El cine y las series de televisión son un complemento ideal para aprender historia, aunque las tramas sean inventadas. Suena confuso, lo sé. No me refiero a saber si tal o cual personaje histórico hizo algo concreto, sino más bien de adentrarnos en ese momento concreto del pasado. 

Con este ejemplo creo que quedará claro: Si vemos la adaptación de Orgullo y Prejuicio de la BBC nos introducimos en el periodo gerogiano británico, aunque toda la historia fuera inventada por Jane Austen. Lo mismo nos pasa (aunque sean épocas diferentes) con Downton Abbey, Un juego de caballeros, o La Peste y La catedral del mar, por poner casos españoles. 

Si la ambientación es correcta, cuantísima información cultural podemos recibir, y de una de las formas más completas. Porque nos transmiten la arquitectura, la vestimenta, las formas de comunicación interpersonales, los peinados, los objetos cotidianos, las costumbres, la comida… y nosotros lo integramos casi sin percatarnos mientras disfrutamos del guion y las actuaciones.

Las series han sufrido un profundo desarrollo en los últimos años, poniéndose al nivel de las grandes producciones cinematográficas. Son películas pero mucho más largas, lo que nos permite recrearnos más en las historias, profundizar más en los personajes y, en fin, pasar más horas de disfrute.

Una de las maravillas de la globalización es que es mucho más sencillo acceder a las producciones de otros países. Como las de Corea del Sur, cuya historia nos resulta prácticamente desconocida al mundo occidental. La dinastía Joseon (1392-1897) ya se encargó de ello, por algo ha sido uno de los reinos más herméticos de la historia mundial. Este encerrarse en sí mismo ha suscitado la imaginación colectiva en una irresistible mezcla de exotismo oriental, estricto formalismo y tejidos de ensueño.

En el presente, esta carencia informativa se puede superar. Ahora tenemos acceso a Joseon, y al brutal periodo de ocupación japonesa (1910-1945), y a cualquier otra etapa histórica coreana, gracias a que las plataformas de streaming han incorporado una gran cantidad de kdramas, series coreanas de una o dos temporadas, normalmente unos 15-25 capítulos de una hora. Todos los que menciono aquí están actualmente en Netflix España. 

Ojo, mi propuesta puede introducirte en un mundo peligroso, quedas avisado.

Y es que los kdramas enganchan.

Mucho.

Será por su estética, sus ritmos cambiantes, su exótica belleza, su toque de comedia, sus historias de amor (que tienen sus puntos de contacto con las novelas británicas del XIX), sus profundos flashbacks, o por una combinación de todo. Si te gusta uno… estás perdido, ya no podrás parar. Por cierto, recomiendo encarecidamente verlos en versión original subtitulada. De hecho, muchos de ellos no se pueden encontrar de otra manera.

La lista que traigo es una selección personal y está totalmente incompleta. Faltan periodos históricos y kdramas importantes, pero me parece un magnífico primer contacto con este mundo. Son muy muy actuales y están protagonizados por grandes estrellas surcoreanas que, poco a poco, van siendo conocidas en Occidente, como Lee Min-ho o Hyun Bin, apréndete sus nombres porque darán que hablar. Para ayudarte, entre corchetes aparece el nombre de los actores y actrices. 

Como último apunte, en Youtube están muchas de sus bandas sonoras, que suelen estar a la altura de sus puestas en escena. La de Crash landing on you, por ejemplo, es la que ha sonado en bucle mientras he escrito estas líneas.

Y por fin, aquí está mi selección de kdramas, ordenados cronológicamente según la fecha en la que están ambientados.  

Siglo XIV: Goryeo-Joseon

Serie: My country, the New Age / 2019, 16 episodios.

Como la propia serie indica en sus créditos iniciales, es una historia ficticia basada en hechos reales, que nos sitúa en un momento crucial de la historia de Corea, la guerra que supone el fin de la dinastía Goryeo (918-1392) y el comienzo de la Joseon (1392-1897). 

La trama se centra en el papel que les toca jugar en todo este proceso a tres antiguos amigos, según la situación social heredada de sus padres. Así, tenemos a:

  • Nam Seo-ho [Woo Do-hwan], un noble ilegítimo;
  • Seo Hwi [Yang Se-jong], caído en desgracia por la condena de su padre;
  • y a la kisaeng (geisha coreana) Han Hui-jae [Kim Seol-hyun].

Luchan por sobrevivir en unos momentos convulsos donde hay que elegir bando, rodeados por la corrupción para asentarse en el poder incluso del propio rey y la lucha entre sus hijos por heredar el reino. 

Solo por el impresionante plano secuencia de 130 segundos del episodio 3, de lucha en primera línea de espadas, flechas y cuerpo a cuerpo, con los actores entrando y saliendo del plano, la serie merece la pena. 

Pero My Country es más que escenas de batalla. Se trata de la lucha por la supervivencia y por cambiar a base de la propia valía el lugar que el nacimiento nos ha otorgado en el mundo.

Siglo XV: Joseon

Serie: El afecto del rey / 2021, 20 episodios.

Cuando el príncipe heredero tiene gemelos todo se trastoca, porque no se concibe que un futuro rey haya tenido que compartir el útero materno, y menos aún con una hermana. La solución del abuelo es tan sencilla como eliminar a la recién nacida. ¿Pero y si su madre logra esconderla, pasan los años y los dos hermanos se encuentran? De nuevo, el abuelo decide que hay que eliminarla. El problema viene cuando se equivocan de gemelo.

Así que la protagonista, Dam-yi [Park Eun-bin], tiene que ocupar el lugar de su hermano sin que casi nadie lo sepa, pero no siempre es un secreto fácil de guardar. Sobre todo, cuando su nuevo profesor, Jung Ji-woon [Rowoon], empieza a enamorarse de ella creyendo que es él (muy interesante la aceptación de su bisexualidad). Por supuesto, todo se va complicando cada vez más.

Hay trama política, historias de amor, de lealtad y de traición, y flashbacks que van entrelazando a los protagonistas. Eso sí, no esperes precisamente el ritmo de 24 o The Boys, sobre todo en las escenas románticas, aunque si tiene escenas de acción dinámicas.

Siglo XIX: Joseon

Serie: Goo Hae-ryung, la historiadora novata / 2019, 20 episodios.

Personalmente, la ambientación y la trama de esta serie me parecen brutales. Tanto, que la historia de amor es lo que menos interesa, así que si te dan urticaria los dramas románticos también puedes disfrutarla sin muchos picores. Por cierto, que aunque no lo parezca es completamente ficticia, así que te ahorro buscar en internet información sobre los personajes que aparecen. 

Comienza con la inclusión femenina en el cuerpo de historiadores de Gyeongbokgung (el palacio real de Seúl), que son los que registran para la posteridad las reuniones y conversaciones de la familia real. Básicamente, son la voz de la historia. Solo por penetrar en su mundo ya merece la pena verla.

La protagonista es una de esas historiadoras,  Goo Hae-ryung [Shin Se-kyung]. Pero también tenemos que resolver por qué el jovencísimo príncipe Yi Rim [Cha Eun-woo] vive en un arresto domiciliario perenne y, a partir de ahí, desenterrar varias historias de traiciones veinte años atrás, cuando el rey anterior intentó llevar una política algo aperturista para actualizar el país. La parte de la medicina es maravillosa. 

La visión que da de las últimas décadas del periodo Joseon es tan envolvente que supone una inmersión completa. No se me ocurre mejor serie para adentrarte en él, aunque no sepas absolutamente nada de antemano. Y su estética no te dejará indiferente.

Siglo XX: Ocupación japonesa

Serie: Hymn of Death / 2018, 3 episodios.

Durante la ocupación japonesa, un grupo de estudiantes coreanos en Tokio prepara una obra de teatro para interpretarla en Corea. Entre el director, el escritor Kim U-jin [Lee Jong-suk] y la primera soprano coreana, Yun Sin-deok [Shin Hye-sun], surgirá el amor.

Pero es un momento muy complicado para la libertad. Por un lado, están las prohibiciones impuestas por Japón. Por otro, la asfixiante tradición familiar, donde son los padres los que eligen cómo deben vivir sus hijos. 

La historia transcurre entre 1921 y 1926 y nos desplaza por Japón y Corea. Nos muestra una sociedad de contrastes, entre abrirse a Occidente, ceder a la imposición japonesa o ampararse en la costumbre ancestral, especialmente visible en la ropa.  Y aparecen los primeros CEOs, esa obsesión surcoreana por la empresa que protagonizan una y otra vez en los doramas.

Es una miniserie que se puede ver del tirón, se recrea en la fotografía y las miradas, emotiva y trágica como la vida en esos años. Porque esta vez sí se trata de una historia real. Si sientes curiosidad, la canción que ella interpreta al final se puede encontrar fácilmente en Youtube, para escuchar su voz real. 

Siglo XXI: Las dos Coreas

Serie: Crash landing on you / 2019, 16 episodios.

¿Qué pasaría si haciendo parapente en Corea del Sur aparece un tornado y te deja colgada de un árbol en el Paralelo 38? Eso es lo que le ocurre a la protagonista de esta historia, la próspera empresaria Yoon Se-Ri [Son Ye-jin]. Para desgracia suya (y placer nuestro, que si no nos hubiéramos quedado sin serie) huyendo de los soldados de la zona desmilitarizada, se equivoca de camino y cruza en la dirección incorrecta.

Vamos, que entra en Corea del Norte delante del capitán Ri Jeong-hyeok [Hyun Bin] y otros cuatro soldados norcoreanos que, para no ser castigados, intentan esconderla y ayudarla a regresar. Y mientras lo logran, por supuesto, llega la historia de amor con unos flashbacks de lo más inesperados.

Fantástica a nivel antropológico para penetrar en Corea del Norte con sus cortes de luz, el contrabando de objetos occidentales cotidianos, los peinados permitidos o el control estatal de aspectos tan básicos como sacarte una foto, y para ver los contrastes entre las poblaciones rurales y Pyongyang, y con Corea del Sur, claro.

Además, es de agradecer que no muestre la bipolaridad típica a la que nos tienen acostumbrados (estadounidenses y rusos; cruzados y otomanos; nazis y cualquiera del otro bando; indios y vaqueros). Aparecen, por ejemplo, militares adorables del Norte y luchas fratricidas en el Sur. Ante todo, se trata de personas con emociones y sueños, sin importar a qué altura del paralelo hayan nacido. Es emocionante, romántica y muy entretenida.

Como curiosidad, Hyun Bin, el actor protagonista, venía de rodar otro kdrama, Recuerdos de la Alhambra, ambientado entre Granada, Barcelona y Seúl.

Siglo XXI: realidad alternativa

Serie: El rey, monarca eterno / 2020, 16 episodios.

Aunque no es propiamente de historia, es una opción fantástica para imaginar qué hubiera sido de Corea si continuara siendo una monarquía, combinando la tradición hermética de Joseon con el presente tecnológico. Entre otras cosas, Corea seguiría unificada.  

La historia comienza cuando en el Reino de Corea, Lee Rim [Lee Jung-jin], el hermano mayor del rey, da un golpe de Estado para acabar con el monarca y robar un objeto mágico, capaz de abrir un portal a un universo paralelo, que lo lleva a la República de Corea (del Sur, la de nuestra realidad). 

Años después, el rey Lee Gon [Lee Min-ho] va descubriendo los estragos causados por su tío en las dos dimensiones e intenta devolver el equilibrio natural con la ayuda de la teniente de policía Jeong Tae-eul [Kim Go-eun], que pertenece a la Corea republicana, Jo Young (guardaespaldas del rey) y Jo Eun-seob (policía surcoreano) [ambos interpretados por Woo Do-hwan]. 

Tiene escenas de acción muy potentes, pero si no te gusta la violencia no te dejes intimidar por los primeros minutos y continúa viéndola. En serio. Y sí, hay amor interdimensional.

Espero que disfrutes de la selección y me cuentes en comentarios si también has sucumbido a Corea del Sur. Y por supuesto, aprovecha y recomienda algún otro que consideres que debería aparecer por aquí. 

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