En esta ocasión te proponemos una ruta arqueológico-playera por la costa tarraconense siguiendo la Vía Augusta. Con ella descubrirás algunos de los vestigios más sorprendentes de la Tárraco romana, así como una de las playas más bonitas de la zona. Un día de visitas culturales que podrás culminar con un baño en playa: ¿qué mejor manera de pasar un día verano?

mapa de la ruta

Mapa de la ruta.

1. Arco de Berà

[Carretera N- 340, PK – 1.183, Roda de Barà].

Arco de Berà.

Arco de Berà.

En pleno centro de la carretera N-340 se erige este arco romano construido a finales del siglo I a. C., seguramente en honor de Augusto. En origen se levantaba junto a la Vía Augusta y se construyó tras la realización de unas reformas en ella. Un fragmento de una inscripción que todavía se conserva nos revela que el monumento fue erigido por disposición testamentaria de Luci Licini Sura, ciudadano romano residente en Tárraco.

Se trata de un arco bastante sencillo y sobrio, construido con sillares de piedra de la zona: sobre dos podios con zócalo se levanta su único vano, que queda enmarcado por pilastras acanaladas de capitel corintio; el coronamiento queda configurado a modo de friso liso rematado por una cornisa denticulada.

2. Villa Romana dels Munts

[Passeig del Fortí, s/núm, Altafulla].

Villa romana del Munts.

Villa romana del Munts.

Se trata de un impresionante conjunto arqueológico que destaca por la magnitud de los restos encontrados y la belleza de los elementos decorativos (mosaicos, pinturas murales,…) que todavía hoy podemos ver. Es un perfecto ejemplo de una residencia de lujo en la que se combinan el ocio (conjunto termal, triclinium,…) y las actividades agrícolas (huertos, jardines y zonas de cultivo que quedaban atravesadas por la Vía Augusta).

El conjunto fue construido a principios del siglo I d. C. y alcanzó su época de mayor esplendor en el siglo II, momento al que pertenecen la mayor parte de los restos visibles. En esta época habitaban la casa Caius Valerius Avitus, alto cargo de la administración local, y su esposa Faustina. Ellos se encargaron de mejorar y enriquecer la villa, agrandando los conjuntos termales y cambiando pavimentos y decoraciones murales (entre otras cosas).

Hacia el 260-270, sufrió un gran incendio que dejaría afectadas gran parte de las estructuras (especialmente el edificio residencial). A pesar de las labores de reconstrucción, que permitieron la consecución de las labores agrícolas, la villa no recuperó su anterior esplendor: el edificio principal no volvió a habitarse y quedó ocupado por una prensa de vino o aceite. A partir de los siglos VI-VII la villa fue abandonada progresivamente.

3. Cantera del Mèdol

[Se accede desde el área de servicio del Mèdol de la AP-7, a la altura de La Mora. Aviso: en febrero de 2013 se cerró al público para llevar a cabo trabajos de restauración y acondicionamiento del conjunto y hacerlo visitable; reabrirá en otoño de 2013].

Cantera de el Mèdol.

Cantera de el Mèdol.

De las diversas explotaciones de piedra existentes en los alrededores de Tárraco, la más impresionante es la del Mèdol, tanto por sus dimensiones como por su estado de conservación. La piedra de tono amarillento y fácil de trabajar que de ella se extraía sirvió seguramente para la construcción de algunos de los más importantes monumentos de Tàrraco -y probablemente también de la ciudad medieval-. Por otro lado, la proximidad de la Vía Augusta facilitó el transporte de los bloques de piedra extraídos hasta la ciudad, la cual se encuentra a unos 9 kilómetros de distancia.

Actualmente la cantera es una gran hondonada en medio del cual se eleva una aguja de 16 metros de altura, testimonio de la cota original de extracción. Además, todavía hoy se pueden ver diferentes marcas en las paredes, vestigios del proceso de extracción. El microclima que se ha creado en su interior, debido al aislamiento que produce la hondonada, hace que también se trate de un interesante espacio ecológico.

4. Torre de los Escipiones

[Carretera N- 340, Km – 1169,Tarragona]

Torre de los Escipiones

Torre de los Escipiones.

Se trata de un monumento de carácter funerario construido en la primera mitad del siglo I d. C. al lado de la Vía Augusta. Configurado a modo de torre de tres pisos, cuenta en una de sus fachadas con dos figurillas que representan la divinidad oriental Atis. La errónea interpretación de estas como los hermanos Escipiones (teoría que se dio por válida durante mucho tiempo) es lo que ha dado origen a su nombre actual.

5. Playa Waikiki

Playa de Waikiki.

Playa de Waikiki.

Es una de las playas más bonitas que te puedes encontrar por la zona. Se trata de una cala a la que solo puedes acceder a pie atravesando un bosquecillo. En esta playa, además de disfrutar del sol y de la arena, podrás hacerlo también de un baño de barro: sus paredes de arcilla amarilla son idóneas para ello. Y después, para limpiarte, nada mejor que un chapuzón en sus aguas cristalinas. Así te relajarás y descansarás de una ajetreada ruta cultural. Eso sí, es una playa no apta para vergonzosos, ¡es nudista!

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(*) Imagen de Portada: Mcthelp. Wikimedia Commons. Creative Commons License.