Pero… ¿Qué es La Movida?

Me resulta difícil explicarlo, pero quizás podría definirlo como una contracultura alternativa que surge en el Madrid de la década de los 80, donde la nueva juventud, gracias a su recién adquirida libertad tras la dictadura Franquista reivindica su opción a no tener que reivindicar nada, a divertirse y a recuperar las pistas de baile.

Es una etapa de liberación sexual, drogas, moda, “luxury” y sobre todo muy buena música con la irrupción de nuevos grupos y artistas.

La juventud sale, se pone guapa, se divierte, liga, habla su propia jerga. Se forman las populares tribus urbanas con sus estereotipos, vestimentas, actitudes, gustos musicales.

Es la época de las brujas con tacón de aguja, del lobo hombre en París, de las chicas de ayer que recorren la ciudad en Cadillacs solitarios. De tipos con los huesos desencajados de tanto bailar, que se cuelan en fiestas enamorados de la moda juvenil. Y sufre mamón que no quiero que seas mi amante bandido.

La juventud sale, se pone guapa, se divierte, liga, habla su propia jerga. Se forman las populares tribus urbanas con sus estereotipos, vestimentas, actitudes, gustos musicales

El término “movida” fue creado y difundido por el locutor de Radio España Gonzalo Garrido: «en aquellos años loquísimos del 78 o 79 cuando me hice muy amigo de Olvido, Carlos Berlanga y Nacho Canut. La palabra surgiría entonces, pero sin demasiadas pretensiones. Decíamos vamos a tal sitio que seguro que hay movida…»

Pero antes de comenzar a tratar de forma directa la Movida, debemos echar la vista atrás para intentar comprender un poco mejor este fenómeno.

La Juventud en el Franquismo

Si algo caracteriza a la juventud del Franquismo es la falta de una identidad cultural, sometidos a la represión y la obediencia absoluta a sus padres.

Su vida social gira en torno a la parroquia de su barrio. Tienen que contentarse con poder ir al baile de los domingos (máximo momento de ocio para ellos y único lugar donde poder dar rienda suelta a sus hormonas, pero por supuesto siempre dentro de ciertos límites) o al cine un sábado por la tarde, para contemplar y admirar la “verdadera cultura de nuestro país”: las últimas aventuras de Paco Martínez Soria con las suecas de Benidorm, los chistes de Sor Citroën o las apasionadas historias protagonizadas por folclóricas y tonadilleras. No había mucho donde elegir.

La vida de estos jóvenes gira en torno a un modelo a seguir, el del hombre hecho y derecho, un caballero (o dama) español que tras acabar la enseñanza media tiene el gran orgullo de poder servir a su patria en el Servicio Militar (la PUTA MILI) o en el caso de las mujeres el Servicio Social. Allí se dejaban el bigotillo recto, franquista.

  • Después su obligación era buscar un buen trabajo, si es que no lo tenían ya; casarse y formar una familia.
  • Son aprendices de adulto, no les quedaba otra. Sin opinión, ni voz ni “voto”.
  • Son los herederos de los tradicionales, conservadores y rancios valores del Espíritu Nacional.

A lo largo de los años 60 y 70, con la apertura del régimen a mercados extranjeros y los avances económicos, supondrán ciertas mejoras sociales en lo que a la situación de la juventud se refiere. Antes eran escasos los hogares que tenían tocadiscos o incluso gramófono. Ahora tiene lugar la democratización y abaratamiento del tocadiscos Pick-Up, por lo que cada vez son más los jóvenes que disponen de su propio tocadiscos y aumenta la demanda de música sobre todo de nuevos sonidos. Llega el boom de los grandes grupos extranjeros (la “Revolución” Beatle, los Rolling…)

Se inicia la moda de las llamadas Boys- bands. Los jóvenes se entusiasman con las nuevas melodías anglosajonas, pero ellos no saben inglés y sueñan con mensajes de libertad, amor… (en fin, supongo que cada uno le pondría su propio mensaje). Los letristas españoles realizaron cursis y melosas versiones de estos temas suavizando todo indicio de contenido “Antimoral”. La censura no dejará de estar presente.

También surgen los primeros conjuntos juveniles españoles: Fórmula V, Los Brincos, Los Bravos, etc. Y el cutre pero exitoso fenómeno Eurovisión con el aclamado triunfo del “La-la-la” de Massiel.

Pero todo cambiará: “Españoles, Franco ha muerto”

Los lloriqueos de Arias Navarro se convirtieron en un rayo de esperanza. Las cosas no estaban tan bien “atadas” como él creía.

Una etapa que muere para dar paso a la Libertad, la Democracia, la Constitución, un estado de derecho…

Todos los anticuados valores del Régimen serán rechazados por las nuevas generaciones y la estética castiza más popular pasará de moda:

  • La sevillana y el torito sobre la tele.
  • Los papeles de motivos florales que revisten las paredes de las casas.
  • Las figuritas de porcelana china con animales o parejas de enamorados o el santo de turno (esto es de lo más Kitchs).
  • Las mantelerías, colchas o cojines de ganchillo.
  • Los horribles cuadros de paisajes rurales o escenas de cacerías.

La Juventud de los 80: “Grupo Pop, Gays Grandotes, Psico-Lights, Moto Rocker, Cantantes Frikis, Nenas con Gin Tonic”

Esta frase del tema “Bares, bares” de Toreros Muertos, podría definir muy bien a la juventud de los 80 y su diversidad.

Son una generación marcada fuertemente por los históricos cambios de los que fueron testigos. Vivieron los últimos años del Franquismo, la muerte de “Doble F”, la Transición política, la Constitución y la consolidación del régimen democrático.

Será una generación que ocupará su “papel” dentro de la sociedad.

Disfrutan del ocio, con una situación económica familiar favorable, una cierta necesidad de consumo y todo ello bajo la protección paterna.

Podría decirse (exagerando un poco) que hacen lo que les da la gana, en contraposición con la generación de sus padres que debían ser obedientes.

Pero con esta postura los jóvenes son despreciados por los adultos que no les toman en serio, tachándoles de vagos, vividores, pasotas.

Frente a este rechazo por parte de la sociedad, la actitud de los jóvenes es la EVASIÓN, refugiándose en la noche como lugar de ocio, las drogas, el alcohol… Se forman las llamadas tribus urbanas como una forma de reivindicar su propia identidad. Cada una de ellas representa a unos valores, unos gustos, unas ideas y actitudes ante la vida.

Con esta postura los jóvenes son despreciados por los adultos que no les toman en serio, tachándoles de vagos, vividores, pasotas

Hay un hecho que también caracteriza a esta generación y es que a medida que vamos dejando atrás la muerte de Franco y la Democracia se va consolidando en España, los jóvenes se involucran cada vez menos en política, hasta llegar al punto en el que nos encontramos ahora donde si tú preguntas a un grupo de jóvenes cualquiera te dirán que no les interesa que ni siquiera se preocupan por plantearse las necesidades de cambio, ellos están muy a gusto con las cosas hechas.

Conformismo por comodidad y no por resignación como antes había sucedido. Como ya nacimos con todos los derechos democráticos y constitucionales creemos que eso es algo que siempre ha estado ahí cuando la libertar de decidir, de votar de opinar, de cambiar es algo “muy reciente” que otras generaciones no disfrutaron y que deberíamos de valorar más.

Pero en fin, volviendo a los jóvenes de los 80, su situación económica favorable y su mayor libertad propicia un poder hacer “lo que les da la gana” y tener una visión mucho más desenfadada de la vida, mayores momentos de ocio para disfrutar de la noche, del cine, de la música (sin la constante presencia de la censura), una vida social mucho más amplia.

La Fauna y sus Estereotipos

Aquí te presento, en líneas generales, los más importantes tipos de tribus urbanas que pululaban por las calles de Madrid. Son definiciones demasiado estereotipadas, que no se cumplen siempre al pie de la letra. Cada grupo tiene sus propio estilo, su uniforme que le caracteriza y le identifica con sus propios gustos y actitudes.

No todos los jóvenes pertenecían a una corriente u otra, a veces simplemente había afinidades con un tipo de estética, pero nada más.

1) El Punk: Su rasgo más característico son las cretas de colores, las ropas ceñidas, el cuero. Su forma de vida es hacer lo que quiere, cuando quiere y como quiere, rechazando la autoridad (sobretodo paterna) y todo lo socialmente establecido y convencional. Como ejemplo de esta estética Punk podríamos citar al grupo Las Vulpess.

2) El Heavy: Su “uniforme de batalla” son las chupas negras, las cadenas, los vaqueros desgastados y rotos, zapatillas deprtivas y largas melenas. Se tiene una idea de los Heavys, orgullosamente promocionada también por ellos mismos, de que son seres antisociales, unos vagos melenudos a los que la gente mira mal. Rechazan lo convencional y establecido. Buscan la libertad y la evasión a través de las drogas, el alcohol o la velocidad. Un ejemplo sería el grupo Barón Rojo.

3) El Rocker: Lo dejan todo por el Rock y por su moto. Son seguidores e imitadores de la indumentaria del rock americano de los 50 y 60. Viven en una fantasía de “road trip”, de recorrer el mundo en su moto, guitarra al hombro, bebiendo whisky y comiendo hamburguesas. Ejemplo de la estética Rocker: Loquillo.

4) Los Niños de Papá: Son niños bien, sin problemas económicos y cuyos papás les pagan los vicios. En otras palabras, PIJOS. Ligaban bastante. Suelen ir por ahí presumiendo de estar apunto de terminar su licenciatura en derecho y de que van a jugar al golf. Llevan ropa muy cara, mostrando la marca comercial. Como ejemplo (aunque ellos intenten disimularlo) tenemos a Los Hombres G o a Mecano.

5) El Glam: Las reinas de la noche, drag queens o simplemente chicos con cierta tendencia al travestismo. Tratan de provocar y de llamar la atención, muchas veces para reivindicar una igualdad que aún se les negaba. Sus armas de seducción son los taconazos, el maquillaje excesivo, las hombreras y los estampados de leopardo. Como ejemplo destacaría a dos grandes personajes de la noche madrileña: Almodóvar y Fabio Macnamara.

Sigue leyendo:

Todo lo que hay que saber sobre La Movida (II)