«Sorolla y Estados Unidos» llega a Fundación Mapfre para convertirse en la gran exposición de esta temporada. Después de ser expuesta en San Diego Museum y en Meadows Museum of Dallas, llega a Madrid para mostrarnos al Sorolla más internacional, el que consiguió consquistar el escenario norteamericano a través de su pintura a principios del siglo XX.

Historia: Sorolla y su relación con Estados Unidos

La importancia de esta exposición radica en que, por primera vez, la relación entre Sorolla y Estados Unidos se convierte en el objeto principal de una muestra. Esta exposición trata de presentar a un Sorolla internacional que, después de triunfar en España, París y Londres, consigue conquistar el territorio estadounidense.

Su relación con Estados Unidos comienza incluso antes de que el artista viajara a este país: algunos coleccionistas norteamericanos interesados por la cultura y por el arte español ya habían descubierto su obra. Esta relación se intensifica en el año 1909 cuando conoce al millonario norteamericano Archer Huntigton, quien se convierte en su principal mecenas y le anima a realizar su primera exposición individual en la Hispanic Society of America, que acontece el 4 de febrero de 1909 bajo el título “Joaquín Sorolla y Bastida at the Hispanic Society of America”. El éxito de esta primera exposición en EE.UU. es decisivo para su trayectoria artística. A partir de este momento y gracias al patrocinio de esta institución, expone sus obras en otras ciudades importantes de Estados Unidos (como en 1911 en el Art Institute de Chicago y en el City Art Museum de San Luis) y logra seducir, con sus fantásticas escenas de playa acompañadas por la luz mediterránea, con sus bellos jardines y elegantes retratos, a los grandes museos y coleccionistas privados norteamericanos, que adquieren una gran cantidad de obras. Entre estos últimos destacará el magnate Thomas Fortune Ryan, que en 1909 le encarga Cristóbal Colón saliendo del puerto de Palos y en 1914 Baile en el Café Novedades de Sevilla.

En 1911 se inician las conversaciones sobre el que será su gran proyecto y lo mantendrá ocupado hasta el final de sus días: la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society. El ambicioso proyecto de la Visión de España le hace tener que recopilar documentación sobre tipos, costumbres e indumentarias y viajar por toda España. Las pinturas se colocarían a modo de un friso corrido en la parte alta de la biblioteca, sobre las estanterías de madera para los libros. Para dicho proyecto realizó infinidad de estudios previos. El resultado final del encargo son catorce lienzos, uno dedicado a Castilla, cinco a Andalucía, dos a la región valenciana y una a las siguientes regiones: Aragón, Navarra, País Vasco, Galicia, Cataluña y Extremadura.

En sus últimos nueve años de vida, Sorolla se dedica casi exclusivamente a este gran encargo pero además comienza a desarrollar una pintura más personal sobre todo en temática de jardines y playas. En los últimos meses de 1919, ya terminada Visión de España, Sorolla alterna la pintura, fundamentalmente de jardines de su casa y retratos, con su actividad como profesor de Composición y Colorido en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Piensa en viajar a Estados Unidos para llevar Visión de España a la Hispanic Society y participar en su colocación, pero un derrame cerebral que sufre cuando se encontraba pintando en el jardín de su casa se lo impide y le hace apartarse definitivamente de la pintura.

La exposición “Sorolla y Estados Unidos”

1) Primer obras en Estados Unidos antes de 1909:

¡¡Otra Margarita!!.1892. Óleo sobre lienzo. 129,5x198,1cm. Mildred Lane Kemper Art Museum, Washington University in St. Louis, San Luis.

¡¡Otra Margarita!!.1892. Óleo sobre lienzo. 129,5×198,1cm. Mildred Lane Kemper Art Museum, Washington University in St. Louis, San Luis.

La exposición inicia su recorrido mostrando cómo antes de la llegada del pintor a los Estados Unidos algunas de sus obras más importantes ya formaban parte de colecciones norteamericanas. Esto ocurrió por diferentes motivos: bien porque coleccionistas estadounidenses habían adquirido sus obras en ciudades europeas o bien por la obtención de premios internacionales. Este es el caso de la obra que inicia la exposición: ¡¡Otra Margarita!!, de 1892, que obtuvo la medalla de honor en la World’s Columbian Exposition de Chicago, la primera participación de Sorolla en una exposición al otro lado del Atlántico. La obra fue adquirida por Charles Nagel, quien la donó al Museo de la Washington University de San Luis.

Las obras tempranas de este momento demuestran cómo el estilo del pintor se iba afianzando dentro de las tendencias de la pintura en aquellos momentos: el realismo social estaba muy presente y Sorolla consiguió resaltar por sus efectos lumínicos y compositivos. Tanto ¡¡¡Otra Margarita!!! como ¡¡Triste herencia!! fueron pintados a partir de situaciones que el artista contempló por casualidad y que le impresionaron. Otra de las obras presentes es Puerto de Valencia de 1897 que fue la segunda obra de Sorolla que llegaba a Estados Unidos y que, como se puede observar, todavía no alcanza la plenitud de sus escenas de playa y mar posteriores.

2) Huntington mecenas de Sorolla en Estados Unidos:

Otro acontecimiento fundamental en su vida será la visita del millonario norteamericano Huntigton a una exposición que realiza Sorolla en Grafton Galleries de Londres. Huntington, quien viajaba a Europa con el propósito de adquirir obras de arte, había fundado en 1904 en Nueva York la Hispanic Society of America con el objetivo de difundir la cultura española y se convertirá en su principal mecenas. Inmediatamente después de adquirir tres obras del artista, Huntington le muestra su deseo de llevar su obra a su institución de Nueva York. Esto se hizo realidad, como hemos mencionado anteriormente, con la gran exposición que se inauguró el 4 de febrero de 1909 bajo el título “Joaquín Sorolla y Bastida at the Hispanic Society of America”, donde se expusieron 356 obras entre pinturas y bocetos. Fue un éxito para la carrera del artista y para dar auge a la institución norteamericana. El éxito viene comprobado por el número de visitantes de la muestra y por los 150 cuadros que vendió durante la misma.

Esta parte de la exposición está presidida por los retratos de los entonces reyes de España (Retratos de Alfonso XII y Victoria Eugenia de Battenberg), quienes mantuvieron una estrecha relación con la institución norteamericana. Ambos retratos se conservan en la Hispanic Society y fueron colocados durante las exposiciones de 1911 en Chicago y San Luis. También se encuentra en esta sección su conocido autorretrato y algunas de las obras que adquirió Huntington, como Aldeanos leoneses, de 1907, o Estudio para sol de la tarde. Que marcan el inicio de su gran proyecto para la decoración para la biblioteca de la Hispanic Society.

3) Los encargos de Thomas Fortune Ryan:

Baile en el Café novedades de Sevilla, 1914. Óleo sobre lienzo. 246X295 cm. Colección Banco Santander.

Baile en el Café novedades de Sevilla, 1914. Óleo sobre lienzo. 246X295 cm. Colección Banco Santander.

A raíz de la gran exposición de 1909, el magnate norteamericano Thomas Fortune Ryan se interesa por su obra atraído por la representación de la imagen de España y, sobre todo, por los jardines andaluces. Este empresario norteamericano adquirió más de veinte obras del pintor y se convirtió en su segundo mecenas.

El encargo más importante que le pide es Cristóbal Colón saliendo del puerto de Palos. Esta obra se encuentra actualmente en paradero desconocido, pero los estudios sobre la figura de Colón están presentes en la exposición y lo muestran en diversas posturas y pintado en diferentes momentos del día. Todo este conjunto unido se expone por primera vez en España.

Otro de los grandes encargos realizados por Ryan fue Baile en el Café Novedades de Sevilla (1914), presente en la exposición, y obras sobre jardines andaluces que nos demuestran la fascinación de Ryan por la cultura española: Patio de las Danzas, Alcázar de Sevilla o Jardines del Alcázar.

4) Retratos pintados en Estados Unidos:

A pesar de que el artista no se sentía pintor de retratos, Sorolla era consciente de la importancia de este género para asegurarse su clientela y, a raíz de sus grandes exposiciones en Estados Unidos, recibe numerosos encargos de retratos. Es importante destacar que aunque el artista es más bien conocido por sus escenas de playa y mar, realizó retratos maravillosos y de gran calidad y elegancia.

Sorolla realizó por encargo 54 retratos de distinguidos personajes de la sociedad norteamericana. La mayoría de ellos fueron pintados a lo largo de sus dos viajes de 1909 y 1911 a Estados Unidos, mientras que otros los pintó en posteriores viajes a París y Biarritz. Huntington fue clave, ya que facilitó la relación del artista con su clientela estadounidense. La importante repercusión de las exposiciones de Sorolla en Estados Unidos le permiten incluso retratar al entonces presidente de Estados Unidos, William Howard Taft. Los retratos de encargo de Sorolla lograron captar la psicología del personaje, como se puede observar en el retrato de Juliana Armour Ferguson o en la expresión de Mrs. William H. Gratwick.

5) Retratos vendidos en Estados Unidos:

Clotilde con traje negro. 1906. Óleo sobre lienzo. 186x118,7cm. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York

Clotilde con traje negro. 1906. Óleo sobre lienzo. 186×118,7cm. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

En esta sección de la exposición, destacan retratos de personajes importantes de la sociedad norteamericana, como los retratos de Frances Louisa Tracy Morgan o de Charles Kurtz. Estos retratos son bastante convencionales, puesto que el artista tuvo que seguir unas normas para realizarlos, aunque al mismo tiempo algunos de ellos destacan por su gran modernidad, algo que fascinó al público europeo y americano.

Además de estos retratos, Sorolla realizó un buen número de ellos dedicados a su mujer y sus hijos, que demuestran la intimidad del momento y la humanidad del artista, como Clotilde vestida de negro, del Metropolitan Museum de Nueva York y presente en la exposición. Esta obra está considerada como una de las que mejor reúne las cualidades del Sorolla retratista, sobre todo por el dominio de los colores y por la libertad con la que describe los objetos del mobiliario. También destaca en esta parte Clotilde sentada en el sofá, otro de sus grandes retratos caracterizados por su elegancia y por la pose natural de la retratada.

Luois Comfort Tiffany. 1911. Óleo sobre lienzo. 150,5x225,5cm. The Hispanic Society of America, Nueva York.

Luois Comfort Tiffany. 1911. Óleo sobre lienzo. 150,5×225,5cm. The Hispanic Society of America, Nueva York.

Destacan, asimismo, retratos realizados al aire libre, como Raimundo de Madrazo, representado en el jardín de su casa a las afueras de París. Lo representa como un caballero elegante y utiliza abundante materia pictórica, lo que nos demuestra su interés por acercarse a la modernidad. Otro de los retratos realizados al aire libre y que se encuentra en el inicio de la primera planta de la exposición, es el dedicado a Louis Comfort Tiffani, artista y diseñador que quiso ser retratado claramente como pintor. Se representa al artista sentado ante su caballete, con el pincel y la paleta en las manos, vestido con un elegante traje blanco que le da un aire de distinguido caballero e interrumpiendo su actividad para conversar con la persona que le está realizando el retrato. Es imprescindible destacar el exuberante y colorista jardín representado, que pertenece a la inmensa mansión del retratado en Long Island.

6) Escenas de playa en las exposiciones de 1909 y 1911:

Las escenas de playa de Sorolla son quizás el género más conocido del pintor valenciano. Los norteamericanos quedaron fascinados por la calidad de estas pinturas y por su absoluto dominio de la luz. Estas obras demuestran el interés constante del artista por la representación de la naturaleza. En ellas logró plasmar cada uno de los aspectos principales del mar Mediterráneo y de la playa Valencia.

El bote blanco. Jávea. 1905. Óleo sobre lienzo. 105X150cm. Colección particular.

El bote blanco. Jávea. 1905. Óleo sobre lienzo. 105X150cm. Colección particular.

Así, representó los trabajos en el mar, como se puede apreciar en su obra Remendando las redes, donde se aprecia el trabajo de las mujeres relacionado con la pesca. También encontramos en la exposición obras que muestran a niños en la playa, en las que podemos ver su virtuosismo a la hora de representar los cuerpos mojados al salir del mar, como ocurre en Niños a la orilla del mar. El bote blanco. Jávea es otra de las joyas de la exposición: su composición nos sorprende por el protagonismo del mar azul de Jávea, que prácticamente ocupa el total de la composición. También hay que mencionar Playa de Valencia, otra obra destacada de la exposición.

Playa de Valencia. Luz de la mañana. 1908. Óleo sobre lienzo. 77x106,5 cm. The Hispanic Society of America, Nueva York

Playa de Valencia. Luz de la mañana. 1908. Óleo sobre lienzo. 77×106,5 cm. The Hispanic Society of America, Nueva York.

Detalle Corriendo por la playa 1908. Óleo sobre lienzo. 90x166,5cm. Museo de Bellas Artes de Asturias, Oviedo. Colección Pedro Masaveu.

Detalle Corriendo por la playa 1908. Óleo sobre lienzo. 90×166,5cm. Museo de Bellas Artes de Asturias, Oviedo. Colección Pedro Masaveu.

Corriendo por la playa es otra de las maravillosas obras de esta sección. Es un claro ejemplo de estudio del movimiento y se pueden observar, además, cuatro dibujos sobre la obra localizados recientemente en el Brooklyn Museum de Nueva York que muestran las diferentes secuencias y estudios del movimiento de las figuras.

La exposición se cierra con otra magnífica obra importante de destacar: Saliendo del baño, donde una joven sale del mar y es ayudada por un pescador que le cubre para secarse mientras ella se está abrochando el botón del vestido. Hermosa composición y maestría de la luz de nuevo.

7) Paisajes y jardines:

Idilio entre flores. 1904. Óleo sobre lienzo. 93X130,5 cm. Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, Cuba.

Idilio entre flores. 1904. Óleo sobre lienzo. 93X130,5 cm. Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, Cuba.

Otra sección de la exposición es la dedicada a los jardines. Sorolla se había formado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y pronto se familiarizó con la práctica de la pintura al aire libre. Los jardines fueron su pasión y en ellos podía estudiar los diferentes momentos de la luz del día e investigar sobre la representación de la naturaleza como lo hicieron los impresionistas franceses.

Destacan algunas composiciones realizadas en Toledo, como Sombra del puente de Alcántara, considerada la obra más experimental de las que pinta en Toledo por la representación de las sombras del puente sobre la superficie del agua. Pero en Andalucía también se dedica a pintar jardines, como el Jardín del Alcázar de Sevilla y Palacio de Carlos V. Todas estas obras están presentes en la exposición.

8) Apuntes, manchas y notas de color:

En esta sección de la exposición, podrás descubrir obras de pequeño formato que fueron, o bien estudios previos de obras, o simplemente realizadas por el puro placer de pintar. Algunas de estas obras de pequeño formato fueron expuestas incluso en la exposición de 1909 y fueron muy alabadas por la crítica estadounidense. Muestran ya a un Sorolla maduro y reflejan la espontaneidad de su pintura. Lo curioso es que se han logrado recuperar los marcos que el propio artista diseñó para estas obras.

9) Impresiones urbanas:

Desde que llega a Estados Unidos, Sorolla se siente fascinado por la arquitectura de la ciudad de Nueva York y por la altura de sus rascacielos. Es por ello que en el año 1911 pinta una serie de gouaches con vistas de Nueva York desde la habitación del Hotel Savoy, que son impresiones de lo que el artista le gusta y quiere guardar como recuerdo. Estas composiciones son muy espontáneas y están realizadas sobre los cartones que se usaban en la lavandería de los hoteles para doblar las camisas de etiqueta. Son obras de gran calidad y modernidad, como se puede apreciar en la primera planta de la exposición.

También en 1911 realiza numerosos dibujos en el reverso de los menús de los hoteles The Blackstone, en Chicago, y Savoy, en Nueva York: una serie de dibujos a lápiz, algunos con pequeños toques de color, que representan a personajes que le rodeaban mientras comía. Desde su juventud, Sorolla tenía la costumbre de captar mediante el dibujo, de manera impulsiva, la realidad que le rodeaba.

La exposición presenta, por primera vez, una selección de 24 dibujos de la colección del Museo Sorolla.

Artículos relacionados

El Jardín del Museo Sorolla de Madrid

(*) Imágenes: Wikimedia Commons, Flickr Commons y otros bajo licencia Creative Commons y Fair Use.