Girona

Girona es parada obligatoria en cualquier viaje que se realice por el noreste de la península ibérica. Con su casco histórico bien conservado y una historia interesante, esta ciudad tiene un encanto especial. Aparte de recorrer sus calles y descubrir sus rincones mágicos, te sugerimos también algunas cosas que puedes visitar.

Historia de Girona

Mapa GerundaPara comprender la ciudad actual es necesario conocer un poco su historia, ya que numerosos elementos de origen lejano han quedado fosilizados en el trazado urbano actual.

La ciudad de Girona es de origen romano. Nace hacia los años 70-80 a. C. sobre el camino que después será la Vía Augusta con el fin de controlarlo. Gerunda, como toda ciudad romana, cuenta con un foro y un trazado urbano a base de calles perpendiculares. Sin embargo, a diferencia de otras ciudades, su forma exterior es irregular (triangular, con la base hacia el río Onyar y el vértice hacia las montañas), ya que ha de adaptarse a la orografía del terreno.

Tras la caída del imperio romano, Girona pasa a ser visigoda (s. V), después árabe (s. VIII) y, finalmente, carolingia (785-s. X). Bajo el poder de Carlomagno iniciará un proceso de desarrollo y crecimiento progresivo que durará hasta el s. XIV. Durante este periodo Girona será una ciudad próspera, habitada por artesanos y comerciantes (con un gran peso de la industria textil) y cuyos barrios se expanden más allá de sus murallas.

Sin embargo, a mediados del s. XIV entrará en un periodo de crisis y recesión que no acabará hasta finales del s. XV. Pestes y problemas económicos, políticos y sociales harán de Girona una ciudad totalmente diferente de lo que había sido la centuria anterior.

Después, durante época moderna, Girona fue sitiada en numerosas ocasiones a causa de los enfrentamientos entre España y Francia.

La Catedral de Santa María y el foro romano

Catedral de Girona

Seguramente el monumento más importante que se puede ver en Girona es su espectacular catedral gótica. De una sola y amplísima nave (la más ancha del mundo), se trata de un monumento único. Fue iniciada en el s. XIV siguiendo la planta típica de tres naves (que podemos ver en la cabecera), pero después se decidió continuar el proyecto cubriendo la catedral con una única nave. Aunque fue una decisión arriesgada y muy debatida en el momento, al final se consiguieron espectaculares resultados.Adosada a la catedral podemos ver una torre de estilo románico lombardo, que corresponde al templo anterior (s. XI) que ahí se erigía. También es anterior el claustro, que fue construido en el s. XII.

Aparte, es interesante saber que la catedral se levanta sobre el lugar que en origen ocupaba un templo romano, en el extremo del foro. El foro contaba con dos niveles, que se conservan en la actualidad: uno bajo rodeado de pórticos y de algunos edificios (como basílicas) y otro alto donde se construyó el templo. Si observamos con detenimiento seremos capaces de ver el espacio que ocupaba esta plaza pública, ya que ha dejado su huella en la ciudad. La parte baja del foro, además, era atravesada por la Vía Augusta que, entrando por la puerta de la ciudad, conformaba el Cardo Máximo. En la actualidad podemos verlo en la calle de la Força, que sigue el mismo recorrido.

Las murallas

Murallas de Girona

Girona llegó a contar con dos recintos amurallados, de los que quedan numerosos vestigios en la actualidad. El primero de ellos, de forma triangular, rodeaba la ciudad romana y apenas cambió su forma a lo largo de los siglos. Elevado por primera vez en el momento de la fundación (s. I a. C.), fue reformado posteriormente durante el Bajo Imperio Romano (s. III), en época carolingia (s. VIII) y en la Edad Media (segunda mitad del s. XIV). En algunos tramos son visibles todas estas fases de construcción, diferenciables gracias a las distintas técnicas constructivas: primero grandes piedras poco trabajadas (s. I a. C.), después sillares perfectamente escuadrados y seguramente almohadillados (s. III) y, finalmente, paramentos de mampostería y sillarejo (Edad Media).

A este primer recinto corresponden las dos torres y la puerta que se elevan al lado de lo que fuera el foro -el Portal de Sobreportes- y bajo las cuales pasaba la Vía Augusta. También a este perímetro amurallado pertenecía el Castillo de la Gironella, que se elevaba en el vértice del recinto, en el extremo este. Aunque en la actualidad se encuentra derruido, todavía son visibles sus restos, especialmente los de la gran torre circular que lo coronaba.

El segundo recinto amurallado fue construido en la segunda mitad del s. XIV envolviendo los nuevos barrios de la ciudad, que ya se extendían al otro lado del río Onyar. Aunque a principios del s. XX se produjo el derribo de las murallas para permitir el crecimiento de la ciudad, todavía se conservan algunos tramos.

Iglesias

Iglesia de Sant Feliu

Iglesia de Sant Feliu de Girona

Es la iglesia más importante de la ciudad, pues durante un tiempo fue sede episcopal junto con la Catedral de Santa María. Esta iglesia, que combina los estilos románico y gótico, se levanta sobre el lugar en el que estuvo la tumba del santo que le da nombre. Dicho sepulcro se encontraba -como era habitual en época romana- a la salida de la ciudad y junto a una de las vías de acceso (la Vía Augusta).

Como era cuestión de prestigio enterrarse junto a la tumba de un santo, algunas personas pudientes decidieron establecer su sepulcro junto al de san Feliu. Enterrados en ricos sarcófagos de mármol de Carrara profusamente decorados, fueron encontrados al hacer las obras de la iglesia, razón la cual ahora podemos verlos incorporados en los muros del presbiterio.

Sant Pere de Galligants

Iglesia de Sant Pere de Galligants

Actualmente es sede del Museu d’Arqueologia de Catalunya, por lo que, a la vez que disfrutamos de la iglesia y el claustro románicos (s. XII), podemos contemplar los objetos ahí expuestos.

Justo enfrente se encuentra la Capilla de Sant Nicolau, también románica. En origen se trataba de un templo de planta centralizada, con un cuerpo cuadrado central y cuatro ábsides alrededor, pero después fue modificado y uno de sus ábsides fue sustituido por una nave.

Los Baños Árabes

Baños árabes de Girona

Aunque son conocidos como baños árabes, en verdad no lo fueron nunca, ya que se trata de una fundación cristiana del s. XII. Los baños se inspiran en las termas romanas, por lo que cuentan con un vestidor (una sala de planta centralizada iluminada por una linterna y con hornacinas en sus muros, que hacían las veces de taquillas) y tres salas a diferentes temperaturas (frío, templado y caliente).

La judería

Judería de Girona

Girona contó en su momento con una importante comunidad judía. Esta se estableció en el barrio que se extendía en torno a la actual calle de la Força, la entonces llamada calle Major del Call. En un momento de represión y persecución a esta comunidad, poco antes de su expulsión, el barrio fue rodeado por un muro y cerrado por puertas. Aunque en la actualidad no hay ningún vestigio que nos delate quién vivió ahí, es un lugar que merece la pena ser recorrido, con sus callejones y sus rincones llenos de encanto. Ahí se encuentra, también, el Museu d’Història dels Jueus.

Arcos y bóvedas

Arcos_Girona

Como curiosidad, un último apunte. Si recorres las calles del centro de Girona verás que son frecuentes los arcos y las bóvedas que crean calles porticadas. Esto se debe a que, en un momento de gran desarrollo y prosperidad de la ciudad, el espacio urbanizable era escaso. Para intentar solventar este problema, se recurrió a construir sobre arcos que, a la vez que dejaban el espacio de circulación de las calles libre, permitía ganar espacio para el edificio que se elevaba sobre ellos.

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(*) Imágenes: Creative Commons License.