Vincent Vega y Jules Winnfield.

-Te quiero Pumpkin
-Te quiero Honey Bunny
-¡Todo el mundo quieto, esto es un atraco!
-¡Y como algún jodido capullo se mueva, me cago en la leche, me pienso cargar hasta el último de vosotros!

¿Quién no ha escuchado alguna vez este diálogo seguido del mítico ritmo de Misirlou, de Dick Dale & The Del Tones? Así comienza una de las obras maestras de Quentin Tarantino, Pulp Fiction. Ganadora del Oscar al mejor guión original en 1994 y de la Palma de Oro del Festival de Cannes, es todo un icono de la cultura de los 90 que supuso el reconocimiento de una prometedora carrera cinematográfica.

Principio de Pulp Fiction

Nacido en Knoxville (Tennessee), Quentin Tarantino es director, guionista, productor y actor. Entre su filmografía destacan Reservoir Dogs; la ya citada Pulp Fiction, Malditos Bastardos y Django desencadenado, que le supuso su segundo Oscar al Mejor Guión Original (2013).

En este año se estrenará The Hateful Eight, proyecto a punto de ser cancelado debido a una filtración de guión y ambientado en el Oeste Americano en la Guerra de Secesión.

Además, ha colaborado en varias películas del director Robert Rodríguez, como Four Rooms, Abierto hasta el amanecer (donde comparte protagonismo con el actor George Clooney) y Sin City, entre otras.
Quentin Tarantino

A lo largo de su trayectoria cinematográfica, Tarantino ha demostrado que tiene un estilo propio e inconfundible, con unas características que definen claramente la estética tarantiniana.

“You never can tell”: el melómano Quentin

Las bandas sonoras de sus películas, las cuales siempre contienen fragmentos de diálogos de la propia película, abarcan una amplia variedad de géneros: desde composiciones de Ennio Morricone, como en el caso de Malditos Bastardos y Djando desencadenado, con todo un clásico del Spaghetti Western como es The Braying Mule; pasando por el Rhythm & Blues y el Soul, en Jackie Brown; el Surf Rock de Pulp Fiction, con su mítico Misirlou de Dick Dale & The Del-Tones; el Pop de los 70, en Reservoir Dogs, y su inolvidable escena en la que Michael Madsen tortura a ritmo de Stuck in the Middle with You de Stealers Wheel; y el Garage del particular grupo japonés de The 5.6.7.8’s, el cual aparece en Kill Bill: Vol. 1 tocando en directo I Walk Like Jayne Mansfield, I’m Blue y Woo Hoo.

Su exquisito gusto a la hora de elegir música para sus películas le ha hecho merecedor del Premio Music and Film en los Critics Choice.

Stuck in the Middle with You con Michael Madsen en Reservoir Dogs

Capítulo 2: Un caótico orden

Otra característica de los guiones de Tarantino es su falta de linealidad en la narración. Historias que empiezan por el final y continuos saltos temporales que hacen que hasta que no hayamos visto la película entera no comprendamos la historia en toda su amplitud.

Por otra parte, destaca también la narración de una misma escena a través de los distintos puntos de vista de los diferentes personajes. Buena prueba de ello serían Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown.

Cinco puntos de presión para explotar un corazón: Influencias de estilo

Su pasión por las Películas de Artes Marciales, el Manga, el Spaghetti Western, el Blaxploitation y el Grindhouse han influido enormemente en su filmografía:

  • Punto uno

La saga Kill Bill homenajea a las películas de artes marciales, en concreto a las de Kung Fu y protagonizadas por Bruce Lee. De hecho, el traje amarillo de Uma Thurman es una réplica del que llevaba Bruce Lee en Juego con la muerte.

  • Punto dos

En dicha saga se plasma también su afición por la cultura japonesa. Prueba de ello, por ejemplo, es la secuencia manga de Kill Bill Vol.1, de casi 8 minutos de duración, que narra el origen de O-Ren Ishii (Lucy Liu) y cómo llega a convertirse en una asesina Yakuza.

Parte del manga mostrado en Kill Bill Vol. 1

  • Punto tres

Una de las películas favoritas de Tarantino, como él ha señalado, es El bueno, el feo y el malo, dirigida por Sergio Leone, máximo exponente del Spaghetti Western. Esta influencia dio como resultado Django desencadenado, película en la que se aborda el esclavismo en el Sur de los EE.UU con la particular visión de este característico cineasta.

  • Punto cuatro

El Grindhouse es un estilo cinematográfico de la década de los 70, de bajo presupuesto y que trata temáticas escabrosas, sin búsqueda de calidad estética. Un buen ejemplo podría ser La matanza de Texas, de Tobe Hooper.

Tarantino ha homenajeado a las llamadas “películas de Serie Z” con Death Proof (2007), que se completa con Planet Terror, de Robert Rodríguez, formando ambas el título colectivo Grindhouse. Por ello, en EE.UU se reproducían en sesión doble, emulando cómo se proyectaban originalmente este tipo de películas, cuya reproducción solía tener pésimas condiciones.

Chevrolet Nova

Chevrolet Nova, protagonista de Death Proof junto con Kurt Russell (Tarantino es un apasionado de los Muscle Car).

  • Punto cinco

Jackie Brown, la tercera película en la filmografía de Tarantino, es el resultado de la influencia del Blaxploitation, subgénero del cine negro surgido también en la década de los 70 y protagonizado por afroamericanos. Sin embargo, se trata de la película con menos dosis de ese estilo tan particular al que nos tiene acostumbrados, por lo que fue criticada por algunos de sus fans, los cuales incluso le reprocharon el calco de los diálogos, extraídos tal cual de la novela en la que se basa la película: Rum Punch, de Elmore Leonard.

Malditos bastardos: Actores rescatados

Tarantino logra revivir ni más ni menos que a cuatro actores relegados, por aquel entonces, a papeles mediocres en películas de escasa calidad. Encumbra a los cielos a John Travolta en Pulp Fiction, con uno de los mejores papeles de su carrera; consigue que “el pequeño saltamontes” (David Carradine) de la popular serie de televisión Kung Fu se pase al lado oscuro en la saga Kill Bill; engrandece a todo un icono de las películas de acción de los 80’s como es Kurt Russell en Death Proof y honra a Don Johnson en Django desencadenado.

“Like a Virgen”: Diálogos despampanantes

Pocos cineastas podrían conseguir hacer sacar una sonrisa al espectador en momentos nada graciosos. ¿Y cómo lo consigue Tarantino? Extrañamente simple: con diálogos sin pelos en la lengua, pero magistralmente hilvanados, que, en muchas ocasiones, incluso sirven a modo de presentación de los personajes (figuras del hampa, en la mayoría de los casos). Sin embargo, todo ello no formaría parte del humor tarantiniano si no estuviese acompañado de la situación en cuestión. A veces absurda, otras violenta y macabra, Tarantino consigue que la esencia de la escena se difumine en ocasiones y tome protagonismo junto con el hilarante diálogo, logrando producir de este modo confusión en el público y, por tanto, antítesis emocional.

Escena de Django desencadenado

“Zed’s dead, baby. Zed’s dead”: La violencia como recurso estético

¿Puede ser la violencia un recurso estético? Sin duda alguna, Tarantino logra que así sea. Sin embargo, para poder entender-disfrutar esa violencia, a veces mostrada de forma gratuita con grandes dosis de sangre, no se debe analizar por sí sola, sino como parte de un todo. Para ello, en primer lugar se debe tener en cuenta que Tarantino nos muestra a personajes que utilizan la violencia de forma cotidiana, pues forma parte de su día a día (criminales, asesinos, mercenarios). Además, a todo ello suele unirse ese humor negro que tanto le caracteriza, bien con diálogos sin tapujos y cargados de palabrotas en muchas ocasiones, bien con escenas ya de por sí graciosas que contrastan con lo que va a ocurrir a continuación. En definitiva: criminales, sangre, palabrotas y humor negro. Todo bien agitado.

Señor Marrón: Cameos

Cualquiera que haya visto alguna película de Tarantino se habrá dado cuenta que, al igual Hitchcock, gusta de hacer cameos y pequeños papeles en algunas de sus obras: como Señor Marrón en Reservoir Dogs, responsable de iniciar el suspicaz debate sobre Like a virgin, de Madonna; en Pulp Fiction, como Jimmie, amigo de Jules (Samuel L. Jackson), el tipo extravagante que les ayuda a esconderse mientras limpian el cadáver del coche; y en Death Proof, como Warren, el peculiar propietario del ”Güero’s Taco Bar”; entre otras apariciones.

Por otro lado, en Four Rooms, además de ser director invitado, encarna a un famoso actor cómico que quiere finalizar una arriesgada apuesta aún pendiente con uno de sus amigos; y en Abierto hasta el amanecer, además de ser uno de los guionistas, interpreta al sádico y psicótico Richard Gecko, hermano de Seth (George Clooney), ambos forajidos.

Quentin Tarantino en Tour Rooms

¿Qué llevaría Tarantino en su maletero?

Una cámara, por supuesto. Con ella y desde ese ángulo es con la que realiza el plano contrapicado que tanto le caracteriza y al que recurre en muchas ocasiones, el plano del maletero.

Plano-contrapicado

Colaboración:

Artículo realizado con la colaboración de Ana Vidal.

(*) Imágenes: Toptenz.net, Rexmag.ec, Wikimedia y Ecartelera.com. Creative Commons y Fair Use License.