Junto a Santes Creus y Vallbona, Poblet forma parte del trío de monasterios cistercienses más importantes de Cataluña, tres monumentos grandiosos que no te puedes perder.

Fundación e historia

En 1151, el conde Barcelona, Ramón Berenguer IV, solicita a Fontfroide (abadía perteneciente a la línea de Claraval) la fundación de una abadía cisterciense en los territorios recientemente reconquistados. Los monjes escogen una zona boscosa cerca de un río donde predomina el álamo blanco, de cuyo nombre en latín (populetum) deriva el nombre del monasterio.

La nueva abadía pronto ganó poder y prestigio: muchos de sus monjes provenían de la nobleza local y en 1194 ya estaba preparada para fundar su primera filial, Piedra. Contó, además, con el favor del rey Alfonso II el Casto, que no solo dotó a la abadía de riquezas y privilegios, sino que decidió que esta sería su lugar de enterramiento.

Tras un periodo de crisis durante el siglo XIII a causa de la cruzada contra los cátaros, en el siglo XIV la abadía recuperó su esplendor. Con el abad Ponce de Copons (1316-1348) se potenciaron los estudios dentro del monasterio y se enriqueció la biblioteca, al mismo tiempo que se elevaron nuevas construcciones, ya en estilo gótico. Bajo el reinado de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) se dotó al monasterio de un perímetro amurallado, lo que lo convirtió en una fortaleza y en un punto estratégico. Posteriormente, otros dos recintos amurallados englobaron no solo los edificios externos del monasterio (palacio abacial, capillas, hospital y hospedería), sino también las casas de los artesanos que trabajaban para el monasterio.

En 1480, una bula papal otorgó a Poblet la independencia de Fontfroide y posteriormente, en 1616, se unió a los monasterios cistercienses aragoneses en una congregación independiente de Císter. Tras sufrir los avatares de las guerras durante los siglos XVII y XVIII, el monasterio fue abandonado una primera vez en 1823 y definitivamente en 1835. A finales del siglo XIX se inician las labores de reconstrucción y en 1935 se reanuda el culto en la iglesia. Finalmente, en 1940, monjes italianos provenientes de la Congregación Italiana de san Bernardo acuden a repoblar el monasterio.

Arquitectura

En la actualidad, el monasterio consta de tres recintos cerrados: uno primero que aloja las casas de los labradores, los obreros y los legos; uno segundo donde están el palacio abacial, la capilla de Santa Catalina, la hospedería y el hospital, y uno tercero que alberga la iglesia y las estancias monacales. En este tercer recinto y en torno a la capilla de San Esteban (1180), se conservan además las construcciones más antiguas del monasterio, seguramente aquellas que albergaron a los monjes mientras se construía el monasterio definitivo. El acceso a la zona del monasterio se realiza a través de una puerta monumental flanqueada por dos torres: la Puerta Real (siglo XIV).

Monasterio de Poblet, Puerta Real.

Monasterio de Poblet, Puerta Real.

La iglesia, construida en la segunda mitad del siglo XII, se encuentra al sur del claustro. Se trata de una iglesia de cruz latina, con tres naves y una cabecera con deambulatorio y capillas radiales. Cuenta, además, con un cimborrio gótico y capillas laterales en el muro sur, que se corresponden con una ampliación realizada en el siglo XIV. En origen la puerta de acceso estaba precedida por un atrio, pero al construir el primer recinto amurallado este quedó cerrado. En el siglo XVII se abrió una puerta a través de la muralla y se decoró según el estilo barroco del momento.

Poblet-interior-iglesia

Monasterio de Poblet, Interior de la Iglesia.

Monasterio de Poblet, Retablo.

Monasterio de Poblet, Retablo.

En el interior del templo destacan el retablo mayor de alabastro y los sepulcros reales. El retablo, de estilo renacentista, es obra de Damián Forment y fue realizado entre 1527 y 1529. Los sepulcros reales se elevan en el crucero de la iglesia, tres a cada lado, sobre arcos escarzanos y con las imágenes de los yacentes. Fueron realizados en el siglo XIV por el maestro Eloy. Son los sepulcros de Jaime I (†1276); Pedro IV el Ceremonioso (†1387) y sus tres esposas María de Navarra (†1347), Leonor de Portugal (†1348) y Leonor de Sicilia (†1375); Fernando I de Antequera (†1416) y su esposa Leonor (†1435); Alfonso II el Casto (†1196); Juan I (†1396) y sus dos esposas Martha de Armagnac (†1378) y Violante de Bar (†1431), y Juan II (†1479) y su segunda esposa Juana Enríquez (†1468). Además, se encuentran ahí enterrados en sepulcros independientes Martín el Humano (†1410) y Alfonso V el Magnánimo (†1458).

Monasterio de Poblet, Panteón Real.

Monasterio de Poblet, Panteón Real.

Monasterio de Poblet, Claustro.

Monasterio de Poblet, Claustro.

El claustro fue comenzado en 1208 al norte de la iglesia. Cuenta con una galería románica y otras tres góticas. En su centro se eleva el templete del lavatorio y, a su alrededor, las diferentes estancias monásticas: la antigua sacristía (siglo XII, sustituida por otra nueva al sur del crucero en el siglo XVIII), la sala capitular (siglos XII-XIII), el locutorio, el scriptorium (que después se convirtió en una rica biblioteca), el dormitorio de los monjes, el calefactorio (siglos XII-XIII), el refectorio (siglo XII), la cocina (siglo XIII) y las estancias de los legos (siglo XIII; después se convirtieron en lagares y bodegas).

Dentro del recinto, además de las estancias monacales, se encuentra también el Palacio del Rey Martín el Humano. Fue construido entre 1397 y 1406 y ocupa los pisos superiores del lado oeste del claustro. Lo cierto es que el palacio no llegó a terminarse hasta 1966, momento en que se decidió acabarlo y convertirlo en el museo del monasterio.

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