultad de acceso al mundo laboral.

6. Escasas expectativas de mejoras: Más del 80 % de los profesionales de museos no tiene expectativas de mejorar sus condiciones laborales, tanto en responsabilidad como en remuneración, durante los próximos tres años. Esto se debe a la crisis económica, aunque el optimismo crece entre los profesionales que trabajan en museos de titularidad privada.

11 consejos si vas a presentarte a las oposiciones

1. ¿Academia, preparador o preparación por cuenta propia?: Los temas de historia del arte son muy escasos y predominan los de historia. Este es quizás el mayor hándicap que poseemos los historiadores del arte a la hora de enfrentarnos a esta oposición. Además, los contenidos relacionados con la geografía son complejos si no la hemos estudiado desde el instituto y los apartados procedimentales requieren de un cierto nivel. Por lo tanto, acudir a un preparador o a una academia durante una temporada puede ayudarnos en los temas que menos dominemos y para realizar las prácticas, la programación y unidades didácticas, etc.

Sin embargo, debemos ser muy cautos. Los temarios que venden las academias son realizados por distintos autores y en ciertos casos los editores no se han molestado en coordinar las distintas partes para que exista una cierta unidad.

El precio de estos libros ronda los 400 o 500 euros, con explicaciones teóricas y ejemplos resueltos. En mi caso, compré un temario donde algunos temas estaban excelentemente realizados, mientras que otros eran de una calidad y un rigor científico más bien bajos.

2. Sé constante: Una oposición es una carrera de fondo en la que cuenta el día a día durante un largo periodo de tiempo (la media suelen ser unos cinco años para las oposiciones de nivel A1). Además, en esta carrera no solo compites tú: miles de personas muy preparadas luchan también por conseguir un trabajo, así que la competencia
es durísima. Solo los primeros consiguen la plaza, por lo que hay que esforzarse mucho y, sobre todo, no rendirse. Es necesario aprovechar cada momento de estudio siendo muy constante. Paso a paso y tema a tema verás cómo vas avanzando.

3. Organiza y planifica tu tiempo: Es fundamental organizarse bien, fijarse un horario y tratar de cumplirlo a rajatabla. Lo más habitual es estudiar unas siete u ocho horas diarias entre semana, aunque cuando se acerca la fecha del examen, si es posible, lo normal es dedicar todavía más horas. También es muy importante planificar el calendario de estudio en función del temario y marcarse unos objetivos factibles.

Lo que más cuenta del tiempo de estudio no es la cantidad horas dedicadas, sino el aprovechamiento de las mismas. Por experiencia propia puedo decir que cinco o seis horas rindiendo al máximo cunden más que todo un día delante del libro sin aprovechar el tiempo.

Personalmente, rindo mucho más estudiando en una biblioteca: para mí se ha convertido en una rutina que me ayuda a concentrarme y a hacer más llevadera la oposición.

Mis primeros meses fueron un desastre, porque intentaba organizarme de mil formas sin conseguirlo y mi avance era muy lento. Tras varios intentos fallidos de enclaustrarme en mi casa, decidí que ya era hora de quitarme el pijama, tomar el aire y crearme un horario fijo. Así es como opté por ir siempre a la misma biblioteca.

4. Haz resúmenes y mapas conceptuales: Una forma eficaz de estudiar y repasar los contenidos es hacer resúmenes de los temas ya estudiados. Cuando tengas que retomar el tema, te será mucho más fácil con una síntesis donde hayas recogido las principales ideas.

5. Realiza ejercicios prácticos: La parte teórica es fundamental y sin ella tampoco seríamos capaces de resolver la parte práctica de los exámenes. El problema, sin embargo, es que los opositores tendemos a centrarnos en esta parte y a preparar menos los ejercicios prácticos de las oposiciones. Mi consejo es hacer muchos ejercicios de tipo procedimental (de acuerdo con las pautas de la convocatoria), que además sirven de repaso de los contenidos teóricos.

6. Consulta bibliografía y crea materiales personales: Elaborar temas originales mediante documentación y bibliografía especializada es muy importante. En ocasiones puede ser la diferencia entre presentar un tema del montón y uno que destaque entre los demás.

Los temarios de las academias suelen ser muy útiles, pero no es raro que estén hechos cada uno por un autor y sin demasiada coherencia unos con otros, como ya te comenté anteriormente.

7. Deja los meses previos para repasar: Abarcar la totalidad del temario es muy difícil, por no decir imposible. Por eso es importante centrarse en lo fundamental y, aunque no avancemos con nuevos contenidos, dedicar los últimos meses a un repaso exhaustivo de los contenidos estudiados.

8. Atento a los plazos: La primera vez que rellené una instancia para la oposición me llevó tres días de dedicación constante debido a la gran complejidad y a la falta de información. El pago de las tasas es un caso aparte: los empleados de las sucursales bancarias me han llegado a preguntar qué hacían con el recibo después de
darles todas las instrucciones disponibles, así que imagínate la descoordinación que existe.

Mi consejo es que estés atento a los plazos, que leas bien la convocatoria, que preguntes todas tus dudas y que te asegures en el organismo donde presentes la instancia de que aportas toda la documentación necesaria y que la sucursal bancaria ha efectuado correctamente el pago. Ten en cuenta también que los plazos de reclamación suelen ser breves. Mira la web o los listados del organismo convocante frecuentemente.

9. Practica ejercicio regularmente: Una de las recomendaciones básicas para cualquier opositor es la de hacer ejercicio físico de forma regular, ya que es una forma de despejar la mente y aliviar las tensiones y el nerviosismo de la rutina. Es un arma muy eficaz contra la ansiedad.

También es muy importante dormir y descansar bien y comer de forma equilibrada y saludable. El estudio quema muchas energías así que, al margen de la alimentación equilibrada, el chocolate y los dulces son básicos para mí.

10. Tiempo de ocio: Es fundamental que todos los días dediques tiempo a actividades de ocio y a desconectar. Te servirá para cargarte de energía, sobre todo en esos días en los que no se avanza, porque es mejor tomarse un descanso y proseguir en otro momento. Los fines de semana procura escoger un día en el que no estudies
absolutamente nada y tómatelo de descanso total.

11. Intenta ser positivo: Es muy importante estudiar relajado y no agobiarse por alcanzar las metas. Aunque sea difícil, tienes que creer en ti mismo y pensar que el objetivo a lograr merece la pena el esfuerzo y sacrificio. Tienes que tomártelo como un trabajo, porque es la única manera de no desanimarse y de no sentirse frustrado por no tener un empleo.

Pd. Si quieres tener más información sobre oposiciones y otras salidas laborales para licenciados en Historia del Arte te recomiendo que leas el libro Por qué estudiar Historia del Arte. Muy recomendable.

(*) Imagen de portada: Sólo J. Flickr Commons. Creative Commons License.